Durante la crisis del coronavirus, el sector del hormigón mantiene su actividad para apoyar la economía

Entrevista Jon Azpeitia Ibarrondo, presidente del Comité de Gestión de Euskadi y jefe de Área de Hormigón de Hanson-HeidelbergCement.

(La entrevista se realizó con anterioridad a la publicación del RDL 10/2020 del domingo 29 de marzo, que obligaba al cese de actividad)

 

Como actual presidente del Comité de Gestión de Euskadi, ¿podría contarnos cómo ha vivido la evolución del sector en los últimos años?

La fabricación del hormigón es una actividad muy antigua, que tiene su origen en el Imperio Romano. Forma parte de un sector muy dinámico que vive en permanente evolución, llegando a alcanzar actualmente un alto grado de profesionalidad en Euskadi.

Cuando accedí a la presidencia del Comité de Gestión de Euskadi en el año 2015, el sector estaba inmerso en la crisis que se había iniciado en 2008. Se sufrieron importantes contratiempos tales como cierres de instalaciones, desaparición de empresas, problemas económicos, etc., por lo que el sector se tuvo que reestructurar y adecuar a las circunstancias de forma notable.

En Euskadi, se ha producido, por un lado, la paralización general de la obra pública y, por otro, la promoción privada de viviendas. En el caso de la obra pública, es necesario un mayor impulso de la Administración, ya que, hasta la fecha, solo se ha mantenido la construcción de algunos tramos de la línea de alta velocidad. Se trata de un proyecto singular, que no afecta por igual a las empresas concentrándose en zonas muy concretas del territorio, por lo que no favorece el completo desarrollo de la región. Además, nos preocupa que lleva un retraso notable, no viéndose claro el proceso hasta su finalización.

Y en la actualidad, ¿cómo está viviendo el sector esta situación de alarma provocada por el coronavirus?

Actualmente, estamos inmersos en una crisis sanitaria de efectos muy negativos para nuestros asociados. Por el momento, es complicado evaluar el alcance de los daños que sufriremos en nuestras empresas.

De lo que sí estamos seguros, es de que nos veremos afectados por una nueva crisis económica y, en nuestra mano está, que no sea más grande de lo que se espera. Por esto mismo, y porque el Gobierno así lo ha considerado, mantenemos nuestra actividad, para que la salida de la crisis económica sea lo más rápida posible.

El sector del hormigón, y por ende la construcción, es una pieza clave en la economía de este país porque, entre otras cosas, emplea a millón y medio de trabajadores. Por eso mismo, asumimos esta responsabilidad con un fuerte compromiso por garantizar la salud de todos nuestros trabajadores en activo, entre los que me incluyo, insistiendo en el cumplimiento de todas las medidas de prevención de contagios. A lo que me gustaría añadir que la mayoría del sector ya tiene implementados exigentes protocolos de protección, por lo que afronta esta situación desde la experiencia y el saber hacer.

El 2011 se inició la implantación el Hormigón Expert como medida de los asociados para salir reforzados de la crisis, ¿de qué manera, considera usted, que ha contribuido al desarrollo del sector en su región?

El Hormigón EXPERT se basa en tres pilares fundamentales de ANEFHOP que defendemos también en Euskadi: calidad, medio ambiente y prevención de riesgos laborales. Todos ellos suponen la base sobre la que construimos nuestro producto final, por lo que nuestros asociados se han volcado con entusiasmo en cumplir con lo prescrito para la obtención de este distintivo.

En términos generales, hemos adecuado nuestras instalaciones a la tecnología más novedosa y formado a nuestro personal en todas las etapas del proceso de producción, venta y distribución.

También, apostamos firmemente por el cuidado del medio ambiente, recuperando continuamente los residuos generados y empleándolos en nuevos fines. Es un compromiso que han adquirido gran parte de las empresas de Euskadi y estamos avanzando permanentemente en esta línea.

La prevención de riesgos laborales merece una mención especial, ya que, a mi modo de ver, es un objetivo primordial. Desde las empresas se están adoptando todas las medidas posibles, tanto desde el punto de vista mecánico, como de formación de nuestro personal, propio y externo, persiguiendo el objetivo de cero accidentes.

Por todo ello, el distintivo Hormigón Expert es una iniciativa muy aplaudida, especialmente por nuestros asociados. Además, estamos convencidos de que la dignificación del sector llevará implícita su sostenibilidad.

Una de las novedades actuales viene de la mano del Real Decreto 163/2019 que supone la obligatoriedad de certificar el control de producción de las plantas de hormigón. En relación a esto, ¿cómo están afrontando las empresas vascas estas nuevas exigencias?

La aplicación del RD 163/2019 debería suponer el cierre de las instalaciones que no cumplan con los requisitos legales y que, a día de hoy, suponen una competencia desleal a las empresas cumplidoras con el Real Decreto. En este apartado, todos los actores participantes, y no solo las empresas productoras, deberían ser especialmente exigentes. El camino hacia la dignificación de nuestro sector pasa por la eliminación de las empresas que tomen atajos.

El hecho de que haya numerosas plantas de fabricación de hormigón en Euskadi poseedoras del distintivo DOR implica que estas instalaciones ya están preparadas para cumplir con el RD 163/2019, lo que las coloca en una posición más competitiva. La Administración deberá exigir el completo cumplimiento del RD, para lo cual ANEFHOP está realizando y realizará todas las gestiones oportunas hasta lograr su plena aplicación.

Es de desear que estos esfuerzos, tanto los del cumplimiento del RD como los del Hormigón Expert, sean debidamente valorados por las administraciones y por nuestros clientes. Como ya he comentado anteriormente, la dignificación de nuestro sector pasa por la plena profesionalización de todos sus actores, así como por el cumplimiento de la normativa vigente.

La reciente entrada en concurso de acreedores de algunas empresas constructoras, y las deudas a proveedores y subcontratistas que dejan tras de sí, evidencian una problemática sectorial. ¿Podría contarnos cómo están viviendo esta situación los asociados en la región?

En fechas recientes hemos sufrido un incremento de empresas concursadas que no van a hacer frente a los compromisos de pago del hormigón suministrado. Se presenta un agravante adicional, ya que, debido al habitual incumplimiento de las limitaciones legales de los plazos de pago, los importes impagados serán superiores a los que deberían.

A través de ANEFHOP, estamos realizando una campaña de concienciación con el fin de que se cumplan los plazos de pago que la ley establece, que no son otros que 60 días desde la entrega del hormigón, y creemos que el resto de los actores, especialmente las asociaciones profesionales y las Administraciones, deberían sumarse a la misma.

El incumplimiento de los plazos de pago se eliminaría de raíz si las Administraciones públicas vigilaran su efectivo cumplimiento y si se estableciera un reglamento sancionador de los incumplimientos sin necesidad de realizar reclamaciones judiciales.

A estos efectos, la legislación francesa es un modelo a seguir, ya que se establecen sanciones administrativas de hasta 375.000 euros a las empresas morosas.

En otras regiones señalan la competencia desleal como uno de los mayores problemas a los que se enfrentan ¿Cómo se refleja este problema en Euskadi y qué se puede hacer desde la asociación para combatirlo?

Consideramos imprescindible la implicación de las autoridades administrativas para erradicar la competencia desleal.

Debemos tener claro que llamamos competencia desleal a toda aquella empresa que opera en el mercado sin cumplir fehacientemente la normativa vigente, independientemente de que esté instalada en el territorio de la Comunidad autónoma o en el de otras regiones limítrofes.

Por las denuncias administrativas y judiciales de ANEFHOP, se consiguió que, para la implantación de nuevas centrales bien para una obra o para el mercado en general, sea preceptivo tramitar y obtener la licencia municipal de instalación, de similar forma que a las centrales de hormigón preparado ya establecidas. Asimismo, se deberá cumplir con el resto de normativa de aplicación como el citado RD 163/2019.

En Euskadi, disponemos de una amplia oferta capaz de atender todas las necesidades de nuestra región de manera eficaz y solvente.

No obstante, si una empresa se instala y cumple con toda la normativa vigente, no sólo será aceptada, sino que intentaremos que se una a la asociación. Ahora bien, si no cumple con los requisitos legales, y trata de hacerlos de manera ilegal y por tanto desleal, la política de la asociación es tramitar la denuncia.

A su juicio, ¿cuáles son los retos para el sector en los próximos años? ¿Hay razones para el optimismo?

El optimismo resulta imprescindible para sobrevivir en un sector que en muchas ocasiones nos obliga a replantearnos nuestras convicciones y esfuerzos.

En los próximos años nos enfrentamos a uno de los mayores retos que hayamos tenido, la reducción de CO2. Este hecho es una prioridad que debe definir el proceso productivo en todas sus fases. Por lo que, el sector debe ayudar a la investigación para fabricar hormigones más sostenibles con el empleo de menos Clinker, con nuevos materiales jamás usados en el hormigón o con materiales reciclados.

Desde el punto de vista de la calidad del hormigón, considero que la legislación española del hormigón preparado (EHE-08 o similar) debe converger con la normativa europea, potenciando la confianza en el control de producción del fabricante, que debe realizar un mayor esfuerzo. De esta manera, se podrá reducir el control de recepción sin que la seguridad de la estructura se vea comprometida. En esta línea, el RD 163 debe suponer un punto de inflexión hacia esta convergencia.

Para lograr estos objetivos, desde ANEFHOP tenemos que seguir trabajando desde diferentes ámbitos.

En primer lugar, seguir compartiendo nuestra actividad con los asociados y el resto de públicos externos. Visibilizar nuestro sector, transmitir su importancia y colaborar con otros colectivos y sectores son y serán las sendas de camino para afrontar estos retos.

En segundo lugar, seguir esforzándonos por representar al sector en los diferentes escenarios de elaboración y negociación de las normativas y leyes de aplicación al sector.

Por último, seguir trabajando en una oferta formativa para que nos permita diferenciarnos de las empresas intrusas y que nos ponga en valor como profesionales especializados.

“Nuestra relevancia radica en el gran nivel de los técnicos de las empresas asociadas”

Entrevista a José Antonio Hurtado, director de Innovación, Prescripción y Asistencia Técnica en HeidelbergCement Hispania y presidente del Comité Técnico de Calidad de ANEFHOP.

El Comité Técnico de Calidad es uno de los grandes pilares de la Asociación. ¿Podría contarnos brevemente cuáles son sus funciones y líneas generales de trabajo?

Nuestra relevancia radica en el gran nivel de los técnicos de las empresas asociadas que ejercen como vocales del mismo. La misión del Comité es consensuar el criterio técnico de la Asociación sobre los sistemas para el aseguramiento de la calidad del producto, desde la fase de diseño, a la fabricación, transporte y entrega del hormigón.

La función más importante del Comité es defender los criterios aprobados por la Junta Directiva, ante las administraciones y el resto de los agentes del sector, en todos los foros donde se negocian los requisitos de carácter normativo que son, generalmente, de obligado cumplimiento para los asociados.

A día de hoy, ¿Qué grandes retos afronta el sector? ¿Qué actividades está llevando a cabo el Comité Técnico de Calidad para dar respuesta a estos retos?

Una vez publicado en 2019 el Real Decreto 163 que regula el control de producción del hormigón preparado, nuestra meta fue preparar un conjunto de herramientas y un plan de formación que facilitase a los asociados la adaptación de sus procesos y procedimientos, así como negociar la racionalización de las exigencias vinculadas a la aplicación de los nuevos requisitos, algunos de los cuales suponen una revolución para nuestra industria.

El nuevo reto será afrontar la publicación del Código Estructural, que sustituirá la EHE-08 y conllevará un gran cambio en el control de calidad de nuestros suministros por parte de los que gestionan las obras. Esto nos obligará a ejecutar un plan de comunicación más ambicioso, que abarque tanto a los asociados como a los prescriptores, clientes, laboratorios y otros agentes del sector.

A futuro, es previsible que nos tengamos que implicar fuertemente en la adaptación al cambio climático de nuestra gama de productos, con el fin de seguir siendo un elemento esencial dentro de las soluciones constructivas más sostenibles.

Desde el pasado año se han producido novedades normativas como la instrucción técnica para el control de producción de hormigones en central o el nuevo código estructural. ¿Qué papel ha jugado el Comité Técnico en estos cambios?

Fieles a los objetivos que nos marcó la Junta Directiva de la Asociación, nuestra colaboración en la redacción de los citados documentos ha supuesto un enorme esfuerzo de conciliación y negociación.

Este esfuerzo se puede medir en los años de dedicación de los vocales del Comité cuyo objetivo fue consensuar una versión adaptada a los requerimientos del mercado e intereses de los asociados, manteniendo la confidencialidad de nuestras deliberaciones y garantizando la credibilidad de los argumentos, que eran negociados por los representantes de la asociación en las reuniones de trabajo creadas por las administraciones competentes.

Sin intención de menospreciar al resto de los que han participado, no puedo dejar de recordar la excelente gestión del que fue secretario del Comité durante los años más difíciles e intensos dedicados a este empeño, Don Juan Eugenio Cañadas.

Recientemente se han llevado a cabo jornadas de formación sobre ambas normas. ¿Por qué son tan importantes estas normas y el conocimiento de las mismas por parte de los asociados?

Son requisitos de obligado cumplimiento para todos los fabricantes de hormigón preparado, a través de los cuales se definen las garantías de calidad de fabricación y para el suministro del producto a nuestros clientes.

En estos documentos, también se establecen condiciones y estándares con los que se garantiza el empleo del hormigón preparado como uno de los materiales más sostenibles en la fabricación de elementos constructivos.

En la medida en que los asociados perfeccionan su conocimiento de sendas normas, mejoran su competitividad, pues pueden asesorar de forma más cualificada a sus clientes y extender el uso del hormigón preparado frente a otras tecnologías.

¿Qué influencia ha tenido el Hormigón Expert para los asociados de cara al cumplimiento de la ITCP? ¿Cuál es su opinión sobre la aceptación del sello en el sector?

El Hormigón Expert es la plataforma ideal para testear los criterios técnicos y tecnológicos que el Comité Técnico consensua, anticipándose a lo que hemos defendido como estándar en la ITCP y posicionando al asociado como un referente en el mercado.

Los diferentes Comités técnicos territoriales permiten a ANEFHOP y al Comité Técnico Nacional conocer la realidad concreta de cada región, y a su vez trasladar a todas las CCAA los planes y proyectos que se llevan a cabo en la Nacional. ¿Qué opinión tiene de esta capilaridad?

El Comité Técnico está nutrido de las aportaciones de los técnicos que trabajan a nivel territorial a través de los delegados de ANEFHOP, que son vocales de pleno derecho y participan activamente en la trasmisión de información o acuerdos.

En cualquier caso, debo reconocer que tenemos oportunidades de mejora en este campo y que puede ser uno de nuestros objetivos a corto plazo mejorar la comunicación en ambos sentidos.

“La capacidad de trabajar en el presente con vistas a futuro”, importancia de la existencia de Anefhop para el sector

Entrevista a Ignacio Ramos Sanchez, delegado de General de Hormigones S.A. en Castilla y León y presidente del Comité de Gestión de ANEFHOP en Castilla y León.

Como presidente del Comité de Gestión de Castilla y León, ¿podría contarnos brevemente cómo es la situación del sector del hormigón en la región? ¿Cuáles son sus grandes preocupaciones actuales?

A mi juicio, la situación de nuestro sector en Castilla y León es de gran incertidumbre, hasta el punto que, de no corregirse las circunstancias en las que se enmarca actualmente nuestra actividad, supondrá el cierre de centros de producción, a corto plazo, y la desaparición de empresas, a largo plazo.

Existe un creciente desajuste entre la oferta y la demanda, y no solo en cuanto a volumen, sino también en lo que se refiere a productos y servicios prestados. La demanda se sustenta por la iniciativa privada, aunque de una manera discontinua. Y la licitación pública es escasa y muy localizada. Respecto a la oferta, está muy atomizada, innumerables centros de trabajo por toda la región con producciones que en muchos casos no cubren los costes fijos de las instalaciones.

En cuanto a la segunda cuestión que me planteáis, es la pérdida de identidad de nuestra actividad, y lo que ello puede afectar al sector de la construcción en general, lo que más me preocupa.

En los últimos años, las empresas dedicadas a la fabricación de hormigones, o bien se han integrado en grupos empresariales más grandes, o bien han pasado a ser una actividad más dentro de la diversificación a la que se han visto avocadas muchas empresas.

Entre los momentos más difíciles que ha atravesado el sector destaca, sin ninguna duda, la crisis en 2007. ¿Cómo ha afectado al sector (organización de las empresas, tejido empresarial, número de asociados…)?

El principal efecto de la crisis, no nos vamos a engañar, fue el cierre de instalaciones, la desaparición de empresas y, desgraciadamente, de grandes profesionales, pero sus secuelas aun las padecemos y algunas de ellas aún no se han depurado.

Se paralizaron drásticamente las inversiones y, como consecuencia, nos encontramos con instalaciones obsoletas y costosas, que difícilmente van a poder atender las innovaciones que se demanden por un sector, el de la construcción, que está acelerando su reestructuración.

Además, los ajustes, en cuanto a medios humanos, nos han llevado al punto de necesitar un relevo generacional con adecuados niveles de formación y especialización. Personas que sean capaces de abordar los cambios a los que irremediablemente nos vamos a enfrentar.

Y, por supuesto, se resintió el tejido empresarial y asociativo. La cuenta de explotación era de subsistencia y se entendía que la cuota de la asociación era algo prescindible. Sin embargo, el problema es pensar que lo prescindible es estar asociado, y esto para mí es un error. Pienso que cuando más necesitas el amparo y los servicios de una asociación es en épocas de crisis, porque estar juntos te hace más fuerte y no te permite, durante los malos años, perder la dinámica del sector.

¿En qué medida ha ayudado el Sello Hormigón Expert a mejorar la situación del sector en su región tras la crisis sufrida?

Cuando Anefhop pone en marcha el Sello Hormigón Expert, yo era bastante escéptico en cuanto a las ventajas que reportaría a los asociados y al sector en general, considerando los previsibles costes que supondría a las empresas su implantación y sobre todo asumirlos en tiempos de crisis. Pero, con el tiempo, me he dado cuenta de los innumerables beneficios que ha reportado no solo a las empresas, sino también a nuestros potenciales clientes y, por supuesto, al sector en general.

Para nuestros clientes, es una garantía de que tanto el producto que adquieren como el servicio que se les presta es el fruto de un proceso sostenible, que cumple la normativa tanto general como específica.

Para nuestros asociados, es garantía, de que sus instalaciones y procesos, cumplen con la normativa vigente, supone aplicar procedimientos de control y mejora continua que refuerzan la organización y mejoran la competitividad.

Para nuestro sector, es una forma de reafirmar la identidad como fabricantes de un producto esencial y con garantías para la construcción. Y, por último, para la industria en general es la aportación de nuestras empresas a crear empleo y riqueza en nuestra sociedad, desde el cumplimiento de las normas y el respeto al entorno.

Actualmente, ¿podría afirmar que la situación del sector es estable en Castilla y León?

El sector de por sí, es muy dinámico, y muy sensible a los cambios sociopolíticos y socioeconómicos. La estabilidad que podría esperarse en mercados de pequeños núcleos de población, puede verse alterada por temas tan dispares como, el resultado de la cosecha, los planes provinciales de inversión, las licencias para parques eólicos y fotovoltaicos, y la inversión en la modernización de regadíos.

Y en los grandes núcleos de población, la situación de sectores como el automóvil y el agroalimentario, o la inversión en infraestructuras de cualquier administración pública, pueden ser determinantes a la hora de generar una demanda suficiente que de estabilidad al sector.

Pese a la existencia de leyes contra la competencia desleal, seguimos encontrando casos en los que se abren plantas sin las pertinentes licencias. ¿Es esta una problemática frecuente en su región?

La competencia desleal, consecuencia de la intervención en el sector de instalaciones, que o bien no cumplen la normativa exigible, o bien operan sin las licencias necesarias, es uno de los problemas más graves que afecta a nuestro sector, y no solo en nuestra región, sino de forma general en todo el territorio nacional.

La legalización de una industria para ejercer la actividad de fabricación y venta de hormigón, en primer lugar, depende de distintas administraciones que normalmente no aplican criterios uniformes y, en segundo lugar, los criterios ya a priori son distintos en función del municipio, la provincia o la región donde pretendas instalarte. Esto de por sí ya crea desigualdades.

Por otro lado, las distintas administraciones no ejercen de oficio, la obligación que tienen de vigilar y controlar el cumplimiento de la normativa. En este caso, desde Anefhop, estamos asumiendo estas funciones en defensa de nuestros asociados y por el bien del sector, pero necesitamos una acción mayor de la Administración.

Recientemente se ha aprobado el RD163/2019 para el control de producción. ¿En qué manera cree que va a afectar al sector?

Como todos sabemos, este Real Decreto viene a sustituir a la Orden Ministerial del año 2001, que regulaba el control de producción de los hormigones fabricados en central, y que había que adaptar a las nuevas circunstancias de nuestra actividad.

La incorporación a nueva normativa de aspectos como la trazabilidad de los procesos, la necesidad de registrar documentalmente los mismos y la obligatoriedad de ser inspeccionados periódicamente por un Organismo de Control Acreditado afecta a corto plazo de forma positiva a nuestro sector.

Es más, espero que, una vez consolidada la Instrucción Técnica y siguiendo los criterios de la comunidad económica europea, sea determinante para eliminar el control de recepción en obra.

Usted es una persona muy activa, participa en la asociación a nivel regional y también en la Conferencia de presidentes, ¿Cuál es la importancia de la existencia de Anefhop para el sector, a nivel nacional y a nivel regional?

Creo que no somos plenamente conscientes de la importancia que esta Asociación tiene, y ha tenido desde su constitución hace ya más de 50 años, en nuestras empresas en particular y en nuestro sector en general. Me gustaría destacar tres aspectos en los que resumir el gran trabajo diario de todas las personas vinculadas a Anefhop.

En primer lugar, la representación y defensa de los intereses generales de sus asociados ante cualquier ente público o privado, nacional o internacional, y en cualquier  ámbito social.

En segundo lugar, la contribución a la profesionalización del sector, a través de la información a las empresas, y de la  formación a las personas que las integran.

Por último, y para mí lo más esencial, la capacidad de trabajar en el presente con vistas a futuro. La velocidad, con la que cambia nuestro entorno, requiere de la experiencia del pasado, así como de la agilidad para adaptarse en el presente y prepararse para lo que nos deparará el futuro.

A su juicio, ¿Cuáles son los retos para el sector en los próximos años? ¿Hay razones para el optimismo?

Siempre es difícil visionar el futuro y concretar cuáles serán las demandas de los próximos años, pero sí tenemos datos para afirmar que nos moveremos en un entorno que apuesta por la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente, así como por el desarrollo de nuevas técnicas constructivas. En este caso creo que deberíamos tener en cuenta lo que decía Jack Welch: “Cambia antes de que tengas que hacerlo”.

El sector debe reafirmar su identidad como negocio, corregir la atomización, luchar contra el intrusismo y eliminar la competencia desleal, y la mejor forma es hacerlo unidos, asociados, defendiendo nuestros intereses comunes.

Las empresas deben acometer acciones que les permitan operar con flexibilidad en un entorno cada vez más cambiante.

Modernizar sus instalaciones y hacerlas más versátiles, de tal forma que les permita incorporar distintas y nuevas materias primas con menor impacto ambiental para elaborar nuevos productos; incrementar la formación continua de todas las personas en todas las líneas de la empresa, pues se requerirán conocimientos específicos en cada materia; y saltar de la digitalización a la transformación digital, asignando todos los recursos tecnológicos disponibles en cada proceso para ser más productivo; será importante para las grandes empresas, e imprescindible para las PYMES.

Por último, claro que hay razones para el optimismo Nicholas M. Butler decía: “el optimismo es esencial para el logro y es también el fundamento del valor y del verdadero progreso”.

«La Administración puede hacer mucho en la lucha contra la competencia desleal y el intrusismo»

Entrevista a Celia Martínez, presidenta de Hormyapa y del Comité de Gestión de ANEFHOP de Aragón.

Como presidenta del Comité de Gestión de Aragón, ¿podría contarnos brevemente cómo es la situación del sector del hormigón en la región? ¿Cuáles son sus grandes preocupaciones?

Según las informaciones que recojo de nuestros asociados, el primer semestre del año en Aragón ha tenido un crecimiento moderado respecto al año anterior, y por debajo de la mayoría de las regiones de España. La previsión de cara al final de este año, parece que es de bajada respecto al año 2018, esperemos que moderada. En parte motivada porque las grandes obras (parques eólicos e infraestructuras de carreteras) están terminando, y en parte por el retraso de nuevas obras, motivado por la incertidumbre e inestabilidad política que tenemos en España, el panorama no es muy halagüeño de momento.

Respecto a las preocupaciones del sector, en mi opinión destacaría la necesidad de una cierta continuidad en el volumen de trabajo. Que se favorezcan iniciativas de inversión para que los industriales del hormigón puedan mantenerse activos. Esto ayudaría a algo tan importante como es dignificar poco a poco nuestro sector, (que también depende de nosotros mismos), con una mayor profesionalización día a día. Es importante el trabajo que se hace desde ANEFHOP en este sentido.

Otra preocupación reiterada en el tiempo, en la cual creo que la Administración en general puede hacer mucho al respecto, es la lucha contra la competencia desleal, contra el intrusismo. Por ejemplo, ahora con el nuevo Real Decreto de Control de producción de los hormigones fabricados en central que ha entrado en vigor este año, se nos va a exigir un certificado por un organismo certificador autorizado por ENAC. Si es así, y se nos exige de verdad a todos, se evitaría mucho intrusismo. La Administración debe ser la primera en exigir y contratar en sus obras siempre con los que son profesionales y cumplen la normativa vigente en cada momento.

Entre los momentos más difíciles que ha atravesado el hormigón destaca, sin ninguna duda, la crisis en 2007. ¿Cómo ha afectado al sector (organización de las empresas, tejido empresarial, número de asociados…)?

La crisis afectó de forma muy general en España a todos los sectores. A nuestro sector, con el boom inmobiliario que habíamos tenido, nos empezó a afectar de forma importante a partir del año 2007. Supuso un antes y un después muy claro. Es posible que jamás se alcancen de nuevo los volúmenes de esos años. En concreto, la crisis en Zaragoza fue mucho más acusada, pues coincidió la crisis general del sector con la finalización récord de todas las obras necesarias para la realización de la Expo 2008. Cuando esta pasó, de repente el volumen de trabajo bajó a niveles mínimos. En el resto de Aragón la incidencia de la crisis fue parecida a otras zonas de España.

Parece que el tejido empresarial en cuanto a número de empresas en activo no ha descendido mucho, pero sí el número de plantas con las que operaba cada empresa. Por supuesto el número de asociados se resintió, y en mi opinión fue un retroceso, o por lo menos una ralentización en los objetivos de dignificación y profesionalización del sector.

Actualmente, ¿podría afirmar que la situación del sector es estable en Aragón?

No. Ni en Aragón ni en el resto de las comunidades autónomas. El sector del hormigón es muy fluctuante y soporta de forma inmediata los grandes cambios que se sufren a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, nuestro sector depende mucho de la inversión pública; luego es obvio el impacto que en la estabilidad del sector tiene de la situación actual en España.

Usted es una persona muy activa, participa en la asociación a nivel regional y también en la Conferencia de Presidentes, ¿Cuál cree que es la importancia de la existencia de Anefhop para el sector, a nivel nacional y a nivel regional?

Para mí la importancia de ANEFHOP es innegable, y de hecho es una asociación muy consolidada. El pasado año cumplió 50 años de existencia. Parece claro que cada uno de nosotros solo no va a ningún lado, necesitamos una asociación que nos represente y que trabaje con profesionalidad y modernización como lo hace ANEFHOP.

Una asociación que representa a tantas empresas del sector, tiene como primer objetivo unificar su voz y darle su presencia en el panorama nacional e internacional. Es crítico su trabajo por analizar las necesidades de sus socios y saber darles respuesta, ser un interlocutor único, representando a muchas empresas ante las Administraciones u otros organismos. ANEFHOP dispone de un personal muy cualificado, dignificando y trabajando día a día por nuestras empresas. Su organización por zonas y a nivel nacional lo considero adecuado para acercar la asociación a cada asociado, manteniendo a la vez una voz única a nivel nacional.

Pese a la existencia de leyes contra la competencia desleal, seguimos encontrando casos en los que se abren plantas sin las pertinentes licencias. ¿Es esta una problemática frecuente en Aragón?

Como ya he comentado, es un problema que existe en nuestra región y una de las principales preocupaciones del sector. Quizás en Aragón hay menos casos que en otras zonas de España, pero sí, nuestra asociación lucha día a día contra ello. Probablemente, lo más problemático sea la multitud de administraciones que intervienen en la legalización de una planta y normalmente cada una actúa de forma separada y diferente. No hay unos criterios únicos para todas las administraciones en la forma de actuar y esto nos perjudica en la defensa de nuestros intereses contra las instalaciones ilegales. Por otra parte, no hay un control eficiente de las plantas de hormigón instaladas y, sobre todo, no hay una eficaz disciplina urbanística y medioambiental que reaccione de manera ágil contra el infractor.

Con respecto a los elevados plazos de pago, otro de los problemas a los que se enfrenta el sector del hormigón, ¿qué medidas se están poniendo en marcha en su región? ¿Es suficiente la actuación que se lleva a cabo o haría falta una mayor implicación de la Administración Pública?

En este aspecto ANEFHOP trabaja a nivel nacional. Estamos muy bien informados de los medios a nuestro alcance, y de las reuniones con los responsables para que los plazos de pago se mejoren y se cumplan. Estamos muy alejados de otros países europeos, si nos comparamos con nuestros vecinos franceses el plazo normal ronda los 60 días, y además su Administración se implica en la lucha contra la morosidad. En eso, en España nos falta bastante camino por recorrer.

A su juicio, ¿qué otros retos plantea el sector en los próximos años? ¿Hay razones para el optimismo?

Pues los retos actuales son muchos y diversos: la profesionalización del sector, acercarnos a los estándares europeos, adaptarnos a la nueva normativa que va a entrar en vigor y que nos lleva a una profesionalización clara (cualquiera no puede ser un buen fabricante de hormigón). Los usos de nuestro producto son claros e incluso se están ampliando, es un sector en continua evolución en los tipos de hormigones y prestaciones para los que se solicita, luego es lógico pensar que es un sector en crecimiento. Lo importante sería una cierta estabilidad de la producción para conseguir avanzar de una manera más firme en todas estas ideas y en un asentamiento de las empresas.

Otro reto en el que trabaja ANEFHOP es la comunicación. Transmitir lo que se hace a nuestros asociados y también al exterior, visibilizar nuestro sector, su importancia, nuestro trabajo, acercarnos y colaborar con otros colectivos y sectores.

La formación por parte de todas las personas que intervienen en la fabricación y puesta del hormigón en obra es cada día más relevante. Esto es un reto que tenemos los asociados de ANEFHOP, que nos diferenciará cada día más del intrusismo y hará que se nos valore como profesionales especializados.

En mi opinión creo en este sector con optimismo, hay muchas cosas por hacer, además hay ideas y ganas, y pienso que con buen hacer, dedicación y paciencia se irán consiguiendo.

No es habitual encontrar una mujer en el mundo del hormigón. En función de su experiencia, ¿qué mensaje enviaría a otras mujeres para que deje de ser esto una excepción?

Bueno, desde luego este es un mundo de hombres o por lo menos ha sido un mundo de hombres. En el sector de la construcción y los servicios aledaños como éste es así, no hay más que acercarse a una obra; pero está situación, como en casi todos los sectores empresariales y en general en el mundo laboral, está cambiando día a día.

Nuestro sector quizás va más despacio que otros, pero hay ya muchas mujeres trabajando en las empresas de hormigón; yo creo que no es cuestión de animarlas, sino simplemente de darle tiempo al tiempo.

A mí es un mundo que me gusta mucho, a veces ingrato, pero como cualquier otro trabajo. Yo he tenido la oportunidad de trabajar en esto porque mi familia lo quiso así, e intento colaborar y aprender cada día un poco más. Existen muchas empresas familiares en el sector del hormigón y cada día trabajan más mujeres en ellas con un nivel de implicación y constancia notables, y muy necesarios para estar en puestos relevantes del sector.

«El Sello Expert es nuestro leitmotiv y lo que nos hace diferentes»

Entrevista a Carlos Raich, director general de Promsa, empresa del Grupo Cementos Molins, y presidente del Comité de Sostenibilidad.

¿Podría describirnos brevemente su experiencia en el mundo del hormigón y su ámbito de responsabilidad?

Inicié mi carrera profesional en el sector del hormigón en el año 1993, cuando me incorporé a Promsa, empresa del Grupo Cementos Molins, primero como Director Financiero, posteriormente como Gerente de Operaciones y, a partir del año 2008 como Director General, cargo que ocupo actualmente. Desde mayo de 2011, soy miembro de la Junta Directiva de Anefhop.

¿Cuáles fueron las razones que condujeron a los asociados a la creación de un Comité de Sostenibilidad en Anefhop?

El Comité de Sostenibilidad se constituyó en junio de 2011. Por aquellas fechas, el sector se hallaba inmerso en una profunda crisis, con caídas de mercado sobre el 20% anual, y estaba atravesando una crisis de reputación, por la imagen que tenía la sociedad de la construcción y, con ello, del hormigón.

Como revulsivo a esta difícil situación, se creó el Comité de Sostenibilidad, inicialmente bautizado como Comité de Dignificación del Sector, con el objetivo de dar un nuevo impulso de modernización de las instalaciones productivas y procedimientos, para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado y de la sociedad en general. Así vimos la oportunidad de mejorar la imagen general del sector y de ayudar a los asociados a enfocar mejor la salida de la crisis.

El Comité de Sostenibilidad se ha convertido en uno de los grandes pilares de la Asociación. ¿Podría contarnos brevemente cuáles son las preocupaciones y los retos que presenta el sector? Y, en concreto, ¿qué actividades desarrolla el Comité de Sostenibilidad para darles respuesta?

Nuestra principal preocupación es consolidar nuestra estrategia de sostenibilidad y diferenciación a través del sello Hormigón Expert. Este distintivo garantiza que todo hormigón Expert cumple los requisitos de calidad, medio ambiente y prevención de riesgos laborales necesarios para ser un producto de calidad superior.

En estos momentos, en el Comité, estamos trabajando para aumentar la credibilidad externa de nuestra marca y para incorporar la flota de transporte a la certificación. Cuestión compleja que requerirá del esfuerzo de todos los asociados.

Hay que tener en cuenta que el transporte es uno de los elementos más representativos de nuestro trabajo para la sociedad, que refleja lo que hacemos y se convierte en nuestra imagen. Por lo tanto, tan importante como el propio hormigón que fabricamos y, por ello, tiene que ser igualmente controlado y certificado.

De cara a los próximos años, nuestro objetivo es anticiparnos a las futuras tendencias del mercado, para lo que estamos trabajando en la introducción de conceptos como Responsabilidad Social Corporativa (RSC), aspectos sociales y de Corporate Compliance, declaraciones ambientales de producto (DAPs), economía circular, etc.

Como comentaba anteriormente, una de las iniciativas del comité ha sido la creación del Sello Hormigón Expert ¿Qué opinión tiene al respecto? ¿Qué mensaje les enviaría a los asociados?

El sello Expert se ha convertido en el leitmotiv del Comité de Sostenibilidad desde que empezamos a implantarlo. Este distintivo es lo que nos diferencia respecto a otras empresas del sector y lo que une a todos los asociados de Anefhop. Es, además, lo que nos impulsa a seguir trabajando por la excelencia y la mejora del sector.

Nuestros asociados se han implicado enormemente en este proyecto, aunque les pediría que no bajen la guardia y que nos ayuden en la difusión de la marca. Todavía queda camino por recorrer y sería fantástico que nos ayudasen a comunicar el sello Expert a través de sus contactos con administraciones, con sus clientes y colegios profesionales y aumentando la utilización del logo EXPERT en todos los elementos de comunicación: camiones, facturas, ofertas, tarifas, etc.

¿Qué han tenido que hacer las empresas para adaptarse a las necesidades del sello?

Las empresas de nuestra asociación han realizado un importante esfuerzo, a lo largo de estos años, para adaptarse a los requerimientos del sello EXPERT y esto es de agradecer, teniendo en cuenta la difícil situación de crisis económica vivida. Ha supuesto un esfuerzo inversor para adaptar las instalaciones a los nuevos requerimientos, así como actualizar y modernizar los procedimientos operativos.

¿Cree que la imagen del sector ha mejorado tras la implantación del Sello Expert?

Mi opinión es que sí. Desde el punto de vista de la sostenibilidad, nuestras instalaciones se han modernizado, son más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Por ejemplo, se han instalado filtros, balsas de decantación, sistemas de riego, etc.

Sin embargo, como ya hemos comentado, para seguir mejorando nuestra imagen, debemos actuar en la flota de transporte, ya que es la parte más visible de nuestro negocio. Y, en este punto, debemos hacerlo con celeridad, porque tenemos recorrido de mejora.

¿Qué iniciativas se están llevando a cabo para consolidar el valor del sello Expert?

Recientemente hemos contratado una certificadora externa, de reconocido prestigio, para que valide nuestros procedimientos y audite el sistema de gestión. Creemos que, con esta iniciativa, el sello EXPERT tendrá más fuerza y reconocimiento frente a terceros.

Además, la asociación trabaja con una agencia de comunicación para promover la difusión de las actividades de la asociación y del sello EXPERT.

Desde el pasado año se están produciendo novedades normativas como la instrucción técnica para el control de producción o el nuevo código estructural. ¿Qué pueden suponer estos cambios para el Comité que usted preside? ¿En su opinión, ayudarán al sector o serán un freno?

Algunos de los aspectos destacados de las nuevas normativas ya están recogidos en el sello Expert de Anefhop. Lo que supone una ventaja que tendrán todos nuestros asociados para adaptarse con mayor facilidad a las normativas. No obstante, en el momento de su entrada en vigor, tendremos que realizar una actualización de los requerimientos de nuestro sello.

En mi opinión, los nuevos cambios normativos van a ser positivos para el sector. Uno de los aspectos más relevantes es el nuevo Real Decreto de control de producción, que establece un mayor control regulatorio por parte del Ministerio de Industria, lo que  podría reducir la competencia desleal.

Además, el nuevo Código Estructural introduce algunos cambios en la designación de ambientes y consistencias, conforme a la norma europea EN-206, también introduce mejoras en los criterios de aceptación o rechazo de los hormigones, de conservación de las probetas en obra y recomendaciones para la utilización de consistencias fluidas para determinados tipos de puesta en obra.

También es de especial relevancia el proyecto de nuevo reglamento de los DOR, que los hace más orientados a la realidad del sector.

En definitiva, desde el Comité de Sostenibilidad vemos que las actuaciones que iniciamos hace ya 8 años han colocado a nuestros asociados en una posición mejor respecto a las nuevas normativas, tanto si comparamos con la situación de partida como con otras empresas no asociadas que no han seguido esta misma línea. En los próximos años, con las normativas que están entrando en vigor, las diferencias serán aún más notables.

¿Quién controla al controlador?

Madrid, viernes 22 de marzo de 2019 a las 13:00 horas, jornada para señalar en el calendario del sector del hormigón. Se aprueba en Consejo de Ministros el Real Decreto 163/2019 por el que se ratifica la Instrucción Técnica para la realización del control de producción de los hormigones fabricados en central, un cambio normativo que reconocía, por fin, la necesidad de implantar políticas de calidad transparentes y que aportasen mayores garantías a clientes y usuarios. Y digo fecha para recordar porque esta nueva reglamentación, que sustituye a la Orden Ministerial 21/11/2001, se venía reclamando años atrás.

En todo foro de construcción, ya sea con el hormigón u otro material como protagonista, la importancia de los laboratorios de hormigón y el control que realizan éstos sobre la producción, sin importar el lugar donde se produzca, es objeto de debate permanente, pues es un elemento clave para el control de la calidad de los suministros de las plantas de hormigón.

En España, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países de la Unión Europea donde el control de producción goza de absoluta fiabilidad, las sucesivas instrucciones basan el control del hormigón en la recepción en las obras. El nuevo Real Decreto 163/2019 es un paso necesario para acercarnos a la situación de la mayor parte de los países europeos, donde el control se extiende a la fabricación en central.

El Real Decreto 163/2019, que entra en vigor el 1 de julio de 2019 (prorrogándose la exigencia de certificación externa de su cumplimiento hasta el 1 de abril de 2021 debido a la inexistencia inicial de infraestructura para dicha certificación externa), resuelve el vacío existente hasta la fecha.

Esta normativa introduce la supervisión periódica de su cumplimiento por organismos de control externos a la planta. Esto supondrá que cada planta tendrá que estar certificada por el organismo de control correspondiente para poder suministrar hormigón. Esta supervisión afecta también al control de producción que realiza el propio fabricante, al que el Real Decreto 163/2019 obliga a definir unos objetivos de calidad que garanticen el cumplimiento de los criterios de aceptación del control de recepción que se realiza al hormigón cuando llega a las obras.

A día de hoy, la toma de muestras y los ensayos de hormigón fresco, procesos necesarios para el control de producción, están totalmente normalizados. Sin embargo, se producen una serie de incidencias que afectan negativamente a su fiabilidad debido, principalmente, a las características propias del hormigón fresco, que hacen difícil mantener las condiciones de ensayo de la normativa reguladora. Esta dificultad se incrementa cuando la toma de muestras y el transcurso de las primeras horas de conservación se realiza en las obras, ya que en éstas no se suele disponer, en el control de recepción, de medios suficientes para cumplir con los condicionantes de las normativas de ensayo.

Este es un hecho ampliamente contrastado, ya que en el 80% de las ocasiones en que el control de recepción ha levantado la alarma sobre una posible baja de calidad del hormigón se ha comprobado, posteriormente, con la extracción y ensayo de probetas testigo, que el hormigón cumplía con la calidad exigida.

Del mismo modo, lo demuestran, año tras año, los resultados del Ensayo Inter Laboratorios (EILA), que provocan unas discrepancias muy altas que, si bien para las conclusiones del EILA pueden aparecer como datos atípicos de la muestra, en el ámbito profesional hubieran resultado una reclamación de cliente, una falta de pago e incluso una posible demolición.

Esto se debe a que, en el control de recepción, el laboratorio tiene, demasiadas ocasiones, como única motivación la obtención de un resultado para trasladárselo a su cliente, dejando de lado la responsabilidad en cuanto a si ese resultado es representativo o no del hormigón del que se han obtenido las muestras.

Los motivos de la problemática descrita pueden ser muy variados. Por un lado, una falta de concienciación de los laborantes sobre la trascendencia del trabajo que realizan, que se traduce en una falta de formación reglada. Por otro lado, las condiciones en las que estos profesionales realizan su trabajo, donde en muchas ocasiones no hay lugares adecuados en la obra para realizar correctamente la toma de muestras y confección de probetas o, incluso, la inexistencia de locales para mantener las probetas durante las primeras horas en las condiciones que indica la normativa. También, la falta de profesionalidad de los laborantes en la ejecución de ensayos conforme a las correspondientes normas UNE.

Sin embargo, el control de producción se lleva a cabo por laborantes (propios o subcontratados) que la empresa productora se preocupa de concienciarlos sobre la trascendencia de su trabajo y la necesidad de realizar los ensayos conforme a la norma. Asimismo, la empresa productora se preocupa de que las primeras horas de conservación en obra cumplan las condiciones exigidas y que los ensayos se realicen conforme las correspondientes Normas UNE. En el control de producción prima el interés de la empresa en conocer las características reales de su producto para tomar decisiones en función de esos resultados y de las características de las materias primas utilizadas.

Esperamos que la certificación, que conlleva la entrada en vigor del Real Decreto 163, otorgue una mayor credibilidad y fiabilidad a los datos del control de producción de los fabricantes de hormigón y que, con el tiempo, nos conduzca a tener el mismo reconocimiento que otros productos de la construcción, cuyas características declaradas por el fabricante no se ponen en duda.

Desde ANEFHOP, creemos necesaria la exigencia de formación y certificación habilitante para los laborantes con el objetivo de poner en valor la dificultad de la toma de muestras y ensayos, de las implicaciones que puede tener un fallo en el proceso, y por supuesto, de las repercusiones que puede tener para el fabricante de hormigón.

Como se puede ver, no es un tema sencillo, tampoco nuevo, y necesita de la toma de conciencia de todos para tomar las soluciones necesarias que nos permitan movernos con seguridad y fiabilidad con los resultados obtenidos.

Es por esto que desde ANEFHOP recalcamos la importancia de vigilar el proceso en su totalidad, para que las condiciones en las que se realizan las mediciones sean las más adecuadas, para que no se produzcan discrepancias entre la práctica y la teoría, siempre con el fin de obtener resultados válidos, tanto para fabricantes, laboratorios y usuarios. Porque el control de la calidad, y por ende la seguridad, de infraestructuras, edificios y viviendas es un tema de vital importancia, tanto social como sectorial, que no hay que descuidar.

Carlos Peraita

Director General de ANEFHOP

Publicado por Cemento Hormigón

“El siguiente paso es conseguir un sector más fuerte y unificado”

Entrevista a Nicolás Mayol, propietario de Auxiliar Ibérica y consejero más antiguo de la Junta Directiva de ANEFHOP.

¿Cuál fue su primera reunión de la Junta Directiva?

En mayo de 1992, ya han pasado 27 años de entonces.

¿Qué subrayaría de aquella reunión?

De aquella y de otras muchas más, lo poco que contábamos las empresas pequeñas. Nuestra representación era muy pequeña e históricamente eran los grupos grandes los que tenían más peso en las tomas de decisión.

Si echamos la vista atrás, desde que se incorporase a la Junta Directiva, ¿qué destacaría de la actividad de la Asociación en estos años?

ANEFHOP ha ido creciendo en todos los aspectos. No se han escatimado esfuerzos en facilitar al empresario del sector todo lo que iba siendo necesario e imprescindible para la industria. Además, siempre se ha hecho un gran esfuerzo por la comunicación y puesta al día de las cuestiones técnicas, jurídicas, fiscales y nuevas normativas, entre otras cosas.

Con motivo del 50 aniversario, Su Majestad el Rey Felipe VI recibió a la Junta Directiva de ANEFHOP en audiencia. ¿Cómo fue ese momento?

Fue emotivo que Su Majestad nos recibiese y reconociera el papel que hemos tenido en el desarrollo de la industria y del país. También reconozco que en sus preguntas y comentarios expresó su buen conocimiento e interés por nuestro sector, interesándose por los problemas a los que nos enfrentamos.

Los que asistimos con la experiencia de reuniones pasadas, recordamos con satisfacción y nostalgia las audiencias que tuvimos con su padre, el Rey D. Juan Carlos I.

En su opinión, ¿a qué retos y oportunidades se enfrenta el sector a medio plazo?

Hoy no basta con hacer un hormigón de resistencia adecuada, sino que es necesario tener un conocimiento global del sector y de aquellos ámbitos de incidencia en la construcción, como normativas, conocimientos técnicos, administrativos o financieros.

Creo que el siguiente paso es conseguir un sector más fuerte y unificado. La atomización que sufre la industria del hormigón hoy en día no es buena.

¿Qué ha supuesto para Auxiliar Ibérica asociarse a ANEFHOP?

Muchísimo. Para una empresa como Auxiliar Ibérica, de ámbito local, formar parte de ANEFHOP nos ha permitido adoptar una visión general y mucho más amplia en el entorno empresarial.

Otro de los puntos a resaltar es la tranquilidad de estar informados de los asuntos relacionados con nuestro sector y de las novedades que se produzcan, así como contar con el respaldo de la Asociación para defender los intereses generales de los asociados, si fuese necesario.

Como miembro de la Junta Directiva, y asociado, ¿qué espera de ANEFHOP en los próximos años?

La sociedad va avanzando a pasos agigantados. La tecnología evoluciona día a día y con ello los métodos de trabajo, las leyes, las directrices… y ANEFHOP tiene que ser capaz de seguir el ritmo para responder a los acontecimientos y circunstancias que nos vamos a encontrar en los años venideros.

Para finalizar, ¿qué mensaje mandaría a los asociados?

Es de gran importancia para nuestro sector el papel de una asociación. Por un lado, como ya se ha comentado antes, mantiene al día a los asociados en lo relacionado con novedades técnicas, administrativas y legales del hormigón, entre otras.

También dota de visibilidad a la industria ante las instituciones y en los distintos sectores de la industria nacional e internacional.

ANEFHOP, en estos más de 50 años, ha conseguido una presencia reconocida ante la Administración nacional, las comunidades autónomas y en los diferentes estamentos políticos. Gracias a nuestra presencia y ayuda en Suramérica, y junto con otras asociaciones relacionadas con nuestro sector en España y Europa, hemos conseguido elevar la voz y que se reconozca el hormigón.

Desde una perspectiva muy personal, en todos estos años he tenido la oportunidad de reunirme y escuchar opiniones muy diversas, llegando a la conclusión de que cualquier asociación debe buscar el interés general de los asociados otorgándoles voz en el sector.

“Calidad y compromiso, claves para el reconocimiento del hormigón”

Entrevista a José María Carrau, delegado territorial de ANEFHOP, desde 1987, y en estos momentos el técnico más antiguo de la Asociación. Hace 32 años empezó a trabajar como Delegado de la Asociación para Baleares, Comunidad Valenciana y Región de Murcia. Posteriormente, hubo una reorganización de la Asociación, en la que Baleares se incorporó a la Delegación de Barcelona, y se responsabilizó de Castilla La Mancha.

Como técnico más antiguo de la estructura de Anefhop, ¿Qué destacaría de su trabajo para la Asociación a lo largo de los años?

 Durante estos años de trabajo, los Comités de Gestión han ido marcando los objetivos a perseguir. En paralelo, he participado en las actividades que los sucesivos Directores Generales, por indicación de la Junta Directiva, me han confiado en el ámbito nacional de la actividad de la Asociación.

Entre ellas, cabe destacar la participación en los grupos de trabajo para la redacción de la Instrucción EHE-08 y del Código Estructural, de la Comisión Permanente del Hormigón. De igual manera, la redacción final del Decreto de Control de Producción; constitución y Secretaría del Comité de Medio Ambiente de ANEFHOP, y colaboración en las actividades del Comité Técnico Nacional de ANEFHOP.

Desde hace varios meses, también estoy prestando apoyo en las actividades de las Delegaciones de Andalucía y Extremadura, la secretaría del Comité Técnico Nacional, y otros temas de carácter técnico de ámbito nacional.

Desde su fundación en 1968, el número de empresas asociadas ha crecido y con ello la actividad de la Asociación. ¿Cómo ha evolucionado el trabajo para la Asociación?

 Como mencionaba anteriormente, mi labor consiste en desarrollar las líneas de interés que marcan, por un lado, los Comités de Gestión a nivel autonómico y, por otro, la Junta Directiva a nivel nacional, junto con el Director General. Todo ello, atendiendo a los asociados, con especial atención a las consultas técnicas y reclamaciones de calidad de los suministros. Ocasionalmente, estas últimas se llegan a dirimir en los tribunales, con la consiguiente dedicación que ello nos requiere.

En el ámbito autonómico, en un inicio, empezamos gestionando las denuncias a instalaciones ilegales, junto con la Asesoría Jurídica de ANEFHOP. Más tarde, empujamos el desarrollo y aplicación de las diferentes normativas del sector de la mano de las administraciones autonómicas para el desarrollo o aplicación de las diferentes normativas que afectan al sector.

Actualmente, si bien se mantienen las actividades anteriores, los diferentes Comités de Gestión coinciden en el objetivo común de conseguir el reconocimiento como sector profesional altamente cualificado. Con la certificación Hormigón Expert, las empresas asociadas han sentado las bases para poder intensificar su actividad de forma que todos los subsectores del ámbito de la construcción aprendan a valorar y reconocer el servicio de los fabricantes de hormigón.  Este reto solo se podrá conseguir si logramos una concienciación previa de todos los que trabajamos en este sector y nos involucramos desde todos los ámbitos.

El número de empresas asociadas ha ido variando a lo largo de los años, según el estado de la construcción. Sin embargo, la intensidad de la Asociación se ha mantenido, ya que los requerimientos de los asociados no han disminuido en las épocas de crisis.

Con respecto al proceso de descentralización. ¿Con qué objetivo se llevó a cabo? ¿Cómo fue percibido?

 Considero que el éxito de la Asociación responde al acierto de los representantes de las empresas que han participado en cada Junta Directiva y Comité de Gestión, dando respuesta a las inquietudes e intereses del sector.

Creo que la estructura territorial, que se adoptó a finales de los años 80, fue un acierto clave, pues ha dado cauce para atender los intereses de todos los asociados con una mayor sensibilidad y conocimiento de las circunstancias concretas de cada CCAA.

Entre los momentos más difíciles que ha atravesado ANEFHOP destaca la crisis en 2007. ¿Cómo se vivió internamente?

La crisis en el sector ha sido durísima. Ha afectado a todas las empresas del sector y, en consecuencia, también a la propia estructura de ANEFHOP. Sin embargo, la Asociación pese a las dificultades y a la merma de empresas asociadas, no sólo ha conseguido sobrevivir, sino que ha sabido aprovechar estos años para sentar las bases para un futuro mucho más sólido que el pasado.

Una de las grandes apuestas fue la creación del Sello Hormigón Expert como signo de excelencia y calidad de producto. ¿Qué nos puede contar al respecto?

Como señalaba antes, considero trascendental el impulso de HORMIGÓN EXPERT. Ha sido una iniciativa que fue recibida con cierto recelo por parte de algunas empresas asociadas. Sin embargo, con el tiempo, se ha demostrado como un acierto en la política empresarial del sector.

A día de hoy seguimos trabajando para mejorar aspectos del Sello que aún tienen recorrido, como aumentar la valoración de algunos puntos para que distingan más la actitud empresarial que los fallos o errores puntuales. Independientemente de esto, lo cierto es que la certificación Hormigón Expert es la respuesta adecuada para el reconocimiento sectorial que la industria está reclamando.

En primer lugar, es una inmejorable carta de presentación ante las distintas administraciones y, en segundo lugar, ha servido para que las empresas asociadas estén ya preparadas para la aplicación del Real Decreto 163/2019, que entrará en vigor el próximo 1 de julio.

Si conseguimos concienciar a todos los equipos de las empresas (gerentes, técnicos, comerciales, transportistas, etc..) de la trascendencia y significado del Sello Hormigón Expert, seremos capaces de que nuestro sector alcance el reconocimiento de los demás agentes que intervienen en la construcción. Para este objetivo contamos también con la implantación del Real Decreto 163/2019, por el que se aprueba la Instrucción Técnica para la realización del control de producción de los hormigones fabricados en central. Éste puede suponer un paso trascendente que aísle definitivamente algunas actitudes empresariales negativas que afectan al prestigio profesional de nuestro sector.

La Asociación cumplió el año pasado su 50 aniversario. ¿Cuántos años ha dedicado usted a Anefhop?

Este año he cumplido 32 años ininterrumpidos trabajando para ANEFHOP. Considero que el hecho de que una Asociación, con una composición tan heterogénea en lo que se refiere a intereses empresariales, haya cumplido 50 años indica el acierto de las sucesivas Juntas Directivas en aunar objetivos comunes y renunciar a algunos intereses particulares.

Desde esa sólida experiencia, ¿cómo imagina usted el futuro del hormigón? ¿y de la Asociación?

El hormigón es un material que, en esencia, ya se utilizaba en la época del imperio romano. Actualmente, además del desarrollo técnico y tecnológico como producto más comúnmente utilizado en las estructuras, está en permanente investigación el desarrollo de propiedades que le dotan de una mayor versatilidad y adaptación a las nuevas exigencias prestacionales y medioambientales; por tanto, entiendo que al hormigón todavía le queda mucho camino por recorrer.

Con respecto a ANEFHOP, creo que se ha sabido dotar de una estructura de personal totalmente implicada con los objetivos sectoriales y cuenta con un grupo de profesionales capaces que ya están tomando el relevo de los que les hemos precedido. Por todo ello, mientras existan empresarios inquietos con ganas de evolucionar profesionalmente, pienso que sabrán organizarse para que la Asociación les preste los servicios que requieran en cada momento.

Desde una perspectiva más personal, ¿podría contarnos algún asunto de su trabajo del que esté especialmente orgulloso?

El concepto de ‘orgullo’ siempre parece llevar aparejado cierto factor pretencioso del que intento huir siempre que puedo. Prefiero hablar de satisfacción del trabajo realizado y en este sentido, al igual que el resto de los compañeros que trabajamos para la Asociación, estoy convencido de que legítimamente nos sentimos satisfechos cuando comprobamos que nuestra dedicación profesional ha servido para mejorar o facilitar algún aspecto concreto de la vida empresarial de los asociados.

Sin obra pública, el hormigón no termina de fraguar

El sector del hormigón en España, considerado estratégico por su implicación económica, prevé cerrar el año 2018 con un crecimiento cercano al 10% en volumen de metros cúbicos vendidos. Este crecimiento significará encadenar el cuarto año consecutivo con datos positivos, después de que en 2015 aumentara un 2,2%, en 2016 un 0,3% y en 2017 un 15,9%. Pese a ser un dato positivo, no olvidemos que en el periodo 2007 a 2014 el mercado de hormigón se contrajo un 85%, por tanto, hablamos al fin y al cabo de una pequeña recuperación de la demanda. Para el año 2018 podríamos esperar un cierre cercano a los 20,5 MM de m³ (frente a los 97,8 MM de tope en 2006) y alrededor de los 21,7 MM para el 2019.

En este contexto al alza, la demanda de hormigón se ha sustentado fundamentalmente en la iniciativa privada, siendo la edificación, residencial y no residencial, el principal motor. Son Madrid, Valencia y Barcelona, capitales de provincias dónde se concentra el negocio, las que se han llevado la mitad del incremento total en 2017, y Cataluña ha sido la región que representa el mayor aumento con un incremento de 450 mil metros cúbicos respecto al año anterior.

En cuanto a la obra pública, factor clave para el crecimiento de la construcción, la situación no es tan alentadora. A la escasa licitación pública, que en 2017 representó 12.875 millones de euros o, lo que es lo mismo, la tercera parte del volumen de 2007, hay que sumar la casi inexistente ejecución, que convierte al sector público en el principal freno para el desarrollo. La falta de ejecución es una novedad si miramos las series de tiempo de licitación y ejecución de obra.

Esta falta de obra pública está siendo el principal obstáculo al que se enfrenta el sector del hormigón, y por ende la construcción, originada principalmente por la inestabilidad política que estamos viviendo. Esta incertidumbre podría asentar una tendencia decreciente, evidenciada en el descenso de la producción del 15,9% de 2017 al 10% de 2018, que provoque una desaceleración significativa en la producción.

Desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop), tenemos el objetivo de impulsar el sector del hormigón para alcanzar una producción anual estable (conscientes de que será muy inferior a la de 2007), de manera que nos permita construir un escenario diferente al que tuvimos. Para ello, seguimos empujando nuestro plan de sostenibilidad que iniciamos, hace ya ocho años, mediante la creación del sello Hormigón Expert. Este distintivo, que sirve de certificación interna de las plantas productoras de hormigón, garantiza el cumplimiento de altos estándares de calidad, riesgos laborales y respeto al medio ambiente en aras de fortificar el sector y fomentar la competitividad de las empresas.

Pero esto no es suficiente. Es necesario poner en marcha un plan de acción que sirva de activación de la demanda, con medidas que estimulen la obra pública, mantengan la inversión privada y diversifiquen las aplicaciones del hormigón más allá de la edificación.

En Anefhop consideramos que el uso del hormigón como material de construcción de autopistas, carreteras, calles y aceras beneficia a todos. Al medio ambiente por la reducción de emisiones de CO2 como consecuencia del ahorro de combustible por parte de los vehículos, al conjunto de conductores por la consiguiente reducción del gasto en combustible, a la economía local porque, a diferencia de otros materiales, el hormigón se fabrica en las proximidades de la obra y a la economía nacional por la reducción del gasto en mantenimiento de vías y carreteras, partida significativa de los presupuestos en infraestructuras viarias.

Teniendo en cuenta todos los factores externos al sector y que no dependen directamente de nosotros, pero que son claves para nuestro desarrollo, es difícil aventurar la senda de futuro.  Si nos comparamos con otros mercados de nuestro entorno, podemos buscar una referencia de dónde deberíamos situarnos para tener un sector con buena salud. Marcar como objetivo referencias del pasado, donde se llegaron a superar los dos metros cúbicos por habitante, no es realista ni lo que pretende esta patronal. En Europa, según datos de la Organización Europea de Hormigón Prefabricado (por sus siglas en inglés ERMCO), la media se sitúa en 0,7 metros cúbicos, pero, dada la necesidad de infraestructuras y de mantenimiento de las mismas, pensamos que un objetivo lógico en España sería de un metro cúbico por persona y año. Esto nos llevaría a cifras próximas a los 45 millones de metros cúbicos, un 137% más de la producción actual, obligándonos a crecer un 15% durante los próximos 6 años para alcanzarlo.

Con una capacidad de producción instalada que multiplica casi por 5 la demanda a nivel nacional es lógico pensar que deberían tener una posición preferente aquellas plantas que más sostenibles sean, penalizando aquellas que no cumplan con unos mínimos requisitos. No hablamos sólo del sello Expert, la propia Administración debe ser más exigente con las empresas que compran hormigón, no permitiendo la competencia desleal de aquellas que no cumplen, en detrimento de las empresas que se preocupan de cuidar sus productos, la seguridad de los trabajadores, el medioambiente y cumplir con la legalidad. Hoy en día, esta competencia desleal está muy presente.

En resumen, la dinamización del sector del hormigón sólo puede verse acometida mediante una labor conjunta de la Administración Estatal, la Administración Autonómica, las empresas y las organizaciones que formamos parte del sector. Es por esto que desde Anefhop, esperamos que los responsables de los departamentos de obra pública sean capaces de apreciar tanto la importancia que este sector tiene para la economía española como el potencial de desarrollo que presentan las nuevas aplicaciones del hormigón.

«Pequeñas, medianas y grandes empresas, todas tienen la misma importancia»

Entrevista a Vidal Medié Santiago, Presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado y director regional de LafargeHolcim, empresa asociada de ANEFHOP. Asumió la Presidencia en 2017, tras ser elegido por la Junta Directiva, y entre sus principales retos destaca “reorganizar la estructura de la Asociación con el objetivo de conseguir mejorar la atención y el servicio al asociado”.

 ¿Cuáles son las principales actuaciones a desarrollar desde la Presidencia de ANEFHOP?

La Presidencia de ANEFHOP tiene como función fundamental representar a la Junta Directiva de la Asociación, que es el principal órgano de gestión en todos los acontecimientos internos, como Asambleas Generales o Conferencia de Presidentes Territoriales. También se ocupa de la supervisión de la gestión de nuestra Dirección General y eventos externos, como pueden ser las relaciones con la Administración (Ministerios de Industria y Fomento) y la participación en otras asociaciones de las que ANEFHOP es miembro.

Por otra parte, es labor de la Presidencia abanderar a nuestra Asociación como principal referente del sector de los fabricantes de hormigón preparado en nuestro país, así como transmitir que ANEFHOP representa a las mejores empresas del sector, todas ellas con un elevado grado de responsabilidad y profesionalidad basado en tres pilares fundamentales: máxima calidad del producto fabricado, máximo respeto del medioambiente durante el proceso de fabricación y en nuestras instalaciones y máxima implicación en velar por la seguridad de nuestros trabajadores.

Estos pilares son la base de nuestra certificación de Hormigón Expert, que todos nuestros asociados tienen como elemento diferenciador.

Desde que asumió la Presidencia en 2017, ¿cuáles han sido los retos más importantes?

Primero, reorganizar la estructura de la Asociación con el objetivo de conseguir mejorar la atención y el servicio al asociado, transmitiendo que esta trabaja para representar a todos ellos por igual. Pequeñas, medianas y grandes empresas tienen la misma importancia, la Asociación es de todos sus asociados.

El segundo reto fue la Asamblea General celebrada en octubre de 2018, en la que se plasmó el cambio de tendencia de la gestión de la Asociación después de un periodo de transición de cinco meses en el que se incorporó y se presentó nuestro nuevo director general, D. Carlos Peraita.

El tercer reto fue la Audiencia con Su Majestad el Rey motivada por la celebración de nuestro 50 Aniversario, donde le pudimos exponer todas nuestras inquietudes sectoriales. Fue sin duda un acto muy emotivo y cordial.

Y el cuarto reto, que sin duda ha marcado el final de una tendencia digamos negativa o de cierta inestabilidad asociativa después de muchos años, fue la celebración del 50 Aniversario de nuestra asociación, en septiembre del año pasado. En mi opinión, esta cita ha permitido que los asociados recuperemos en gran medida la ilusión de permanencia a esta organización.

La situación económica de la producción de hormigón es muy compleja. Sin embargo, con las nuevas previsiones de inversión de Fomento, se empiezan a ver atisbos de mejoría. ¿Cómo se percibe esto desde ANEFHOP?

En respuesta a esta pregunta, lamento no ser demasiado optimista al respecto. Llevamos demasiados años esperando que los Gobiernos de este país cumplan sus previsiones de inversión y hasta la fecha todo ha quedado en buenas intenciones, pero ninguna realidad.

Sí que es cierto que, durante unos años de manifiesta inestabilidad política, las inversiones del Ministerio de Fomento han estado en un segundo plano de las decisiones a tomar por el Gobierno de la Nación. No se ha tenido en cuenta que el retorno de la inversión en obra pública es altísimo, dinamiza la economía y, por consiguiente, genera empleo.

 Actualmente, ¿se puede afirmar que la situación del mercado es estable?

El mercado en este momento se mantiene exclusivamente por la inversión privada, basada en obra de edificación residencial y de oficinas, pero lamentablemente este crecimiento solo se está consolidando en las grandes ciudades de este país: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, etc. Nos falta la inversión pública en edificación y obra civil para llegar a tener una estabilidad acorde a las necesidades del sector.

Pese a la existencia de una ley contra la competencia desleal, ¿qué acciones se llevan a cabo para luchar contra esta competencia desleal? ¿Está la Administración Pública suficientemente concienciada?

Anefhop viene abanderando desde 2011 un proceso de dignificación del sector para mostrar que representamos a un grupo de ámbito industrial, sostenible, responsable y profesional, que trabajamos con los más altos estándares de calidad, que somos respetuosos con el medioambiente y que velamos por la seguridad de nuestro mayor activo, que son nuestros trabajadores. Por este motivo, nos presentamos ante la Administración como un ejemplo de garantía de nuestro proceso de fabricación y de la calidad de nuestro producto acabado, frente a fabricantes que reiteradamente incumplen la legislación establecida: laboral, medioambiental, normativa de producto, etc.

Las administraciones públicas de este país son tantas que en muchos casos convierten al sistema en muy complejo. Por ejemplo, la administración central (entiéndase Ministerio de Fomento y Ministerio de Industria, etc) está totalmente concienciada en el cumplimiento de la Ley (códigos estructurales, reales decretos de control de producción, leyes medioambientales, etc). El problema es que no todas las administraciones correlativas en la cadena organizativa del país (administraciones autonómicas, municipales…) tienen el mismo rigor, llegando a crear un vacío de poder en la exigencia del cumplimiento de la lucha contra la competencia desleal que vive el sector.

Una de las vías de desarrollo para el sector es el fomento de nuevos usos para el hormigón, ¿podría comentarnos su opinión al respecto? ¿Cuáles son las aplicaciones que ofrecen más futuro?

El hormigón es y será unos de los principales productos utilizados en construcción, sus prestaciones están infravaloradas en muchos casos. La durabilidad, la resistencia y su escaso mantenimiento son sus principales cualidades. Hoy en día el hormigón ofrece una enorme variedad de tipos en función de las necesidades de los clientes: hormigones de alta resistencia, hormigones ligeros de baja densidad, hormigones de consistencia líquida para estructuras complejas, hormigones con árido reciclado, hormigones decorativos, etc.

Desde Anefhop estamos potenciando la utilización del hormigón para firmes de carreteras por su gran resistencia al desgaste y por su escaso mantenimiento. Estas características redundarían en un menor gasto de mantenimiento para este tipo de infraestructuras.

Si miramos hacia mercados internacionales, ¿hasta qué punto el hormigón está consolidado en el extranjero? ¿Existe mucha diferencia con respecto al mercado español?

En el resto del mundo, nuestro producto tiene una alta consolidación. En Europa, sin duda, es el principal producto utilizado en la construcción y en los países en vías de desarrollo su crecimiento es exponencial, ligado a la creación de nuevas infraestructuras.

Con respecto al mercado español, la mayor diferencia es que en este momento el ratio de consumo por habitante está muy por debajo del de otros países de la Unión Europea.

¿Qué otros retos se le plantean al sector para los próximos años?

El principal reto de Anefhop para los próximos años pasa por tener la mayor representatividad posible dentro del sector. En este momento representamos al 70% de los fabricantes de hormigón preparado y queremos seguir creciendo en número de asociados. Somos una asociación con unos elevados estándares de calidad y con la mayor autoexigencia en el cumplimiento de todas aquellas leyes relacionadas con nuestra actividad, pero no por ello somos excluyentes y estamos abiertos a la incorporación de cualquier empresa que cumpla con nuestras premisas, marcadas por nuestra certificación de Hormigón Expert: calidad, medioambiente y seguridad.

A cambio, la asociación aporta un enorme abanico de servicios: legal, calidad de producto, asistencia técnica, formación, etc, que redundan en beneficio del asociado.