Entrevista a Javier Mota, presidente del Comité de Prevención de Riesgos Laborales de ANEFHOP

  1. Para empezar, háblenos sobre la labor que realiza el Comité de Prevención de Riesgos Laborales en una asociación como ANEFHOP.

En el comité estamos orientados a apoyar a nuestros asociados en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Damos asesoramiento acerca de cómo la normativa de PRL debe de implantarse en nuestra actividad, buscamos extender las mejores prácticas del sector en materia de Seguridad y Salud, analizamos los datos de siniestralidad para orientar la actividad preventiva de nuestros asociados a las principales áreas de mejora que detectamos. Y por supuesto, buscamos reforzar la Cultura de Seguridad de nuestra industria, como un valor que pueda ser apreciado por todos los protagonistas de nuestro sector.

 

  1. ¿En qué consiste la guía PRL para las plantas de hormigón que se ha actualizado recientemente?

Es una recopilación actualizada de requisitos en materia de PRL junto con una serie de prácticas que facilitan y explican cómo implantar estos requerimientos de forma práctica. En el comité entendemos que es una recopilación muy útil debido a la complejidad que supone esta materia en muchas ocasiones.

 

  1. Los datos vinculados a la siniestralidad laboral en el sector en 2019 no han mejorado con respecto al año anterior. Incluso, se ha percibido un empeoramiento de la gravedad de los accidentes registrados. ¿A qué cree que se debe?

A la vista de las estadísticas, los años 2018 y 2019 han sido muy similares, con un Índice de Frecuencia en torno a 20 accidentes con baja por millón de horas trabajadas. El índice de gravedad es cierto que presenta una peor evolución, aunque tampoco un crecimiento muy grande, y si miramos en los tipos de accidentes podemos encontrar una posible explicación ya que hemos crecido en los tipos más graves como pueden ser las caídas a distinto nivel (un 16% en 2019 vs un 5% en 2018). En resumen, vemos un comportamiento bastante plano y con un amplio margen de mejora, ya que este nivel de Índice de Frecuencia, 20, está muy por encima de otros sectores muy próximos a nosotros como el de áridos y el cementero aunque con evidentes diferencias estructurales.

 

  1. ¿Cuál es la radiografía tipo de los accidentes más frecuentes?

Como he comentado anteriormente, las caídas a distinto nivel han presentado un incremento importante, aunque los sobreesfuerzos continúan siendo la forma más habitual de accidentarse. En cuanto a las lesiones más habituales son torceduras, esguinces y distensiones (37%), que están muy en relación con la parte del cuerpo lesionada, con un 64% en miembros superiores e inferiores. En cuanto a la persona lesionada obtenemos el siguiente perfil: Conductor de más de 3 años de experiencia y el accidente se produce en la planta. Hay que señalar que el puesto de conductor, que ya destacaba en 2018, aumenta en siniestralidad, pasando de un 55% de los accidentes registrados a un 73% en 2019. Sin duda, este colectivo debe de ser nuestra prioridad en las actuaciones en prevención.

 

  1. ¿Cuáles son los principales retos en materia de prevención de riesgos laborales a los que se enfrentan los fabricantes de hormigón?

En el contexto de la actual pandemia, hablar de retos es complicado.

El principal reto de hoy es continuar con la actividad de construcción, a pesar de este entorno económico tan complicado y en este sentido, tener implantadas todas las medidas de seguridad para prevenir los contagios es fundamental: distancias de seguridad, EPIs adecuados, protecciones colectivas, medidas higiénicas, concienciación de nuestros empleados y sus familias, etc.

Además de este asunto que es imperativo, también debemos estar muy pendientes del desarrollo de la normativa en relación con la Sílice Cristalina y cómo afecta a nuestra industria.

Por otro lado, y a la vista de los datos de siniestralidad, debemos estar especialmente preocupados por la seguridad de nuestros conductores, ya sean empleados o colaboradores externos, y tanto en accidentes de tráfico como accidentes en las plantas o en los puntos de descarga.

 

  1. En estos momentos de crisis económica que vivimos por la COVID-19, ¿cuál es tu percepción sobre el sector?

Nuestro sector forma parte de uno elementos esenciales de la actividad económica de un país como es la construcción, por lo que tenemos que hacer todo lo posible para seguir operando. Para ello es indispensable que tengamos implantados los mejores procedimientos de seguridad en relación con COVID, para poder asegurar que nuestra industria es segura. Hoy por hoy, la seguridad es una condición necesaria para poder continuar nuestra actividad.

 

  1. ¿Hay muchos deberes por hacer en el ámbito de la prevención de riesgos laborales para los próximos años?

En PRL siempre hay que hacer mucho para poder evitar los accidentes. Solemos decir que la Seguridad no tiene memoria, y por mucho que te esfuerces un año, si no continúas con la actividad preventiva, los accidentes volverán. La Seguridad es “muy celosa” y si no le prestamos atención, inevitablemente empeoraremos nuestros resultados. Por esta razón, nunca se acaba el trabajo en PRL.

Debemos seguir con la planificación de actividades preventivas, estar pendientes de los nuevos requerimientos, analizando los datos de accidentalidad e inspeccionando y auditando nuestros procesos para establecer ciclos de mejora continua.

 

  1. Si nos comparamos con otros países europeos, ¿en qué situación se encuentra nuestro sector en relación con ellos?

No tengo datos a nivel sector en Europa, pero basándome en mi experiencia dentro de CEMEX, la empresa en la que trabajo, no tenemos grandes diferencias, sobre todo cuando hablamos de accidentalidad.

Los accidentes de conductores, especialmente los vuelcos de camiones hormigoneras, tanto en carretera como en obra, son una de las principales preocupaciones. Por ejemplo, la industria del hormigón en Francia está buscando soluciones para este problema ya que ha habido un gran aumento de vuelcos el año pasado. Además de insistir en la formación de conductores, también se están probando tecnologías aplicables a los camiones para evitar estos accidentes.

Por otro lado, también las lesiones en las manos, así como las caídas al mismo nivel (tropiezos, resbalones, caídas) son tipos de accidentes frecuentes.

 

  1. Aunque siempre es complicado hablar de futuro, ¿qué retos más significativos tienen el sector y la asociación por delante?

Creo que el principal reto que tiene el sector, en términos de Salud y Seguridad, hoy en día es alcanzar un nivel de excelencia en las medidas de protección contra el COVID, de forma que podamos mostrarnos como una actividad segura y necesaria para la economía, que sirva de palanca para superar la crisis económica asociada a la pandemia.

Por otro lado, el reto es bajar sustancialmente estos 20 accidentes por millón de horas trabajadas y esto requiere un gran compromiso de todos los asociados, reforzando la Cultura de Seguridad y destacando el valor de la salud y la seguridad de todos los que trabajamos en el sector, más allá del mero cumplimiento de los requisitos legales.