«La Administración puede hacer mucho en la lucha contra la competencia desleal y el intrusismo»
Entrevista a Celia Martínez, presidenta de Hormyapa y del Comité de Gestión de ANEFHOP de Aragón.
Como presidenta del Comité de Gestión de Aragón, ¿podría contarnos brevemente cómo es la situación del sector del hormigón en la región? ¿Cuáles son sus grandes preocupaciones?
Según las informaciones que recojo de nuestros asociados, el primer semestre del año en Aragón ha tenido un crecimiento moderado respecto al año anterior, y por debajo de la mayoría de las regiones de España. La previsión de cara al final de este año, parece que es de bajada respecto al año 2018, esperemos que moderada. En parte motivada porque las grandes obras (parques eólicos e infraestructuras de carreteras) están terminando, y en parte por el retraso de nuevas obras, motivado por la incertidumbre e inestabilidad política que tenemos en España, el panorama no es muy halagüeño de momento.
Respecto a las preocupaciones del sector, en mi opinión destacaría la necesidad de una cierta continuidad en el volumen de trabajo. Que se favorezcan iniciativas de inversión para que los industriales del hormigón puedan mantenerse activos. Esto ayudaría a algo tan importante como es dignificar poco a poco nuestro sector, (que también depende de nosotros mismos), con una mayor profesionalización día a día. Es importante el trabajo que se hace desde ANEFHOP en este sentido.
Otra preocupación reiterada en el tiempo, en la cual creo que la Administración en general puede hacer mucho al respecto, es la lucha contra la competencia desleal, contra el intrusismo. Por ejemplo, ahora con el nuevo Real Decreto de Control de producción de los hormigones fabricados en central que ha entrado en vigor este año, se nos va a exigir un certificado por un organismo certificador autorizado por ENAC. Si es así, y se nos exige de verdad a todos, se evitaría mucho intrusismo. La Administración debe ser la primera en exigir y contratar en sus obras siempre con los que son profesionales y cumplen la normativa vigente en cada momento.
Entre los momentos más difíciles que ha atravesado el hormigón destaca, sin ninguna duda, la crisis en 2007. ¿Cómo ha afectado al sector (organización de las empresas, tejido empresarial, número de asociados…)?
La crisis afectó de forma muy general en España a todos los sectores. A nuestro sector, con el boom inmobiliario que habíamos tenido, nos empezó a afectar de forma importante a partir del año 2007. Supuso un antes y un después muy claro. Es posible que jamás se alcancen de nuevo los volúmenes de esos años. En concreto, la crisis en Zaragoza fue mucho más acusada, pues coincidió la crisis general del sector con la finalización récord de todas las obras necesarias para la realización de la Expo 2008. Cuando esta pasó, de repente el volumen de trabajo bajó a niveles mínimos. En el resto de Aragón la incidencia de la crisis fue parecida a otras zonas de España.
Parece que el tejido empresarial en cuanto a número de empresas en activo no ha descendido mucho, pero sí el número de plantas con las que operaba cada empresa. Por supuesto el número de asociados se resintió, y en mi opinión fue un retroceso, o por lo menos una ralentización en los objetivos de dignificación y profesionalización del sector.
Actualmente, ¿podría afirmar que la situación del sector es estable en Aragón?
No. Ni en Aragón ni en el resto de las comunidades autónomas. El sector del hormigón es muy fluctuante y soporta de forma inmediata los grandes cambios que se sufren a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, nuestro sector depende mucho de la inversión pública; luego es obvio el impacto que en la estabilidad del sector tiene de la situación actual en España.
Usted es una persona muy activa, participa en la asociación a nivel regional y también en la Conferencia de Presidentes, ¿Cuál cree que es la importancia de la existencia de Anefhop para el sector, a nivel nacional y a nivel regional?
Para mí la importancia de ANEFHOP es innegable, y de hecho es una asociación muy consolidada. El pasado año cumplió 50 años de existencia. Parece claro que cada uno de nosotros solo no va a ningún lado, necesitamos una asociación que nos represente y que trabaje con profesionalidad y modernización como lo hace ANEFHOP.
Una asociación que representa a tantas empresas del sector, tiene como primer objetivo unificar su voz y darle su presencia en el panorama nacional e internacional. Es crítico su trabajo por analizar las necesidades de sus socios y saber darles respuesta, ser un interlocutor único, representando a muchas empresas ante las Administraciones u otros organismos. ANEFHOP dispone de un personal muy cualificado, dignificando y trabajando día a día por nuestras empresas. Su organización por zonas y a nivel nacional lo considero adecuado para acercar la asociación a cada asociado, manteniendo a la vez una voz única a nivel nacional.
Pese a la existencia de leyes contra la competencia desleal, seguimos encontrando casos en los que se abren plantas sin las pertinentes licencias. ¿Es esta una problemática frecuente en Aragón?
Como ya he comentado, es un problema que existe en nuestra región y una de las principales preocupaciones del sector. Quizás en Aragón hay menos casos que en otras zonas de España, pero sí, nuestra asociación lucha día a día contra ello. Probablemente, lo más problemático sea la multitud de administraciones que intervienen en la legalización de una planta y normalmente cada una actúa de forma separada y diferente. No hay unos criterios únicos para todas las administraciones en la forma de actuar y esto nos perjudica en la defensa de nuestros intereses contra las instalaciones ilegales. Por otra parte, no hay un control eficiente de las plantas de hormigón instaladas y, sobre todo, no hay una eficaz disciplina urbanística y medioambiental que reaccione de manera ágil contra el infractor.
Con respecto a los elevados plazos de pago, otro de los problemas a los que se enfrenta el sector del hormigón, ¿qué medidas se están poniendo en marcha en su región? ¿Es suficiente la actuación que se lleva a cabo o haría falta una mayor implicación de la Administración Pública?
En este aspecto ANEFHOP trabaja a nivel nacional. Estamos muy bien informados de los medios a nuestro alcance, y de las reuniones con los responsables para que los plazos de pago se mejoren y se cumplan. Estamos muy alejados de otros países europeos, si nos comparamos con nuestros vecinos franceses el plazo normal ronda los 60 días, y además su Administración se implica en la lucha contra la morosidad. En eso, en España nos falta bastante camino por recorrer.
A su juicio, ¿qué otros retos plantea el sector en los próximos años? ¿Hay razones para el optimismo?
Pues los retos actuales son muchos y diversos: la profesionalización del sector, acercarnos a los estándares europeos, adaptarnos a la nueva normativa que va a entrar en vigor y que nos lleva a una profesionalización clara (cualquiera no puede ser un buen fabricante de hormigón). Los usos de nuestro producto son claros e incluso se están ampliando, es un sector en continua evolución en los tipos de hormigones y prestaciones para los que se solicita, luego es lógico pensar que es un sector en crecimiento. Lo importante sería una cierta estabilidad de la producción para conseguir avanzar de una manera más firme en todas estas ideas y en un asentamiento de las empresas.
Otro reto en el que trabaja ANEFHOP es la comunicación. Transmitir lo que se hace a nuestros asociados y también al exterior, visibilizar nuestro sector, su importancia, nuestro trabajo, acercarnos y colaborar con otros colectivos y sectores.
La formación por parte de todas las personas que intervienen en la fabricación y puesta del hormigón en obra es cada día más relevante. Esto es un reto que tenemos los asociados de ANEFHOP, que nos diferenciará cada día más del intrusismo y hará que se nos valore como profesionales especializados.
En mi opinión creo en este sector con optimismo, hay muchas cosas por hacer, además hay ideas y ganas, y pienso que con buen hacer, dedicación y paciencia se irán consiguiendo.
No es habitual encontrar una mujer en el mundo del hormigón. En función de su experiencia, ¿qué mensaje enviaría a otras mujeres para que deje de ser esto una excepción?
Bueno, desde luego este es un mundo de hombres o por lo menos ha sido un mundo de hombres. En el sector de la construcción y los servicios aledaños como éste es así, no hay más que acercarse a una obra; pero está situación, como en casi todos los sectores empresariales y en general en el mundo laboral, está cambiando día a día.
Nuestro sector quizás va más despacio que otros, pero hay ya muchas mujeres trabajando en las empresas de hormigón; yo creo que no es cuestión de animarlas, sino simplemente de darle tiempo al tiempo.
A mí es un mundo que me gusta mucho, a veces ingrato, pero como cualquier otro trabajo. Yo he tenido la oportunidad de trabajar en esto porque mi familia lo quiso así, e intento colaborar y aprender cada día un poco más. Existen muchas empresas familiares en el sector del hormigón y cada día trabajan más mujeres en ellas con un nivel de implicación y constancia notables, y muy necesarios para estar en puestos relevantes del sector.