Entrevista a José Ángel Alonso, delegado de ANEFHOP en Aragón, Baleares, Catalunya y Andorra
- ¿Cómo definiría el papel que ejercen los laboratorios de control del hormigón en el proceso de ejecución de las estructuras de hormigón?
Para responder a su pregunta creo que es preciso recordar que el hormigón es un producto peculiar: el fabricante lo suministra en estado plástico, el constructor lo recibe en la obra y mientras todavía se encuentra en estado fresco, lo manipula (en el buen sentido la palabra) para colocarlo en el elemento al que va destinado y al cabo de poco tiempo endurece y forma parte de la estructura.
Este hormigón debe cumplir varios requisitos, uno de ellos es el de proporcionar estabilidad a esa estructura aportando la resistencia mecánica prevista en el proyecto para soportar las cargas a las que va a estar sometida.
Esta cualidad del material es imposible de observar o determinar en el momento de la entrega y uso del hormigón, por lo que desde los inicios del empleo del hormigón armado fue necesario definir un proceso simple, económico, eficaz y universal para determinar de una forma suficientemente fiable la resistencia al hormigón colocado en la obra. Para ello se definieron unas estrictas normas de ensayo que debían ser aplicables en cualquier lugar, situación y temporada climática.
Estos ensayos se realizaban en laboratorios especializados en hormigón que inicialmente fueron creados por los propios fabricantes. Posteriormente, sobre todo con la incorporación en la legislación de hormigón del control de recepción, se crearon entidades de control operadas por terceras partes.
Los laboratorios o entidades de control, que deben ser independientes del resto de agentes que intervienen en una obra, son los encargados de tomar las muestras y realizar los ensayos necesarios para determinar de una forma fehaciente las características del hormigón empleado en la construcción. Por lo tanto, podríamos considerar a los laboratorios como los instrumentos de medida que ofrecen el valor de las características del hormigón.
- En los últimos años se están realizando unas campañas anuales de contrastes de laboratorios. ¿Qué objetivo tienen?
Como acabo de comentar, podemos ver a los laboratorios de control como instrumentos de medida, por lo tanto, como todo instrumento se debe calibrar o al menos contrastar la veracidad y precisión de sus mediciones.
Para determinar una característica tan básica como es la resistencia a compresión del hormigón se deben seguir hasta 6 normas UNE, además de varios requisitos adicionales establecidos en la legislación. En principio, se supone que siguiendo al pie de la letra los procedimientos de la Norma el resultado final obtenido (la resistencia a compresión del hormigón) es totalmente fiable.
Desafortunadamente la experiencia diaria nos dice que no es así.
Este proceso comprende una considerable cantidad de tareas muy manuales y por lo tanto sometidas a la pericia de la persona que lleva a cabo el ensayo. Sin obviar que también pueden influir las condiciones climatológicas que haya en ese momento.
En los años 70 el Dr. José Calavera en su informe “Probetas tomadas a salida de hormigonera” ya identificaba 49 posibles causas de desviaciones en el proceso de ensayo de una probeta de hormigón que podían alterar el resultado obtenido y la mayoría de ellas conducían a minusvalorar el valor final. Esta circunstancia se evidencia en prácticamente todos los contrastes de laboratorios que se han realizado.
En la Delegación de Barcelona disponemos de datos de decenas de contrastes desde el año 1983. Solamente la implantación del proyecto EILA (plan de Ensayos Interlaboratorios) del Ministerio de Ciencia e Innovación, hasta ahora ha aportado información de unos 140 contrastes realizados en los últimos 9 años. Al analizar estos contrastes podemos observar que no son inhabituales diferencias en torno al 30% entre el laboratorio que ha dado el resultado más alto y el que ha dado más bajo.
Con esto no quiero manifestar que los laboratorios hagan mal su trabajo. ¡Ni mucho menos! El día del “examen” todo el mundo desea hacerlo lo mejor que puede. En mi opinión tal vez habría que comenzar a pensar que el ensayo no da más de sí y que posiblemente se le atribuye una precisión que no tiene.
No olvidemos que cuando se realiza la calibración de un instrumento de medida, a pesar de haber cumplido unas determinadas Normas en el momento de su fabricación, se le asigna un determinado error, precisión e incertidumbre asociados a ese instrumento específico. En este sentido, echamos a faltar en los informes de los contrastes que se realizan actualmente unas conclusiones que pongan en manifiesto esta circunstancia.
- Recientemente ha entrado en vigor el Código Estructural. ¿Cómo afecta a los laboratorios de control?
El nuevo Código realiza varios cambios y establece novedades respecto a la anterior Instrucción EHE-08 a la que deroga, y como ocurre con el resto de agentes que intervienen en la ejecución de una obra de hormigón, algunas de ellas afectan directamente a la actividad de los laboratorios y entidades de control de recepción.
Una de las novedades más visible es la necesidad de confeccionar en cada toma de muestras probetas adicionales para romper a más de 28 días de edad en caso de necesidad. Esto supone por regla general gestionar dos probetas más por serie en la mayoría de los casos.
Esta exigencia no es baladí ya que un laboratorio que confeccione 4 probetas por serie, 2 para romper a 7 días y 2 a 28 días, como es previsible que los clientes no renuncien a tener información a los 7 días y esta información se debe obtener con dos determinaciones, lo lógico sería que se terminen confeccionando 6 probetas. Esto puede suponer para el laboratorio un 50% más de producción, lo que puede condicionar la logística actual.
Otra de las novedades es la mayor concreción en el contenido del acta de toma de muestras que realiza el técnico del laboratorio tras la confección de las probetas de hormigón en la obra. Además de definir la información que debe incluir, se establece que cualquiera de los agentes implicados o interesados tienen derecho a recibir una copia. Entre estos agentes se cita explícitamente al suministrador del hormigón.
Los fabricantes de hormigón ya han manifestado unánimemente su intención de solicitar en todos los casos copia de estas actas, por lo que los laboratorios tendrán que prever que estén disponibles 3 o 4 copias para entregar en cada obra.
En este sentido quiero aprovechar la ocasión para alabar el esfuerzo que nos consta están realizando algunos laboratorios en digitalizar sus procesos y entre ellos la generación de estas actas, lo que simplifica enormemente su gestión.
El Código también establece novedades en la protección que debe proporcionarse a las probetas mientras se encuentran en la obra. Se indica que las muestras deben cubrirse con una arpillera húmeda y dentro de una bolsa sellada. Esta definición unifica criterios, aunque ha creado alguna polémica con el término “sellada”.
He dejado para el final posiblemente una de las novedades más trascendente y es que el Código Estructural es más exigente respecto a la temperatura a la que pueden estar expuestas las probetas durante su estancia en la obra. Se mantiene la temperatura mínima de 15 ºC, pero la temperatura máxima se reduce de 35º a 30 ºC.
Si las tendencias climáticas experimentadas el verano pasado y este invierno se mantienen, y parece ser que será así, significará que las probetas que se conservan a la intemperie, aunque estén resguardadas, incumplirán las condiciones de conservación en muchas zonas y durante una parte significativa del año.
El Código establece que el constructor deberá prever en la obra la disponibilidad de un recinto que permita asegurar esas condiciones climáticas.
Este requisito no es nuevo puesto que ya figuraba en la EHE-08. La novedad radica en que el laboratorio deberá dejar constancia en el acta de toma de muestras de la existencia de este recinto. De alguna manera hará de notario de las garantías de conservación en obra.
- En Cataluña, ANEFHOP ha firmado un convenio de colaboración con la asociación de laboratorios. ¿Qué objetivos se pretende conseguir?
Efectivamente el año pasado la Delegación de Catalunya de ANEFHOP y la Associació de Laboratoris de Construcció de Catalunya (ALAC) firmamos un acuerdo de colaboración.
Antes de contestar a la pregunta quiero valorar muy positivamente la existencia de una asociación de laboratorios que representa a la mayoría y a los más representativos laboratorios de construcción de Cataluña. Echamos de menos asociaciones similares en otras Comunidades, aunque en algunos lugares ya están dando los primeros pasos en su creación.
En este caso el acuerdo nos ha permitido crear una comisión técnica mixta donde plantear cuestiones que nos incumben a ambos sectores, así como el asesoramiento mutuo y la transmisión de información y formación de los agentes que intervienen en el control del hormigón, como son los laborantes de los laboratorios y a los transportistas de los fabricantes.
En este marco pretendemos desarrollar proyectos conjuntos destinados a la divulgación y al asesoramiento en el campo de la fabricación y control del hormigón, así como a la mejora de los procesos y actuaciones coincidentes de ambos sectores.
Por el momento ya hemos emprendido varias acciones destinadas a la mejora de nuestras actividades y controles de producción que creemos van a redundar en beneficio del sector de la construcción en general.
- ¿Hacia dónde cree que debe tender el control de hormigón en el futuro?
La construcción es un sector con mucha inercia frente a los cambios. Cuesta implantar nuevos procedimientos y materiales, pero una vez que se generalizan se asumen completamente y da la sensación de que se hubieran estado utilizado desde siempre.
El sector del control del hormigón no es ajeno a esta dinámica. Prácticamente desde los 30 años que hace que lo conozco, aparte de la modernización de la maquinaria, la única novedad apreciable es la utilización de las probetas cúbicas y no es ninguna novedad, en el prefabricado y en otros países ya se estaban utilizado desde hace varias décadas.
En mi opinión la evolución vendría dada por el cambio de la modalidad del control. Esto implicaría derivar el control de recepción al control de producción y suministrar unos hormigones de características certificadas y garantizadas.
El marco ya se introdujo en la instrucción del año 2008 con la creación de los Distintivos Oficialmente Reconocidos (DOR, ahora DCOR). Solo hay que mirar los criterios con los que se realiza el suministro del hormigón en los países de nuestro entorno o lo que ocurre en prácticamente la totalidad de otros sectores industriales.
Los laboratorios son imprescindibles para realizar el control del hormigón y creo que se equivocan las voces que en el pasado apuntaron a que esa tendencia conllevaría una contracción del tejido de ese sector. Más bien al contrario, el cambio del contratante del control con toda seguridad conducía a prestar servicio a un “cliente” más exigente, que valoraría en mayor medida el trabajo bien realizado y que facilitaría todos los medios para que las tareas de control se desarrollasen en situaciones optimas.
Y por qué no, tal vez también habría que comenzar a estudiar la posibilidad y condiciones para que las muestras se puedan tomar en la propia planta de fabricación, en lugar de en la obra. En esa situación se puede asegurar un entorno mucho más controlado que garantice el cumplimiento de unas condiciones tan criticas para conseguir un resultado fiable como es la conservación de las muestras en las primeras horas.