Con un 80% de participación de los fabricantes de hormigón, el desarrollo de una Declaración Ambiental de Producto (DAP) sectorial del hormigón se ha convertido en uno de los grandes proyectos de ANEFHOP este año, y con el que pretende medir la huella ambiental que genera su producción. Una DAP muestra el perfil ambiental de un producto, es decir, el impacto que ha generado ese producto en el medio ambiente para fabricarlo. Este perfil se elabora a partir de datos cuantificados, verificables y obtenidos mediante un estudio de Análisis de Ciclo de Vida (ACV), un documento que describe el producto, su ciclo de vida y distintos parámetros ambientales predefinidos.
En el siguiente artículo, recogemos la valoración de dos de nuestros asociados: Carlos Badiola Ibarreche, AGGs R RMS Manager de Cementos Lemona, y José Rafael González, director de Operaciones de MAHORSA.
¿Qué implicaciones ha supuesto para su empresa sumarse a este proyecto?
Carlos Badiola Ibarreche. Realmente el trabajo que ha supuesto ha sido el de recopilar la información que ya se dispone en la compañía y presentarla en los formatos solicitados. Al final algo más de trabajo administrativo, pero sin grandes complicaciones.
José Rafael González. Para MAHORSA, sumarse al proyecto ha resultado bastante sencillo, ya que llevamos bastante tiempo trabajando en esta línea, apostando por la eficiencia y la sostenibilidad de todos nuestros procesos, tanto en el hormigón como en el resto de nuestras unidades de negocio. La recopilación de los datos ha sido rápida porque, en su mayoría, son parámetros básicos a los que les hacemos un seguimiento continuo. Además, el haber participado en grandes proyectos como la Ciudad BBVA, el Campus Iberdrola, Caleido, la Clínica Navarra, la Nueva Sede del Banco Popular o la Operación Canalejas, entre otros, donde algunos de estos aspectos eran fundamentales, y el habernos sumado desde un principio, de la mano de ANEFHOP, al proyecto Hormigón Expert, ha facilitado enormemente las cosas.
¿Por qué se han sumado a este proyecto?
C.B.I. Por un lado, porque creo que hay que luchar a nivel asociativo por nuestro hormigón y esta es una buena opción. Como miembro de ANEFHOP creo que hay que ser consecuente y luchar activamente por el sector. Por otro lado, porque creo que hoy por hoy, está más que nunca al orden del día el uso eficiente de los recursos que disponemos y debemos tener una herramienta para medir la huella ambiental de nuestro hormigón, ya que, en mi opinión, es uno de los puntos clave que van a ser considerados a corto plazo.
JR.G. La evaluación de los productos, desde la óptica del ciclo de la vida, es una exigencia creciente de nuestros clientes, tanto públicos como privados. En el ámbito privado, proyectos como los ya mencionados reconocen las DAP en sus esquemas de certificación LEED o BREEAM. Además, la reglamentación española y europea van en la misma línea. Si la EHE-08 ya incluía en su ANEJO 13 el Índice de Contribución de la Estructura a la Sostenibilidad, el futuro Código Estructural dará un paso más en su ANEJO 2. A nivel europeo el Reglamento 305/2011 de productos de Construcción refleja que “para la evaluación del uso sostenible de los recursos y el impacto medioambiental de las obras de construcción deben utilizarse, cuando estén disponibles, las declaraciones ambientales de productos”. Entendemos que la obtención de la DAP del hormigón es, por tanto, una necesidad y hacerlo de forma conjunta, bajo el proyecto plateado por ANEFHOP, supone simplificarlo todo enormemente, reduciendo el esfuerzo y el coste.
¿Cuál cree que es, en su opinión, el beneficio de disponer de una Declaración Ambiental de Producto sectorial del hormigón?
C.B.I. Desde mi punto de vista la DAP debe servir para que el producto que representamos pueda ser evaluado ambientalmente a la hora de ser prescrito como material de construcción frente a otros productos que aparentemente puedan parecer ambientalmente más adecuados como el acero o la madera.
JR.G. Obtener un documento normalizado que proporcione información cuantificada y verificable sobre el desempeño ambiental de nuestro hormigón, que sirva de base para la mejora continua en nuestros procesos internos en busca de una mayor eficiencia y que ayude a nuestros clientes a integrarlo como elemento idóneo para una edificación sostenible.