Durante la crisis del coronavirus, el sector del hormigón mantiene su actividad para apoyar la economía
Entrevista Jon Azpeitia Ibarrondo, presidente del Comité de Gestión de Euskadi y jefe de Área de Hormigón de Hanson-HeidelbergCement.
(La entrevista se realizó con anterioridad a la publicación del RDL 10/2020 del domingo 29 de marzo, que obligaba al cese de actividad)
Como actual presidente del Comité de Gestión de Euskadi, ¿podría contarnos cómo ha vivido la evolución del sector en los últimos años?
La fabricación del hormigón es una actividad muy antigua, que tiene su origen en el Imperio Romano. Forma parte de un sector muy dinámico que vive en permanente evolución, llegando a alcanzar actualmente un alto grado de profesionalidad en Euskadi.
Cuando accedí a la presidencia del Comité de Gestión de Euskadi en el año 2015, el sector estaba inmerso en la crisis que se había iniciado en 2008. Se sufrieron importantes contratiempos tales como cierres de instalaciones, desaparición de empresas, problemas económicos, etc., por lo que el sector se tuvo que reestructurar y adecuar a las circunstancias de forma notable.
En Euskadi, se ha producido, por un lado, la paralización general de la obra pública y, por otro, la promoción privada de viviendas. En el caso de la obra pública, es necesario un mayor impulso de la Administración, ya que, hasta la fecha, solo se ha mantenido la construcción de algunos tramos de la línea de alta velocidad. Se trata de un proyecto singular, que no afecta por igual a las empresas concentrándose en zonas muy concretas del territorio, por lo que no favorece el completo desarrollo de la región. Además, nos preocupa que lleva un retraso notable, no viéndose claro el proceso hasta su finalización.
Y en la actualidad, ¿cómo está viviendo el sector esta situación de alarma provocada por el coronavirus?
Actualmente, estamos inmersos en una crisis sanitaria de efectos muy negativos para nuestros asociados. Por el momento, es complicado evaluar el alcance de los daños que sufriremos en nuestras empresas.
De lo que sí estamos seguros, es de que nos veremos afectados por una nueva crisis económica y, en nuestra mano está, que no sea más grande de lo que se espera. Por esto mismo, y porque el Gobierno así lo ha considerado, mantenemos nuestra actividad, para que la salida de la crisis económica sea lo más rápida posible.
El sector del hormigón, y por ende la construcción, es una pieza clave en la economía de este país porque, entre otras cosas, emplea a millón y medio de trabajadores. Por eso mismo, asumimos esta responsabilidad con un fuerte compromiso por garantizar la salud de todos nuestros trabajadores en activo, entre los que me incluyo, insistiendo en el cumplimiento de todas las medidas de prevención de contagios. A lo que me gustaría añadir que la mayoría del sector ya tiene implementados exigentes protocolos de protección, por lo que afronta esta situación desde la experiencia y el saber hacer.
El 2011 se inició la implantación el Hormigón Expert como medida de los asociados para salir reforzados de la crisis, ¿de qué manera, considera usted, que ha contribuido al desarrollo del sector en su región?
El Hormigón EXPERT se basa en tres pilares fundamentales de ANEFHOP que defendemos también en Euskadi: calidad, medio ambiente y prevención de riesgos laborales. Todos ellos suponen la base sobre la que construimos nuestro producto final, por lo que nuestros asociados se han volcado con entusiasmo en cumplir con lo prescrito para la obtención de este distintivo.
En términos generales, hemos adecuado nuestras instalaciones a la tecnología más novedosa y formado a nuestro personal en todas las etapas del proceso de producción, venta y distribución.
También, apostamos firmemente por el cuidado del medio ambiente, recuperando continuamente los residuos generados y empleándolos en nuevos fines. Es un compromiso que han adquirido gran parte de las empresas de Euskadi y estamos avanzando permanentemente en esta línea.
La prevención de riesgos laborales merece una mención especial, ya que, a mi modo de ver, es un objetivo primordial. Desde las empresas se están adoptando todas las medidas posibles, tanto desde el punto de vista mecánico, como de formación de nuestro personal, propio y externo, persiguiendo el objetivo de cero accidentes.
Por todo ello, el distintivo Hormigón Expert es una iniciativa muy aplaudida, especialmente por nuestros asociados. Además, estamos convencidos de que la dignificación del sector llevará implícita su sostenibilidad.
Una de las novedades actuales viene de la mano del Real Decreto 163/2019 que supone la obligatoriedad de certificar el control de producción de las plantas de hormigón. En relación a esto, ¿cómo están afrontando las empresas vascas estas nuevas exigencias?
La aplicación del RD 163/2019 debería suponer el cierre de las instalaciones que no cumplan con los requisitos legales y que, a día de hoy, suponen una competencia desleal a las empresas cumplidoras con el Real Decreto. En este apartado, todos los actores participantes, y no solo las empresas productoras, deberían ser especialmente exigentes. El camino hacia la dignificación de nuestro sector pasa por la eliminación de las empresas que tomen atajos.
El hecho de que haya numerosas plantas de fabricación de hormigón en Euskadi poseedoras del distintivo DOR implica que estas instalaciones ya están preparadas para cumplir con el RD 163/2019, lo que las coloca en una posición más competitiva. La Administración deberá exigir el completo cumplimiento del RD, para lo cual ANEFHOP está realizando y realizará todas las gestiones oportunas hasta lograr su plena aplicación.
Es de desear que estos esfuerzos, tanto los del cumplimiento del RD como los del Hormigón Expert, sean debidamente valorados por las administraciones y por nuestros clientes. Como ya he comentado anteriormente, la dignificación de nuestro sector pasa por la plena profesionalización de todos sus actores, así como por el cumplimiento de la normativa vigente.
La reciente entrada en concurso de acreedores de algunas empresas constructoras, y las deudas a proveedores y subcontratistas que dejan tras de sí, evidencian una problemática sectorial. ¿Podría contarnos cómo están viviendo esta situación los asociados en la región?
En fechas recientes hemos sufrido un incremento de empresas concursadas que no van a hacer frente a los compromisos de pago del hormigón suministrado. Se presenta un agravante adicional, ya que, debido al habitual incumplimiento de las limitaciones legales de los plazos de pago, los importes impagados serán superiores a los que deberían.
A través de ANEFHOP, estamos realizando una campaña de concienciación con el fin de que se cumplan los plazos de pago que la ley establece, que no son otros que 60 días desde la entrega del hormigón, y creemos que el resto de los actores, especialmente las asociaciones profesionales y las Administraciones, deberían sumarse a la misma.
El incumplimiento de los plazos de pago se eliminaría de raíz si las Administraciones públicas vigilaran su efectivo cumplimiento y si se estableciera un reglamento sancionador de los incumplimientos sin necesidad de realizar reclamaciones judiciales.
A estos efectos, la legislación francesa es un modelo a seguir, ya que se establecen sanciones administrativas de hasta 375.000 euros a las empresas morosas.
En otras regiones señalan la competencia desleal como uno de los mayores problemas a los que se enfrentan ¿Cómo se refleja este problema en Euskadi y qué se puede hacer desde la asociación para combatirlo?
Consideramos imprescindible la implicación de las autoridades administrativas para erradicar la competencia desleal.
Debemos tener claro que llamamos competencia desleal a toda aquella empresa que opera en el mercado sin cumplir fehacientemente la normativa vigente, independientemente de que esté instalada en el territorio de la Comunidad autónoma o en el de otras regiones limítrofes.
Por las denuncias administrativas y judiciales de ANEFHOP, se consiguió que, para la implantación de nuevas centrales bien para una obra o para el mercado en general, sea preceptivo tramitar y obtener la licencia municipal de instalación, de similar forma que a las centrales de hormigón preparado ya establecidas. Asimismo, se deberá cumplir con el resto de normativa de aplicación como el citado RD 163/2019.
En Euskadi, disponemos de una amplia oferta capaz de atender todas las necesidades de nuestra región de manera eficaz y solvente.
No obstante, si una empresa se instala y cumple con toda la normativa vigente, no sólo será aceptada, sino que intentaremos que se una a la asociación. Ahora bien, si no cumple con los requisitos legales, y trata de hacerlos de manera ilegal y por tanto desleal, la política de la asociación es tramitar la denuncia.
A su juicio, ¿cuáles son los retos para el sector en los próximos años? ¿Hay razones para el optimismo?
El optimismo resulta imprescindible para sobrevivir en un sector que en muchas ocasiones nos obliga a replantearnos nuestras convicciones y esfuerzos.
En los próximos años nos enfrentamos a uno de los mayores retos que hayamos tenido, la reducción de CO2. Este hecho es una prioridad que debe definir el proceso productivo en todas sus fases. Por lo que, el sector debe ayudar a la investigación para fabricar hormigones más sostenibles con el empleo de menos Clinker, con nuevos materiales jamás usados en el hormigón o con materiales reciclados.
Desde el punto de vista de la calidad del hormigón, considero que la legislación española del hormigón preparado (EHE-08 o similar) debe converger con la normativa europea, potenciando la confianza en el control de producción del fabricante, que debe realizar un mayor esfuerzo. De esta manera, se podrá reducir el control de recepción sin que la seguridad de la estructura se vea comprometida. En esta línea, el RD 163 debe suponer un punto de inflexión hacia esta convergencia.
Para lograr estos objetivos, desde ANEFHOP tenemos que seguir trabajando desde diferentes ámbitos.
En primer lugar, seguir compartiendo nuestra actividad con los asociados y el resto de públicos externos. Visibilizar nuestro sector, transmitir su importancia y colaborar con otros colectivos y sectores son y serán las sendas de camino para afrontar estos retos.
En segundo lugar, seguir esforzándonos por representar al sector en los diferentes escenarios de elaboración y negociación de las normativas y leyes de aplicación al sector.
Por último, seguir trabajando en una oferta formativa para que nos permita diferenciarnos de las empresas intrusas y que nos ponga en valor como profesionales especializados.