Julián Núñez: “Para recuperar la economía hace falta inversión pública”

Julián Núñez, presidente de SEOPAN y vicepresidente de CEOE ha sido el primer invitado de CEMEX en una serie de encuentros virtuales con expertos para hablar del papel que debe jugar la industria de la construcción en la recuperación económica del país.

Núñez ha reivindicado el sector de la construcción como palanca de desarrollo económico y social para el país y ha reclamado un pacto de Estado con mecanismos que faciliten una mayor colaboración público-privada.

Asimismo, el presidente de SEOPAN ha desgranado las claves necesarias para desarrollar un buen plan de infraestructuras entre las que incluye la planificación, la transparencia o la priorización de licitaciones con mejor ratio coste-beneficio.

Señaló además abril del 2021 como fecha clave para España: “tenemos que estar preparados para presentar buenos proyectos en la UE, seremos el segundo país europeo en recibir mayor cantidad de ayudas”.

 

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El RD 163, la palanca para transformar el sector del hormigón

Tribuna de Carlos Peraita, director general de la ANEFHOP, en Interempresas

Además de la preocupación por el futuro de las empresas del sector ante los rebrotes de la COVID-19 de estas últimas semanas, la industria del hormigón tiene por delante un gran reto, que se añade a la supervivencia económica en una coyuntura tan complicada como la que vivimos actualmente a causa de la pandemia. Se trata del cumplimiento de las exigencias contempladas en la Instrucción Técnica de Control de Producción (RD 163/2019), y la obtención del certificado que lo verifique, para lo que tienen un plazo limitado: la primavera del próximo año.

Si en algo se diferencia esta instrucción de la anterior, la del 21 de noviembre de 2001, no es tanto en las novedades técnicas y de control de producción del hormigón como en su poder de transformación, de renovación y, en general, de impulso de todo un sector. Esas son, sin duda, sus claves más importantes y las que deben llevar a los fabricantes a tomar conciencia de la importancia de incorporar sus requerimientos cuanto antes.

Ya hacía muchos años que el sector reclamaba un cambio de rumbo. Las diferencias en la fabricación de las centrales de hormigón, en referencia a la norma EHE08, hacen que la situación en muchos mercados sea insostenible. Así, se pudo escuchar como a este cambio algunos lo denominaban “profesionalizar el sector”, otros como la “búsqueda de la excelencia”, y otros sin más, buscar la forma de “combatir la competencia desleal”, que no cumplía con la anterior Instrucción y norma. Desde Anefhop, implantamos entre nuestros asociados el sello Hormigón Expert, que venía a recoger los requerimientos que obligaba la anterior reglamentación, así como las disposiciones que afectan a riesgos laborales y al medio ambiente. No cabe duda de que este esfuerzo realizado por las empresas asociadas da ahora sus frutos, ya que para ellos va a ser más fácil adaptarse a la nueva Instrucción.

Hechas estas puntualizaciones, toca ahora descubrir las aportaciones reales de este RD y su impacto en el día a día de las empresas productoras de hormigón. Lo novedoso es que el nuevo RD obliga a las plantas de hormigón a pasar una auditoría externa, a través de un organismo de control debidamente acreditado, que certifique que se cumple con el RD y así obtener un certificado acreditativo. Es decir, la carga de la prueba del cumplimiento pasa de la Administración regional a las empresas productoras. Pocas inspecciones hemos sufrido en el sector para verificar el cumplimiento de la instrucción de control de producción en los últimos años, debido principalmente -se nos ha dicho siempre- a la falta de medios de la Administración. Y esta falta de inspección gubernativa y su posterior efecto sancionador y punitivo ha permitido que una parte no pequeña ni desdeñable de los operadores de este sector hayan incumplido sistemáticamente estas exigencias técnicas.

Permítanme la comparación, pero es como si antes nos tuvieran que mirar uno a uno para ver si sabíamos conducir y cumplíamos en nuestro día a día con el código de circulación y ahora, sin embargo, tengamos que obtener el permiso de conducir por nosotros mismos. Sin el carné no se puede conducir y, sin el certificado, no se puede fabricar hormigón. Así de simple y así de transformador. Igual que ninguna empresa de transporte contrataría a un conductor sin permiso de conducir, por más que demuestre su sobrada experiencia, ninguna empresa constructora podrá contratar el hormigón a una planta sin certificado.

El papel de la asociación en este contexto es de suma relevancia. Este RD afecta principalmente a los fabricantes. Sin embargo, de nada serviría si no se dan una serie de condiciones para que se cumpla la legalidad que pretende implantar. En primer lugar, que los organismos responsables exijan su cumplimiento. Así, las Direcciones Generales de Industria de las diferentes Comunidades Autónomas deben conocer el RD y exigir a las empresas de su región que dispongan del certificado. Sólo tienen que reclamar su presentación, ya no se hace necesaria la visita ni la inspección. Las multas por no disponer del certificado corresponden a la clasificación de la falta, que es considerada por la Ley de Industria como muy grave.

En segundo lugar, los organismos de control deben hacer su trabajo de la forma más homogénea posible, de manera que se garantice que todos los certificados recogen las mismas exigencias del RD. Para ello, tanto desde Anefhop como desde ENAC y el propio Ministerio de Industria velaremos porque las exigencias legales sean las mismas para todos, independientemente del organismo de control que expida el certificado.

En tercer lugar, asegurar el cumplimiento de determinados aspectos que regula el RD como la posesión de un software de producción cerrado e inviolable, el control del volumen suministrado, el control de los objetivos de calidad, etc. Este es un objetivo capital. La nueva normativa y su estricta aplicación deben conseguir erradicar de plano esas malas prácticas utilizadas desde hace tiempo por los competidores desleales. Además, debe tenerse en cuenta, por otro lado, que la no posesión del certificado puede afectar incluso a las coberturas de los riesgos de siniestros de calidad por parte de las compañías aseguradoras.

En cuarto lugar, y aunque hasta el 1 de abril de 2021 sólo sea con carácter informativo, las constructoras están ya obligadas a pedir el certificado antes del inicio de la obra. Caso de consumir hormigón de centrales sin certificado a partir de la citada fecha, estarían cometiendo un fraude, y así lo denunciaremos firmemente desde nuestra asociación. Todas las centrales que no tengan certificado y, por tanto no cumplan la ley, no podrán comercializar hormigón.

No cabe duda de que en esta época tan difícil que estamos viviendo, con una crisis económica de incalculables consecuencias, nos toca hacer nuevamente un esfuerzo, pero desde Anefhop pensamos que en esta ocasión contamos con los apoyos necesarios para asegurar un cambio positivo y transformador en el sector. Para ello, necesitaremos el convencimiento de todos los asociados, así como la máxima colaboración para ponerlo en marcha y, después, hacer un intenso seguimiento cuyo objetivo es que el 100 por cien de las centrales operativas de hormigón en España estén certificadas.

En Anefhop creemos en un sector altamente profesionalizado, con centrales de hormigón certificadas a partir del RD 163, y en la consecución de ese reto es fundamental que contemos con la disposición absoluta de todas las empresas del sector, pues sin su colaboración será imposible alcanzar el objetivo.

Esta tribuna ha sido publicada en Interempresas. Puede acceder a esta haciendo click aquí.

Entrevista a Albert Gómez, presidente de ANEFHOP

  1. En octubre de 2019, asumió la presidencia de ANEFHOP. ¿Qué balance puede hacernos de estos meses al frente de la asociación?

Nunca pude imaginar la intensidad de estos últimos meses, tanto por la cantidad de proyectos que estamos realizando desde la Asociación, como por su trascendencia de cara al futuro del sector y por las circunstancias sobrevenidas de la Covid-19, que han hecho que el apoyo de la Asociación a todo el sector se volviera clave, en estos tiempos desconocidos que estamos viviendo. Es muy importante que en estos momentos coordinemos todos los esfuerzos internos y externos para conseguir mejoras sustanciales para todo el sector en un corto y medio plazo.

 

  1. ¿Cómo ve al sector en estos momentos de crisis provocada por la COVID-19?

Es de destacar que el sector ha tenido un comportamiento ejemplar ante el virus protegiendo a sus trabajadores, con un número de contagios casi inexistente, debido a un ejercicio de responsabilidad digno de elogio. En todo momento se han seguido las instrucciones de las autoridades sanitarias y esto se refleja en los logros del sector.

Ahora bien, el sector se muestra muy preocupado porque no se acaba de definir la apuesta por la construcción publica para salir de la crisis generada por la Covid-19, que sin duda debería de ser uno de los motores. En estos momentos, los niveles de actividad son notables, incluso por encima de lo esperado durante la paralización, aunque no es igual en todas las regiones y mercados. Sabemos por la falta de contratación nueva, que el sector va a sufrir un parón, sólo evitable si en los nuevos Presupuestos del Estado se apuesta claramente, con ayuda de los fondos europeos, en los nuevos proyectos de Obra Pública, que generarían la confianza necesaria para la inversión privada.

 

  1. Desde la Asociación se ha pedido al Gobierno y a los partidos políticos medidas urgentes para relanzar la industria y, en consecuencia, la actividad económica del país. ¿Seguirán reclamando la adopción de decisiones inmediatas para la recuperación del sector o se plantean, incluso, ir más allá?

La Asociación ya venía reclamando a la Administración un incremento de la Obra Pública, ya que tenemos unos de los ratios más bajos de Europa de Inversión, un 63% por debajo de las cuatro primeras economías de Europa (Alemania, Reino Unido, Francia e Italia). La distancia es tan grande, que con este nivel de inversión no se permite llegar a los compromisos adquiridos con la Unión Europea en temas de Sostenibilidad, como eficiencia energética, o la recuperación y tratamiento de agua, entre otros. A raíz de la Covid-19 hemos compartido un documento con todos los grupos políticos con nuestra visión como sector, y esperamos que se vayan cumpliendo los diferentes puntos. Seguiremos los contactos para tratar de trasladar las necesidades del sector, que coinciden en una gran parte con otros sectores dentro de la construcción. No descartamos trabajar a nivel europeo, para ello nos apoyaremos en ERMCO, la asociación europea de fabricantes de hormigón a la que pertenecemos.

 

  1. En julio de 2019 se aprobó el Real Decreto 163/2019 que obliga a la certificación del control de producción de las plantas de hormigón. ¿Cómo están abordando esta nueva legislación las empresas? ¿Están realmente concienciadas de la importancia de cumplir estas nuevas exigencias?

No podemos negar que las empresas han vivido los comienzos del RD con cierto escepticismo. No es extraño ya que, a lo largo de la historia del hormigón, han sido varios los intentos por profesionalizar el sector y hasta ahora, aunque se había avanzado, seguimos lejos de otros mercados europeos. Sin embargo, desde la Asociación pensamos que hemos aprendido como sector, y esta vez las posibilidades de conseguirlo son mucho mayores. No va a ser fácil, el escepticismo es difícil de vencer, pero resulta muy motivador ver el empuje de un gran número de empresas que piensan que el esfuerzo va a merecer la pena. Los asociados pueden contar con el asesoramiento de los delegados de la asociación, con los cuales han trabajado y de algún modo nos hemos adelantado en gran parte con el distintivo Hormigón Expert. Desde aquí quisiera transmitir un mensaje a los asociados que aún estén esperando a ver cómo evoluciona la implantación del RD: queda poco tiempo para el 31 de marzo de 2020; cumplir con las exigencias del RD163 no es difícil, pero requiere trabajo, y dedicación. Por ello, que no dejen pasar un momento y se pongan manos a la obra.

 

  1. Desde su punto de vista, ¿cuál es la principal aportación de valor del RD 163/2019?

Hasta la fecha, la falta de capacidad de control de la Instrucción Técnica de control de producción, por parte de la Administración competente, ha hecho que exista una gran laxitud a la hora de cumplir con la norma EHE-08, de forma que en los mercados se puede encontrar plantas que cumplen con lo establecido, y otras que no. Sin duda, es un tipo de competencia desleal, pues el cumplimiento de la Instrucción es obligatorio, pero la falta de inspección ha permitido su existencia. El RD 163 pasa la carga de la prueba al empresario, que tiene que obtener el certificado que demuestre que cumple con la Instrucción y con la Norma. Ninguna planta que carezca de certificado puede vender hormigón legal a partir del 1 de abril de 2021. Esto va a incrementar las garantías para nuestros clientes, a la vez que elimina una fuente importante de competencia desleal de los mercados. Las cartas que vamos a jugar van a ser las mismas; después habrá que ofrecer otras ventajas a los clientes para competir: mejor servicio, aportar una DAP, integrarse en BIM, …; el sector puede sufrir una transformación importante a raíz de este cambio.

Desde la asociación estamos interactuando con todos los agentes externos: fabricantes de software, entidades certificadoras, compañías de seguros, administración departamentos de industria, asociaciones: OFICEMEN, ANEFA,…  para enviar un mensaje claro de transformación del sector.

 

  1. ANEFHOP celebra su Asamblea Anual Ordinaria el próximo 23 de septiembre. Será la primera que se desarrolle en formato virtual. ¿Cómo afronta la asociación este encuentro? ¿Cuáles serán los temas más importantes que se tratarán?

Sí, la verdad es que nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias. No es nuestra elección favorita, pues llevamos muchos años viviendo esta jornada como un punto de encuentro del sector, dónde se palpa el interés de los empresarios pequeños, medianos y grandes por los temas troncales de la Asociación. Es una jornada entrañable, que esta vez no vamos a poder celebrar de la forma habitual, a pesar de haberla retrasado a septiembre para apurar la última posibilidad de convocarla. Aun así, cumpliremos con nuestra cita anual, y esperamos que en mayo de 2021 podamos ya celebrarla de forma presencial.

El tema estrella será de nuevo el RD163, pero también veremos cómo va el proyecto de la Declaración Ambiental de Producto, así como los nuevos retos a afrontar por la Asociación, en este camino hacia la digitalización.

 

  1. ¿Crees que el papel de una asociación como ANEFHOP es hoy, en un contexto de crisis como el que vivimos, más relevante que nunca?

Por supuesto, la Asociación la componemos todos los asociados, todos y cada uno de los 280 actuales. Las necesidades del sector en este momento de crisis, canalizadas por la asociación como altavoz de cada uno de nosotros es fundamental. Por eso se ha hecho un ejercicio, muy trabajado, interno y con otras asociaciones afines, para hacer una labor de lobby con los partidos políticos. Lobby en el sentido que nuestro director general nos recuerda en su carta del informe de gestión de la Memoria de 2019, en el sentido de proporcionar la información necesaria a los decisores, actuando como expertos, de forma que ellos puedan tomar la mejor opción posible.

No me quedaría en estos momentos de crisis unicamente con la importancia de la actividad de la Asociación en este sentido. Para el sector, el RD163 es una oportunidad, y también en este caso, su papel resulta clave. Así pues, tanto en la crisis como en la oportunidad, el papel de la asociación resulta fundamental. Animo a aquellos que compartan nuestra forma de hacer las cosas a que se unan a la asociación y empujen con nosotros por un sector mejor.

 

  1. Háblenos del futuro, ¿qué retos más significativos tiene el sector y la asociación por delante?

La perspectiva para el año 2020 y seguro que también para el 2021 se verá muy condicionada por la profundidad del impacto y evolución futura de la COVID-19. Habrá que esperar a conocer la evolución de los acontecimientos y saber reaccionar en tiempo y forma frente a la adversidad, como ya estamos haciendo. En cualquier caso, seguiremos trabajando con la misma energía e ilusión para lograr los objetivos que nos hemos puesto, a medio y largo plazo, de forma que entre todos evolucionemos de manera dinámica y constante hacia un sector más fuerte y profesionalizado.

La implantación del RD163, así como la esperada aprobación del nuevo Código Estructural que sustituirá a la EHE-08, ocuparán una parte muy importante del tiempo de la Asociación. Tanto labores de formación y divulgación, como temas de vigilancia de la implantación, para poder asegurar que el esfuerzo de los asociados se ve recompensado por un sector más profesionalizado. Si conseguimos consolidar este paso y acercarnos a la forma de trabajar de otros países europeos, estaremos más cerca de poder converger también en otros aspectos como la norma europea EN-206. Aún es pronto para fijarnos esa meta, pero ya hemos iniciado el camino.

No quiero dejar de citar también otros temas de gran importancia que tenemos presentes, como los largos periodos de pago de nuestros clientes, y los problemas asociados a esto como la morosidad y la falta de cobertura de los seguros de crédito. También y tan importante como las anteriores, dar un impulso a la seguridad de los trabajadores, y más en concreto en lo referente al transporte, talón de Aquiles de nuestro sector, y que trabajaremos en su momento a través de nuestro distintivo Hormigón Expert.

La historia del hormigón

«Pertenecer a una asociación como ANEFHOP no es importante, es imprescindible»

  • Hablemos un poco de usted y su relación con el mundo del hormigón.

Mi relación con el mundo del hormigón viene de hace cincuenta y un años, dado que nací al mismo tiempo que la empresa familiar, en el año 1968, así que se podría decir que nací entre cemento, áridos y camiones.

Mi padre, con una mentalidad empresarial inquieta decidió poner en marcha una industria totalmente innovadora en aquellos años; hay que tener en cuenta que en los años sesenta el hormigón se fabricaba en su totalidad a pie de obra, sin garantías reales de calidad o de trazabilidad de los materiales. Fuimos de las primeras centrales de España y la primera de nuestra Región y evidentemente esa tradición ha marcado mi vida profesional en este sector.

Tras terminar la universidad me uní definitivamente a la empresa, hace ya más de veinticinco años, y de forma inmediata a las diferentes asociaciones sectoriales de aquellas actividades que desarrollamos.

Desde prácticamente el principio de su existencia nos integramos en ANEFHOP. Nuestra creencia en la necesidad de unión de los empresarios siempre ha sido  firme sostenida en el convencimiento de que pertenecer a un colectivo que defiende los intereses comunes es positivo para la empresa en particular y el gremio en general.

Haciendo una visión retrospectiva del mundo del hormigón y mi relación con él, tengo que decir que el sector ha evolucionado desde entonces, aunque menos de lo que me hubiera gustado; en gran parte impulsado por la propia asociación, en una búsqueda continua de la mejora de los estándares de calidad y en la certificación de esa calidad.

Recuerdo los años del Sello INCE, precursor de los DOR actuales, donde apenas una treintena de empresas en toda España lo obtuvimos, con la esperanza de que podía ser un signo distintivo, pero que no llegó a tener la transcendencia deseada. Posteriormente ya con la llegada y afianzamiento de los DOR se extendió mucho más su uso y se ha premiado más dentro de las Instrucciones que nos regulan, como la actual EHE-08. Por eso y por las exigencias de la modernidad nuestro producto ha sufrido un incremento en la demanda de sus estándares de calidad.

Lo cierto es que me habría gustado una evolución mayor en la tecnología de los hormigones durante todos estos años, pero creo que la normativa nos encorseta y sólo el arrojo de algunos directores de obra y el afán investigador de algunas empresas nos permite evolucionar. Sí bien es cierto que han ido surgiendo hormigones con nuevas tecnologías: autocompactantes, aligerados, drenantes, de alta resistencia… echo de menos un salto mayor que hubiera colocado el sector en otros estándares de prestigio ante el mercado, permitiendo diferenciar a las empresas innovadoras de las que no lo son, como pasa en otros ámbitos del mundo empresarial. Pero por desgracia el hormigón es un producto sin atributos, al que se le pide en muchos casos simplemente que cumpla con la resistencia, lo que lo convierte en un producto excesivamente competitivo sin elementos diferenciadores en un mercado muy dinámico.

 

  • ¿Cómo impactó la crisis en Murcia y cuál ha sido la evolución de las empresas de hormigón en estos últimos años?

La crisis de 2007 fue brutal en nuestra Región. Hay que tener en cuenta que en los años anteriores también fue de las Comunidades Autónomas que más evolucionaron en positivo y por ello quizás la caída también fue mayor. Nuestra región tiene muchos kilómetros de costa y el clima favorece la segunda residencia y actividades al aire libre como el golf. De hecho fueron los años de las urbanizaciones ligadas a este deporte, que crecían de pronto en medio de la nada, orientadas a un público en su mayoría extranjero. Cuando estalló la crisis la demanda de este tipo de viviendas se derrumbó, pasando de construir 65000 viviendas a 15000 en dos años y a partir de 2012 prácticamente a cero. La caída de las ventas se acercó al 90 por ciento entre 2007 y 2015, cifras realmente increíbles, tan increíbles como la capacidad de aguante de los empresarios, que a pesar de la tremenda bajada de ventas pudieron capear en su mayoría esta crisis y mantener la supervivencia de sus empresas. Por eso yo siempre digo que cualquier empresario que mantenga su empresa a flote en estos días tras la crisis es un héroe.

Sí es cierto que hubo una gran reducción en la estructura de las empresas, adaptándose a los nuevos niveles de actividad, disminuyendo la flota de vehículos drásticamente a la par que las plantillas y externalizando parte de los servicios, todo en aras de capear el temporal y sobrevivir; decisiones drásticas que a ningún empresario le gusta tomar pero inevitables en esos momentos.

No podemos tampoco olvidar de aquellos años la morosidad sobrevenida ante los concursos y quiebras en cadena de las empresas constructoras y que también afectó a nuestro sector de forma directa. Los aplazamientos de pago mucho más allá de lo que la Ley permite y la caída en picado de los límites crediticios asegurados por las compañías de caución dejaron a nuestros empresarios al descubierto. Probablemente si hubiéramos tenido otros usos en el mercado respecto a los periodos de pago la crisis no habría sido tan aguda.

De aquellos tiempos oscuros a estos días se ha producido una evolución en las empresas fabricantes de hormigón, claramente marcada por lo aprendido a base de mucho sufrimiento. Hoy las empresas son muy cautas a la hora de hacer crecer sus estructuras, lo que ha llevado a externalizar en gran medida el transporte de hormigón, o la logística en el suministro de materias primas; somos todos mucho más cautos en la concesión de crédito a nuestros clientes y mucho más férreos en los plazos de cobro, creo que todo esto nos sitúa en mejor posición para afrontar los nuevos tiempos post covid que se avecinan.

 

  • ¿Cómo está viviendo el sector la crisis actual provocada por la Covid19?

Como todos sabemos nuestras industrias estuvieron sólo cerradas durante los quince días del famoso “Permiso Retribuido Recuperable” al igual que la mayoría de obras, cuando todo el sector constructivo fue forzado a cerrar. Teniendo en cuenta ese escaso periodo de clausura y que la Región de Murcia ha sido de las menos afectadas por el Covid, hasta ahora no hemos sentido una especial influencia en la marcha de la actividad.

Es cierto que la incertidumbre de esos días de crecimiento desbocado de la pandemia todos temíamos lo peor, un cierre más prolongado, el derrumbe de empresas, la llegada de los impagos… pero realmente hasta la fecha eso no ha llegado a producirse en nuestro mercado. Las obras volvieron a reabrir a distinto ritmo tras el periodo de clausura de los quince días y ahora mismo se desenvuelven a ritmo completamente normal, si bien es cierto que nuestra preocupación va más orientada al futuro inmediato, la licitación se ha detenido al cien por cien y tememos que no se reactive, a pesar de que el gobierno y los agentes sociales no paren de decir que la construcción será uno de los motores de la recuperación y absorberá los puestos de trabajo destruidos en otros sectores. Ahora mismo la iniciativa privada es muy cautelosa y creo que hasta dentro de unos meses no retomará el brío necesario. Ni que decir tiene la preocupación de los rebrotes y el temor a un nuevo confinamiento que esperamos fervientemente nunca llegue

Si las Administraciones no invierten en obra pública de manera firma podemos enfrentarnos a un año difícil. Tengo la esperanza de que el dinero inyectado a la economía acabe dando sus frutos y los inversores se animen a mover capitales y ello nos devuelva a niveles de actividad aceptables, aunque a mi modesta opinión no antes del segundo semestre de 2021. Esperemos que el Gobierno entienda que es estrictamente necesario licitar la mayor cantidad de obra pública posible.

No podemos menospreciar un dato contundente: cada millón de euros invertido en obra pública genera diez puestos de trabajo directos y cinco indirectos, pero además, conlleva un retorno fiscal del cuarenta y nueve por ciento, es la inversión más rentable que podemos realizar en este momento y que materialice un impulso en el corto plazo, que es justo lo que necesitamos ahora, ahora, no dentro de seis meses.

 

  • ¿Por qué es importante para la Industria del Hormigón, pertenecer a una asociación como Anefhop?

No es importante, es imprescindible.

La tan manida frase de “la unión hace la fuerza” es absoluta y rotundamente cierta, y más en un sector como el nuestro, sometido a una ingente y cada vez más farragosa legislación en calidad, seguridad laboral y cuestiones ambientales.

Antes, cuando hablábamos de cómo había evolucionado el sector en los últimos años hablábamos de tecnología e innovación, pero donde realmente se ha producido una revolución en nuestra sociedad es en estos tres aspectos. Las empresas tenemos que estar concienciadas y llevar a la práctica una mejora continua en estas tres variables.

La asociación ha llevado a cabo una tarea excelente en marcar el camino de nuestras empresas en este sentido, concienciando, asesorando y decidiendo, a través de sus órganos de gobierno del camino a seguir.

“Fuera hace mucho frío” es una expresión que me gusta utilizar cuando me refiero a esto. Estar en la asociación te da acceso a una gran cantidad de información sobre los cambios legislativos, las tendencias y el camino común que todos llevamos al pertenecer a un mismo sector. El que no pertenece a su asociación sectorial está desprotegido y en muchos casos desorientado.

Yo siempre he creído en el asociacionismo y tengo que decir que ANEFHOP es una gran asociación, con una diversidad de tipos y tamaños de empresa que la enriquece, que además en los últimos años ha sabido reformarse y acercarse aún más a los asociados, que informa, forma, ilustra y asesora ostentando ya un marchamo de prestigio ante los agentes del sector y la administración que la hacen respetada y que nos permite influir en los continuos cambios legislativos que nos afectan.

 

  • Hace unos años se implantó el Hormigón Expert como medida para salir reforzados de la crisis financiera del 2008. En su opinión, ¿de qué manera ha contribuido al desarrollo del sector en su región?

No me atrevería a legitimar esa causalidad. Creo que el EXPERT es una buena iniciativa, incluso necesaria, en un sector que necesita evolucionar y exigir cada vez mayores estándares de cumplimiento de las tres variables que ya comentaba antes: calidad, seguridad y sostenibilidad. Esos son los tres ejes del Expert y de hecho, creo que cualquier empresa que se precie debe evolucionar en estos tres aspectos, pero no considero que la puesta en marcha del EXPERT haya contribuido al desarrollo del sector, es una apuesta a largo plazo, muy debatida dentro de la asociación, pero necesaria si queremos prestigiar al sector y elevar los mínimos estándares de una industria que merece ser respetada, por la importancia y la responsabilidad inherente al producto que aporta a la sociedad. Habrá que esperar unos años a recoger los frutos del esfuerzo que los asociados estamos haciendo para cumplir y mantener este sello, creo que es imprescindible seguir impulsándolo porque al final si derivará en un desarrollo del sector y de sus empresas.

 

  • En julio de 2019 se aprobó el Real Decreto 163/2019 que obliga a la certificación del control de producción de las plantas de hormigón. ¿Cómo están afrontando las empresas de la comunidad esta nueva legislación? ¿Existe suficiente concienciación acerca de la importancia de cumplir estas nuevas exigencias?

A través de nuestro Comité de Gestión hemos hecho mucho hincapié en la trascendencia de esta nueva reglamentación que se nos aplica -ya- y que lo hará de forma completa a partir de la primavera del próximo año, pero aun así, tengo la sensación de que muchas empresas no han asumido la obligatoriedad y el alcance de esta norma. En algún caso están gestionando la modernización de sus programas informáticos, pero la inviolabilidad de los mismos es algo que aún no está implantado. Desde la asociación tenemos previsto un calendario con un itinerario formativo para nuestras empresas, tanto en el Real Decreto como en próximo Código Estructural que se aprobará en breve, precisamente con la idea de que los asociados se vayan adaptando al cumplimiento del primero y a la implantación del segundo. Las empresas que tienen DOR son las más concienciadas de la obligación de cumplir los preceptos del real decreto, dado que las entidades de certificación están adaptando sus reglamentos a éste y en consecuencia encaminando a sus auditados a adecuarse.

Es verdad que en estos momentos los empresarios están más preocupados por lo que puede venir tras el covid que ante legislaciones de cualquier tipo, pero no es menos verdad que su cumplimiento es obligado y algunas empresas llegarán con prisas a entregar el examen en el último minuto.

No quiero dejar de aclarar que si bien el Real Decreto no me convence plenamente, no es menos cierto que puede marcar un antes y un después en nuestro sector, si sirve para luchar con la competencia desleal y todos cumplimos a rajatabla sus preceptos.

 

  • ¿Existe el problema de intrusismo en Murcia? ¿Podría ayudar el RD163 a mejorar la situación en este aspecto?

Existe como en todos lados, más que intrusismo, competencia desleal.

Cuando las leyes imponen preceptos de los que no se puede verificar su cumplimiento, ello beneficia al infractor y perjudica al cumplidor. Por eso siempre he criticado la famosa tabla 37.3.2 de la EHE-08, que obliga a unos contenidos que nadie sabe cómo controlar y recomienda unas resistencias que no obliga a los proyectistas a prescribir y por lo tanto fomenta el engaño. Eso coloca a las empresas serias en desventaja respecto a las que simplemente incumplen sistemáticamente y no son castigadas por ello en el mercado, disfrutando de una impunidad absoluta.

Por otro lado, seguimos luchando con las centrales que se implantan de forma ilegal, muy poco ayudados generalmente por las administraciones locales o autonómicas, que permiten la instalación de plantas de hormigón en suelos no planeados para ello, en clara competencia desleal con aquellos que han tardado años en obtener los parabienes necesarios para cumplir escrupulosamente con la legalidad.

Otro modo de competencia desleal son las centrales en obra, muy de moda en las grandes infraestructuras y claramente desleales, no ya por el innecesario coste ambiental frente a plantas autóctonas ya implantadas que tienen la capacidad suficiente para suministrar estas obras, sino por el dudoso control de calidad de sus hormigones. Si bien es cierto que la EHE-08 considera a estas centrales como de segunda, aplicando criterios muy estrictos en la interpretación de resultados del control de calidad, no lo es menos que las Direcciones Facultativas no aplican estrictamente estos criterios, sin nombrar el abanico de posibilidades de fraude que una planta de obra tiene al conocer puntual y previamente el momento y lugar de los muestreos. Esto coloca en desventaja a nuestros asociados, máxime si están en posesión de un DOR, en auditoría y control continuo de su proceso productivo.

Estas centrales de obra sólo deberían autorizarse en lugares donde no existiera la posibilidad de suministro por plantas preexistentes, dada su lejanía o los excesivos tiempos de entrega.

Efectivamente la aplicación del Real Decreto 163 puede empezar a poner coto a gran parte de la competencia desleal, sobre todo la que se apoya en el incumplimiento sistemático de los contenidos de cemento, dada la obligatoriedad de certificar un software en planta inviolable, que asegure los contenidos y cantidades que dice la norma. Con esta medida, acabaríamos con el fraude que existe en el mercado de incumplimiento de la norma en contenidos de cemento, el suministro de hormigones con cementos sulforesistentes (que luego carecen de ellos) y no menos importante, la mala praxis y lo que considero una estafa en toda regla, el cubicaje a la baja en los metros de hormigón.

Sé que no nos gusta oír que estas prácticas existen en el mercado, pero lo cierto es que hay un número de plantas que las utilizan para competir deslealmente con las empresas serias del mercado y el Real Decreto nos brinda una oportunidad histórica para acabar con ello, lo que aumentará el prestigio de nuestro sector.

 

  • A las dificultades económicas que venían sufriendo las empresas del sector se van a sumar las vinculadas a la crisis provocada por la Covid19. ¿Qué medidas se han de tomar ya para evitar la desaparición de fabricantes y la pérdida de puestos de trabajo?

Obra, obra y más obra. Como he dicho antes es imprescindible la licitación de obra pública, generar demanda pública y confianza en los inversores privados para que despierten su iniciativa y construyan viviendas.

Para lo segundo tiene que haber seguridad jurídica y financiación para las familias que les ayude a comprar una vivienda.

La política de impulso de los alquileres está muy bien, pero también es necesario que la gente obtenga financiación para comprar vivienda, para eso tiene que haber actividad económica y estabilidad en el empleo. Una cosa lleva a la otra. Ya entramos en política macroeconómica que se sale del objeto de lo que tratamos aquí hoy.

Simplificación administrativa para que las industrias no tarden años en poner en marcha un proyecto, y celeridad en las administraciones locales y autonómicas para la tramitación de planes parciales y concesión de licencias. Es necesario agilizar la puesta a disposición del suelo en el mercado. En fin, son muchas las cosas que se podrían hacer, aunque evidentemente la inyección de liquidez al sistema por parte de la Comunidad Económica Europea es la más inmediata y necesaria.

Y algo con lo que llevamos luchando años: el cumplimiento de la Ley de Morosidad en las Operaciones Comerciales, recortando al máximo los plazos de pago, cosa que a pesar de ser de obligado cumplimiento, todo el mundo incumple, con las administraciones de toda índole a la cabeza. Sería conveniente que la administración cumpliera con la Ley estrictamente y además obligara a toda la cadena de agentes que participan en sus licitaciones a cumplir a su vez con los mismos preceptos.

Hay que decir que en esto ANEFHOP ha sido incansable desde hace muchos años defendiendo el cumplimiento de los plazos de pago, y parece que tras tanto esfuerzo -poco a poco- se va consiguiendo.

 

  • ¿Qué retos considera los más importantes que ha de hacer frente el sector en los próximos años? ¿Qué mensaje enviaría a los asociados de Murcia?

Evidentemente los más próximos son la adaptación y cumplimiento del Real Decreto 163 y la puesta en marcha del nuevo Código Estructural que venga a sustituir a nuestra ya anciana EHE-08, pero si miramos al medio y largo plazo tenemos que modernizar nuestras industrias, como el resto de empresas del entorno económico, basándonos en la digitalización y cumplir la demanda social de reducir al mínimo nuestra huella ambiental.

Creo firmemente que tenemos mucho que hacer en la digitalización, a la hora de controlar los procesos productivos y la trazabilidad de nuestros hormigones, la logística y el suministro a obra, los pedidos y la gestión comercial. Tocamos de oído cuando hablamos del internet de las cosas, la robotización, el blockchain y el bigdata, pero lo cierto es que tenemos que ir implementándolos en nuestras empresas.

Y para que nadie piense que estoy soñando pongo ejemplos sencillos: aún no podemos ir en nuestros camiones con albaranes digitales, porque la legislación no lo permite, gestionamos los pedidos por teléfono en lugar de hacerlo por entorno web, la trazabilidad de las materias primas respecto a nuestros lotes de fabricación es aproximada, no existe un control de las condiciones ambientales (temperatura, humedad, lugar de conservación, arpillera, sombra) de nuestras probetas durante su estancia en obra ni seguimiento verificable de su periplo desde obra al laboratorio, a la cámara de curado y posterior rotura, no existe de manera estricta un control de las condiciones y manipulación del hormigón en el transporte y vertido, y un largo etcétera de ideas que podrían implementarse en un entorno digital. Se aceptan sugerencias…

Me pide un mensaje para los asociados de Murcia: Prudencia, calma y unión.

Prudencia en las políticas crediticias de cara a los posibles malos tiempos que puede traernos esta pandemia y el más que probable incremento de la morosidad.

Calma cuando en los meses venideros disminuya el volumen de actividad, lo que puede llevar a las empresas a políticas erróneas de venta basadas en el nerviosismo, cuando lo recomendable es adaptar las estructuras a las necesidades de la demanda.

Y unión porque en los malos tiempos siempre tendrás más fuerza, información, criterio y perspectiva si cuentas con compañeros de viaje que pueden ofrecerte todo eso, apoyados en una institución como es ANEFHOP que va a estar ahí para asesorarnos, defendernos y cuidarnos.

 

 

Entrevista a Carlos Peraita, director general de ANEFHOP, en Economía de Hoy

  • ¿Cómo ha vivido el sector esta situación de alarma provocada por el coronavirus? ¿Y sus repercusiones económicas?

Desde que se decretó el Estado de Alarma y hasta el 30 de marzo, el sector de la construcción pudo seguir trabajando parcialmente, tratando de mantener la actividad y, por supuesto, cumpliendo en todo momento con las disposiciones y recomendaciones de las autoridades competentes. Esto fue posible gracias al esfuerzo del conjunto de empresas, más de 280, que forman parte de esta patronal.

Aún así, los niveles de producción de hormigón preparado no llegaron al 50% de media y los ajustados márgenes de operación se han traducido en considerables pérdidas económicas en la gran mayoría de los casos. En cualquier caso, este esfuerzo ha merecido la pena en la medida en que conseguimos mantener el pulso de la economía y el empleo de nuestros trabajadores.

Del 30 de marzo al 13 de abril, con la obligada paralización de actividades consideradas no esenciales, nuestra industria ha sufrido un impacto aún mayor. Durante el periodo del permiso retribuido recuperable aprobado por el Real Decreto-ley 10/2020, de 29 de marzo, sólo se mantuvieron determinados suministros mínimos y esenciales para atender actuaciones específicas en hospitales, cementerios y accesos.Tras haber permanecido la práctica totalidad de las plantas de hormigón cerradas, las condiciones en las que nos enfrentamos a la reanudación de la actividad a partir del 13 de abril es de cierta incertidumbre con un arranque muy poco homogéneo geográficamente. El nivel de actividad en las plantas puede situarse un 30% por debajo de los que sería razonable para esta época del año.

  • ¿Cómo va a afectar la caída de la construcción al sector del hormigón?

Hay que decir, en primer lugar, que el sector del hormigón se mantenía en unos niveles muy bajos de producción desde la crisis financiera de 2008. Algunas empresas constructoras habían iniciado, recientemente, procedimientos concursales. Si sumamos esto a la situación que llevamos viviendo estos meses por la pandemia, las expectativas para nuestra industria son nefastas. Dado que, además, se van a paralizar los proyectos turísticos y, por ende, el suministro de nuestros materiales, podemos presagiar unas significativas caídas en la producción de hormigón, que podrían superar el 20% en el dato anual, retrocediendo el sector a una situación similar o inferior a la del año 2017, esto es, con un de las cifras más bajas de los últimos 25 años.

  • ¿Se contemplan ayudas estatales al sector del hormigón?

Hemos reclamado al Gobierno de España y al de las distintas Comunidades autónomas que se adopten con urgencia una serie de medidas encaminadas a la reactivación del sector, pues esto será imprescindible para la recuperación económica de este país. No olvidemos que la construcción tiene un peso en la generación del PIB de un 5,2% y el volumen de empleo que representa se sitúa en 1,3 millones de puestos de trabajo.

Las ayudas que se exigen desde ANEFHOP están destinadas al acceso y suministro de sistemas para la protección de la salud y la prevención de riesgos laborales, el acceso a la financiación a través de líneas de avales ICO, pues es imprescindible favorecer que las empresas puedan dotarse de la tesorería necesaria, el aplazamiento en el pago de impuestos en 12 meses y, sobre todo, el reinicio y el impulso de las inversiones en obra pública. Hay que ayudar a nuestra industria a que recupere la actividad con toda la energía posible para abandonar el estado de ralentización en el que se ha situado durante los últimos meses.

Esperamos, por otro lado, que lleguen los Fondos de Reconstrucción Europeos y que el montante de éstos destinado para la construcción permita dar liquidez a las empresas y, así, recuperar su actividad, lo que nos ayudará también a frenar el cierre de fábricas y el despido de trabajadores.

  • ¿Podemos ser optimistas en cuanto a la reactivación del sector?

No podemos ser optimistas, puesto que, aunque confiamos en que las obras que se iniciaron con anterioridad a la Covid19 se concluyan, no divisamos en el futuro próximo un escenario para la esperanza, que implique una iniciativa inversora suficiente para que se comiencen nuestros proyectos. De ahí que nuestra asociación esté urgiendo a la Administración pública a ser diligente y tomar las medidas que sean necesarias para relanzar un sector tan importante en España como es la construcción. Esperemos que estas exigencias se hagan realidad y podamos avanzar despejando la incertidumbre que hoy asola a muchos empresarios y que les impide hacer inversiones.

  • ¿Se puede mantener el distanciamiento social en el sector?

Sí, las plantas de hormigón están preparadas para mantener distanciamiento preventivo. Desde el sector se han realizado esfuerzos para garantizar la seguridad de los trabajadores en las plantas de producción y en las obras. Es necesario que las instituciones públicas ayuden a toda la construcción a tener garantizado el acceso y el suministro de equipos y sistemas para la protección de la salud y la prevención de riesgos laborales.

Esta entrevista ha sido publicada en Economía de Hoy. Puedes acceder a esta haciendo click aquí

«El RD 163/2019 es una oportunidad única para la profesionalización del sector»

Entrevista a Juan Carlos Marín, presidente del Comité de Gestión en Extremadura.

Hablemos un poco de usted y su relación con el mundo del hormigón.

Trabajo en la empresa Prebetong Hormigones perteneciente al grupo brasileño Votorantim Cimentos, y llevo en este sector ya desde hace unos cuantos años, concretamente desde el año 1998; siempre desarrollando trabajos relacionados con la producción, la calidad y la gestión en el hormigón y los áridos.

¿Cómo impactó la crisis en Extremadura y cuál ha sido la evolución de las empresas de hormigón en estos últimos años?

Extremadura representa el 2,4% de la población española, con una densidad que no alcanza la tercera parte de la nacional, a lo que hay que añadir una baja tasa de natalidad y un elevado envejecimiento de la población. La producción media en estos últimos años supone el 1,6% del PIB español, con la menor renta per cápita de las regiones del país y con una de las tasas de paro más elevadas. Con todo esto quiero decir que en nuestra Comunidad Autónoma llueve sobre mojado.

El sector en Extremadura sufrió importantes contratiempos, tales como cierres de instalaciones y desaparición de empresas; por lo que se tuvo que reestructurar durante la anterior crisis y adecuarse a las circunstancias de forma notable.

Se produjo la paralización general de la obra pública y de la promoción privada de viviendas. En el caso de la obra pública hubiera sido necesario un mayor impulso de la Administración, ya que sólo se mantuvo la construcción de algún tramo de la línea de alta velocidad en zonas muy concretas y no favoreciendo el completo desarrollo de la región y además haciéndolo con un retraso considerable. La evolución de las empresas de hormigón es estos últimos años está siendo positiva, pero lenta, demasiado lenta, fiel reflejo de la propia recuperación a nivel nacional. A ello le tenemos que sumar la ya apuntada gran dispersión y baja densidad de población que tenemos en Extremadura.

¿Cómo está viviendo el sector la crisis actual provocada por la Covid19?

Con mucha preocupación. El primer efecto inmediato ha sido la instauración de nuevos y más estrictos protocolos de seguridad y salud, en línea con las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Así, hemos identificado las zonas sensibles, donde hemos instaurado el carácter obligatorio de mascarillas cuando no se pueda mantener el distanciamiento físico. Además, hemos limitado los aforos máximos en las zonas de uso común en las plantas y oficinas y hemos rediseñado los horarios, jornadas y turnos para minimizar los contactos y aglomeraciones, entre otras medidas.

La prioridad de las empresas desde que apareció la crisis ha sido garantizar la salud de las personas que han tenido que mantener la actividad de producción y venta de hormigón; en definitiva, la salud de todos aquellos equipos que han tenido que mantenerse al pie del cañón en sus puestos de trabajo habituales. Para ello, nos hemos asegurado que se implantaban las mejores prácticas, tras hacer una evaluación de los riesgos de exposición en los puestos de trabajo y de las personas vulnerables y sensibles.

Las Administraciones Públicas deben ser sensibles a que es imprescindible activar las construcciones ligadas a la agenda 2030 y al Pacto Verde Europeo. Además, existen otras iniciativas como el desarrollo de programas de vivienda social para alquileres a largo plazo, que permitirían relanzar la demanda en el sector residencial o el impulso de la rehabilitación de edificios con criterios de eficiencia energética.

La construcción y su cadena de valor asociada deberían ser la principal palanca de la reactivación económica, debido el efecto multiplicador para otros sectores económicos, su capacidad para generar empleo y así absorber todo el que inevitablemente se va a destruir en otros sectores de la economía, y el poder transformador para la sociedad de la inversión en infraestructuras.

¿Por qué es importante para la industria del hormigón pertenecer a una asociación como Anefhop?

Es básico e importantísimo pertenecer a una asociación de representación sectorial que trabaje y vele por los intereses de todos nosotros, a la vez que fomente el desarrollo y la profesionalidad de todo nuestro sector. En cualquier actividad, pero principalmente en una como la nuestra, es necesario mejorar la comunicación interna y también la externa, informando sobre la actividad que se desarrolla y defendiendo nuestros intereses y los del sector.

ANEFHOP ha impulsado y fomentado de manera decidida la formación de todos los que pertenecemos a la asociación, realizando una apuesta inequívoca por la profesionalización del sector. La implantación del distintivo Hormigón Expert, la difusión y formación sobre el Real Decreto 163 de Control de Produción, la PRL, el medio ambiente y la calidad de nuestros productos y servicios, son las grandes apuestas y es el “caballo de batalla” en nuestro día a día.

Hace unos años se implantó el Hormigón Expert como medida para salir reforzados de la crisis financiera del 2008. En su opinión, ¿de qué manera ha contribuido al desarrollo del sector en su región?

El Hormigón EXPERT se basa en tres pilares fundamentales: la calidad, el medio ambiente y la prevención de riesgos laborales. Estos tres pilares podríamos decir que son la materia prima con la que construimos nuestro producto final y que, a su vez, construyen un distintivo de excelencia que tiene, entre otros objetivos, la diferenciación con los competidores que  no creen en estos valores.

La prevención de riesgos laborales es algo fundamental y que para nosotros es básico y esencial. Hemos hecho un esfuerzo importante adaptando nuestros centros de producción con todos los medios necesarios para conseguir nuestro objetivo de “cero accidentes”, pero lo más importante ha sido el trabajo de formación y sensibilización para alcanzar conductas que creen y busquen este mismo objetivo. Creemos en el cuidado del medio ambiente y por ello se han hecho grandes inversiones en nuestros centros con el objetivo de reducir la emisión de polvo, recuperar los residuos generados, etc.

En definitiva, el distintivo Hormigón Expert busca una profesionalización, dignificación y excelencia de nuestro sector. ANEFHOP cuenta con empresas sostenibles y queremos que todos nuestros competidores también lo sean.

En julio de 2019 se aprobó el Real Decreto 163/2019 que obliga a la certificación del control de producción de las plantas de hormigón. ¿Cómo están afrontando las empresas de la comunidad esta nueva legislación? ¿Existe suficiente concienciación acerca de la importancia de cumplir estas nuevas exigencias?

Este Real Decreto se debe entender como una herramienta más para mejorar el nivel de las empresas de nuestro sector, principalmente para optimizar  nuestra calidad y gestión en las centrales de producción. Yo me atrevería a decir que, si se aplica de manera correcta y la Administración pone las herramientas necesarias para su control, es una oportunidad única. Lo veo como un tren que está pasando por delante de nosotros y que debemos cogerlo; de no hacerlo, no mejoraremos la tan ansiada profesionalización del sector.

La aplicación del RD 163/2019 debería suponer el cierre de las instalaciones que no cumplan con los requisitos legales, y el final de la competencia desleal, que tanto daño hace, contra las empresas respetuosas y cumplidoras de la legalidad.

Las empresas hormigoneras extremeñas que pertenecemos a ANEFHOP tenemos grandes expectativas en este RD y esperamos que se dignifique nuestro sector, nuestro producto y nuestro servicio, y esto pasa indefectiblemente por eliminar la competencia desleal en el sector.

¿Existe el problema de intrusismo en Extremadura? ¿Podría ayudar el RD163 a mejorar la situación en este aspecto?

Sin duda, ya lo he dicho, existe un grave problema en Extremadura, así como en el resto de España. Por eso, es fundamental la implicación de las autoridades administrativas. Ahora contamos con otra herramienta valiosa y necesaria, pero también hace falta que se apliquen los controles oportunos para hacer cumplir el RD, y así reducir o eliminar la competencia desleal. Si la Administración no se implica de manera clara y efectiva en la supervisión y exigencia de su cumplimiento, no habrá servido para nada.

ANEFHOP está haciendo una gran labor en Extremadura combatiendo el intrusismo, luchando para evitar que entren en funcionamiento nuevas centrales que no cuentan con la licencia municipal de instalación, y también contra centrales de hormigón ya establecidas que no cuentan con las autorizaciones necesarias.

Con esto no quiero decir que estemos en contra de que se instalen nuevas empresas hormigoneras y nuevas centrales en Extremadura, todo lo contrario, tienen las puertas abiertas de nuestra asociación. Pero, por supuesto, debe cumplirse con la normativa y legislación vigente, para que todos trabajemos con las mismas reglas. Es lo justo.

A las dificultades económicas que venían sufriendo las empresas del sector se van a sumar las vinculadas a la crisis provocada por la Covid19. ¿Qué medidas se han de tomar ya para evitar la desaparición de fabricantes y la pérdida de puestos de trabajo?

Ante esta crisis de salud pública la primera actuación pasa por reforzar el sistema sanitario y en­­contrar soluciones científicas que hagan frente a la pandemia para que podamos retomar, lo antes posible, la vida donde la dejamos antes de la llegada de la COVID-19.

Es necesaria una respuesta de las políticas económicas contundente y coordinada, tanto a nivel nacional como a nivel europeo y también autonómico. El objetivo es permitir que la actividad y el empleo se retomen tras el shock de manera rápida, facilitando que no se interrumpa el flujo circular de ingresos de la economía y que continúe moviéndose el di­­ne­­ro entre los distintos agentes económicos.

El sector de la construcción puede tirar de la economía pero el Gobierno debe ayudar y empujar también. Este sector está llamado a ser el dinamizador de la actividad económica. A partir de aquí, lo que esperamos es que el Gobierno ponga en marcha todos los procedimientos en el ámbito de la licitación pública y la adjudicación. Nosotros proponemos un impulso decidido a la obra civil y a la edificación. Extremadura también debe hacer una apuesta decidida, fomentando una región proactiva en el sector industrial, facilitando condiciones óptimas para invertir y crear más empresas sostenibles.

¿Qué retos considera los más importantes que ha de hacer frente el sector en los próximos años? ¿Qué mensaje enviaría a los asociados de Extremadura?

En los próximos años, en mi opinión, tenemos el gran reto de ser capaces de implantar de manera correcta y contundente el RD 163 de Control de Producción. Creo que nos enfrentamos a uno de los mayores retos que hayamos tenido. Hemos de ser conscientes de que, si queremos tener un sector más profesionalizado, nosotros tenemos que dar el primer paso. Este es uno de los mensajes que lanzo a todos los asociados.

Seguir apostando por el medio ambiente incluyendo en nuestros procesos productivos las acciones necesarias para convertirnos en empresas sostenibles. Un ejemplo puede ser el uso de materias primas recicladas y/o nuevos materiales, fabricando así hormigones también más sostenibles.

Otro gran reto es seguir mejorando nuestra comunicación al exterior, compartiendo nuestra actividad con la Administración y la ciudadanía en general. Hacer visible nuestro sector, que es bastante más desconocido de lo que creemos, realizando actividades en las que podamos mostrarnos a la sociedad.

Por último, volver a recalcar que está en nuestras manos el convertir nuestro sector en otro mucho más profesionalizado, pero tenemos que trabajar todos muy duro y de manera conjunta. Tenemos que conseguir diferenciarnos de las empresas desleales y que el cliente lo aprecie y valore.

 

 

 

 

 

 

Ocho propuestas para relanzar el sector de la construcción

Ahora que vamos recuperando el ritmo de trabajo, podemos decir que el impacto de la Covid- 19 en la construcción está siendo demoledor. Si bien es cierto que nuestra industria pudo mantener ciertas actividades durante el confinamiento, los niveles de producción de hormigón no llegaron al 50% de media, obteniéndose ajustados márgenes de operación que se han traducido en pérdidas económicas en la mayoría de los casos. A este escenario tenemos que sumar otra circunstancia y es que, antes de que se desatara la crisis por el coronavirus, el sector de la construcción se encontraba en pleno proceso de recuperación de su nivel base de actividad en España.

A lo largo de la última década, nuestra industria ha demostrado su fortaleza, su resistencia y resiliencia ante cualquier adversidad. Sin embargo, el contexto del que venimos y, sobre todo, el panorama al que debemos enfrentarnos a partir de ahora, nos hace ser poco optimistas y, de hecho, ya hemos trasladado nuestra preocupación al Gobierno de España, a los Gobiernos de las Comunidades y Ciudades Autónomas, así como a las distintas fuerzas políticas e instituciones públicas y privadas. Consideramos esencial que todos los agentes implicados conozcan la magnitud de las dificultades que atraviesan nuestras empresas y adopten las medidas que estimamos oportunas para la recuperación del sector y, por ende, de la economía española. No podemos olvidar que la construcción seguirá siendo clave para la reconstrucción económica nacional, pues su peso en la generación del PIB, que se halla en un 5,2%, y el volumen de empleo que representa, con 1,3 millones de puestos de trabajo, convierten al sector en una de las palancas fundamentales para que la economía española resucite.

Desde ANEFHOP entendemos que es imprescindible actuar con determinación para reactivar este sector, puesto que desde 2019 se encontraba en una situación de ralentización de su crecimiento, sin haber recuperado o alcanzado un nivel de actividad básica suficiente tras la crisis financiera que comenzó en 2008. Algunas empresas constructoras, azotadas duramente por aquella crisis, ya estaban en dificultades financieras que se concretaron en procedimientos concursales recientes. Aunque confiamos en que las obras iniciadas se concluyan, no divisamos un horizonte de esperanza, que implique una iniciativa inversora suficiente para que se inicien nuevos proyectos. Y es que, además, la incertidumbre que asola a muchos empresarios puede paralizar la inversión hasta que no se aclare el camino.

Asimismo, los proyectos turísticos se van a paralizar debido a la caída de la demanda y, con ello, las previsiones de suministro de nuestros materiales en las obras o actuaciones relacionadas con esas iniciativas. Dado que esta crisis también afecta a otros países, la inversión extranjera quedará limitada o prácticamente anulada. Todas estas complicaciones nos hacen presagiar unas significativas caídas en la producción de hormigón, que podrían superar el 20% en el dato anual, retrocediendo el sector a una situación similar o inferior a la del año 2017, esto es, con una de las cifras más bajas de los últimos 25 años. Las empresas del sector podrían perder alrededor de 3 meses de facturación respecto a las previsiones al inicio de año y se podría asistir al cierre de muchos fabricantes y, en consecuencia, a la pérdida de empleo directo e indirecto y de la contribución de nuestra industria en términos de valor agregado (pago de impuestos o desarrollo económico local, entre otros).

Ante este contexto, nuestra asociación estima que las inversiones y los costes de estructura de la cadena de suministro de hormigón han de ser financiados y así evitar que desaparezcan empresas esenciales para que la economía española vuelva a funcionar. Se deben adoptar medidas urgentes que reactiven el sector de la construcción y todas las actividades y sectores dependientes. Recuperar nuestra industria es recuperar la actividad económica del país. Por citar solo algunos datos recogidos en diferentes estudios e investigaciones: un incremento en la demanda de construcción de un 1% produce un efecto multiplicador de casi el doble en la producción del país. Igualmente, por cada 6 millones de euros invertidos, se generan 100 empleos directos y 60 indirectos.

Desde ANEFHOP proponemos ocho medidas como son:

1. Garantía de acceso y suministro de equipos y sistemas para la protección de la salud y la prevención de riesgos laborales. Es preciso que los trabajadores del sector cuenten con los medios y sistemas de prevención y protección para poder ejercer su actividad.

2. Seguridad en la capacidad de gestión y acceso a la financiación por parte de las empresas suministradoras de materiales de construcción, así como en la gestión y el buen funcionamiento de los seguros de crédito. Debido a la falta y a la paralización de los suministros, asistiremos a un desajuste importante entre los gastos y los ingresos que, junto a los problemas de tesorería, llevará a las empresas a tener que solicitar créditos que les permitan hacer frente a esta situación.

3. Ampliación y aplicación o acceso efectivos a las líneas de avales ICO para la industria suministradora. Vinculado a lo anterior, desde ANEFHOP insistimos en que es imprescindible favorecer que las empresas puedan dotarse de la tesorería necesaria y suficiente para recuperarse de la paralización durante el confinamiento por la Covid19. Y es que cuando las empresas suministradoras de materiales de construcción tengan que cobrar las facturas de este periodo, se tendrán que enfrentar a un descenso de entradas de tesorería para afrontar sus obligaciones de pago. Es crucial para la mayoría de ellas disponer de liquidez en un negocio en el que la rentabilidad está fuertemente ligada al volumen de venta.

4. Aplazamiento en el pago de impuestos en 12 meses. Solicitamos a los diferentes gobiernos que se acuerde un aplazamiento en el pago de impuestos de las empresas y los autónomos durante seis meses, pudiendo estructurar o fraccionar el pago durante los doce meses siguientes, con un coste financiero equivalente a las condiciones de los préstamos avalados ICO.

5. Reinicio de las obras públicas sin recortes de presupuestos ni plazos. Resulta clave para el sector y la economía de nuestro país que la actividad se recupere con toda la energía posible. No podemos ahondar en esa tendencia previa de ralentización. Pedimos al Gobierno que actúe con firmeza para garantizar que la actividad en las obras públicas no se pare, tratando de recuperar al máximo el tiempo perdido. Cuentan con todo nuestro apoyo y dedicación.

6. Relanzamiento del sector de la construcción con una mayor inversión (Plan de Reconstrucción Económica y Social) por su efecto multiplicador en la economía. La situación obliga a impulsar un Plan Nacional, de cinco años como mínimo, que suponga una inyección de inversión al sector. El propósito es la continuidad en el nivel de inversión estatal que permita a las empresas acometer la adaptación de sus capacidades para este periodo de tiempo, garantizando el empleo y generando valor para la economía de España. Nos referimos a infraestructuras de comunicación, hospitales, residencias, vivienda social, energía sostenible, agua, aparcamientos disuasorios y todo lo necesario que surja de esta crisis. En este sentido, proponemos crear un grupo de trabajo, donde se puedan analizar las propuestas y las capacidades productivas, para que se puedan adaptar a la capacidad instalada, reforzando los tejidos empresariales y sus empleos.

7. Impulsar la financiación público-privada como motor de la economía. Proponemos que no se cierre la puerta a posibles colaboraciones privadas en proyectos. La Administración Pública tiene una capacidad inversora limitada por tener que atender otras necesidades de los ciudadanos. Estamos seguros de que, en el caso de muchos proyectos que están paralizados, o que aún no se han arrancado, los ciudadanos estarían dispuestos a pagar por uso y poder disfrutar de las ventajas de tenerlos. Es necesario el análisis en profundidad de cada caso para que no suponga una carga excesiva en los usuarios y tampoco en las arcas públicas.

8. Impulsar un Plan Nacional de Construcción Verde. Con el aprendizaje de los últimos acontecimientos, pensamos que es el momento de impulsar infraestructuras relacionadas con la Agenda 2030. Estamos proponiendo aquellas vinculadas con la gestión del agua, la movilidad sostenible, las conexiones intermodales y nodos logísticos, la mejora de la red ferroviaria de mercancías, la prevención de los efectos del cambio climático tanto en la protección de las costas como en las avenidas y posibles inundaciones de los ríos, de la escasez de agua y de la desertificación, la red de energías renovables, las infraestructuras para la economía circular y el urbanismo inclusivo y sostenible, entre otras.

Carlos Peraita, director general de ANEFHOP

Esta tribuna ha sido publicada en Alimarket. Puedes acceder a haciendo click aquí.

El sector del hormigón muestra “su compromiso con la construcción sostenible”

Entrevista Benjamín Martínez, secretario del Comité de Medioambiente y delegado territorial de ANEFHOP.

 

¿Podría describirnos brevemente su experiencia en el mundo del hormigón y su ámbito de responsabilidad?

Mi relación con el mundo del hormigón comenzó hace casi cuarenta años cuando empecé a trabajar en una planta de hormigón de mi familia en la ejecución de obras de pequeño presupuesto para la Administración.

En los 90, abrimos la delegación de AENFHOP en Asturias, que también abarcaba Galicia y Cantabria. Poco a poco vimos cómo fue creciendo hasta alcanzar casi el 100% de las empresas asociadas, y duró así hasta la crisis económica.

Más tarde, en 1996, me hago cargo también de la Delegación Norte, que integraba las comunidades autónomas de País Vasco, Navarra y La Roja hasta el año 1999. Luego, en 2016, y después de una restructuración de las delegaciones, atendemos también la comunidad de Castilla y León.

Durante todo este tiempo, he visto de primera mano la evolución de ANEFHOP, y por supuesto del sector. He visto cómo con los años hemos crecido, hemos resistido y hemos evolucionado hasta convertirnos en una Asociación fuerte y comprometida por el desarrollo de la industria.

Hoy en día desempeño, además, el cargo de secretario del Comité de Medioambiente.

La preocupación por el medioambiente se ha convertido en los últimos años es una prioridad tanto para empresas como para la sociedad en general. En el caso de Anefhop, ¿recuerda en qué momento se crea el Comité y cuáles fueron las razones que lo impulsaron?

El Comité de Medioambiente nace en 1990, momento en el que empieza a haber una inquietud en España por la conservación del medio y del impacto que las actividades industriales pudieran tener sobre el mismo. Además, en aquellos años, empezaron a dictarse leyes y decretos, cada vez más ambiciosos y exigentes, promovidos por las directrices de la Unión Europea. Esta preocupación llegó también al sector que, aunque veía este asunto como algo lejano, por lo novedoso que resultaba, iría cogiendo más cuerpo con los años.

Desde la Asociación, vimos desde un primer momento que era necesario conocer cómo estaban nuestras empresas asociadas para realizar un diagnostico y así promover una política de adecuación a los nuevos criterios legislativos. Era algo a lo que la mayoría de los fabricantes de hormigón no estaban habituados.

Por lo que, realizamos una labor de sensibilización por el cuidado medioambiental con el objetivo de transmitir a todos los miembros asociados esta inquietud. De esta necesidad, nació uno de los primeros trabajos de este Comité, la elaboración de un “Manual de Protección de Medio Ambiente para la Industria del Hormigón Preparado”, Este documento, editado por ANEFHOP en 1997, ha sido periódicamente actualizado y, a día de hoy, sigue siendo de utilidad.

Medioambiente es uno de los principales comités sobre el que se sostiene la actividad de la Asociación. ¿Podría contarnos, brevemente, cuales son sus competencias?

Desde su creación, este Comité ha venido desarrollando una labor de vigilancia de la legislación y normativa relativa al medioambiente y aplicable al hormigón, tratando de sensibilizar a las empresas asociadas de la necesidad de su cumplimiento.

Además del cumplimiento de la legislación, desde el Comité velamos por que nuestros asociados cumplan con la normativa interna de la Asociación como la implantación de sistemas de gestión medioambiental o el control de procedimientos internos para asegurar este compromiso. Del mismo modo, también ofrecemos formación sobre medioambiente, racionalización del consumo o minimización de residuos, ruidos y polvo.

Por otro lado, también prestamos asesoramiento y apoyo a nuestras empresas asociadas en todo aquello que requieran, desde desarrollar trabajos sobre diversos aspectos medioambientales hasta defender los intereses del sector ante la Administración.

A día de hoy, ¿podría contarnos cuáles son las preocupaciones y los retos que presenta el sector, en términos medioambientales? Y, en concreto, ¿qué actividades está desarrollando el comité del que usted forma parte para darles respuesta?

La preocupación e interés por la protección y conservación del medioambiente es cada vez mayor, realidad que también se refleja en la actividad de este Comité y, quizá por eso, nuestras inquietudes y actividades son muchas.

En primer lugar, seguimos desarrollando nuestra tradicional labor de vigilancia y discusión de la legislación y normativa que nos es de aplicación, Así como de actualización de los documentos internos de gestión, como la Guía Medioambiental de Requisitos de una Planta de Hormigón y los protocolos de inspección del distintivo Hormigón Expert.

En segundo lugar, realizamos un seguimiento de la aplicación de la Ley 34/2007 y Real Decreto 100/2011, sobre el Catálogo de Actividades Potencialmente Contaminadoras de la Atmósfera (CAPCA), en las diferentes comunidades autónomas. Además, desde el año pasado, también vigilamos los criterios medioambientales del Real Decreto 163/2019 sobre la Instrucción Técnica para la realización del control de producción de los hormigones fabricados en central.

Junto con ello, desde el Comité se analizan y estudian las mejores prácticas para aplicar en el sector sobre temas como el tratamiento de residuos o la creación de una Declaración Ambiental de Producto (DAP) del hormigón que, actualmente, está en proceso de ejecución.

Todo ello, sin descuidar, por supuesto, la tarea de sensibilización continuada de las empresas por los aspectos medioambientales que le son de aplicación.

La obtención de una declaración ambiental de producto (DAP) del hormigón ha sido uno de los proyectos más destacados de la Asociación. En su opinión, ¿en qué beneficiará a los fabricantes de forma individual y al sector en general, estar en disposición de la DAP?

La Declaración Ambiental de Producto (DAP) es un reto importante que abordamos desde la Asociación una vez finalizadas las negociaciones del futuro Código Estructural Español, de próxima aprobación.

El hormigón, que en términos de sostenibilidad tiene muchas propiedades beneficiosas que aportar frente a otros materiales de construcción, no puede medir su impacto debido a que no posee, en este momento, una DAP homologada y verificada que lo haga. Por esto mismo, desde ANEFHOP, decidimos iniciar un proyecto para la creación de esta DAP sectorial del hormigón.

Por un lado, el futuro Código Estructural otorga un valor diferencial a los materiales que dispongan de una DAP y, por otro lado, hay una demanda al alza sobre la certificación ambiental de las obras, mediante sistemas de construcción sostenible certificados. Estos sistemas, como pueden ser LEED, BREEAM, VERDE, etc. solicitan productos que posean un etiquetado ambiental, pudiendo descartar de una obra aquellos que no lo tengan. En este sentido, el Gobierno Español ha establecido un Plan de Contratación Pública Ecológica de la Administración General del Estado (Orden PCI/86/2019) en la que se incluyen a las DAPs como criterio para promover la contratación.

Por todo ello, para el sector de fabricantes de hormigón, esta DAP supone un compromiso con la construcción sostenible, a la vez que muestra la transparencia de la empresa o asociación que desarrolla la DAP de los criterios de protección del medioambiente, ofreciendo información clave para un uso más eficiente de los recursos naturales en la fabricación de sus productos y poniendo en valor el hormigón frente a otros materiales de construcción, como la madera o el acero.

Definición y características del hormigón preparado, por la GCCA

La Asociación Global de Cemento y Hormigón, GCCA (por sus siglas en inglés), ha desarrollado una pieza audiovisual con el objetivo de divulgar las características y beneficios de la construcción en hormigón. Esta iniciativa, que cuenta con todo el apoyo de ANEFHOP, pone en valor características como la fortaleza, la resiliencia o la durabilidad que definen el pasado, presente y futuro del hormigón.