Entrevista a Carlos Peraita en Corporate

El negocio del hormigón está muy fragmentado. Hay algunas multinacionales grandes, cementeras (LafargeHolcim y CEMEX son las principales), que cuentan con el hormigón integrado en su actividad y que tienen presencia en España. Han estado paralizadas hasta hace dos o tres años. Por debajo existen hormigoneras que cuentan con un número de plantas considerable, algunas de ellas con canteras de áridos. Y en tercer lugar hay plantas de hormigón locales, gestionadas por familias. En total hay 1.500 plantas de hormigón en España. La mayoría de ellas son empresas pequeñas.

El ámbito de actuación de las plantas no puede ser de más de cincuenta kilómetros. Producen material fresco que hay que servir en el momento.

El sector se ha llevado un varapalo fuerte en los últimos años. “En 2008 se produjeron 100 millones de metros cúbicos de hormigón. De ahí se bajó primero a 85, luego a 15… En 2019 se produjeron 24 millones de metros cúbicos. Al mismo tiempo, el número de plantas se ha reducido muy poco desde la crisis anterior”, señala Carlos Peraita, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop). Algunas empresas han desaparecido; hay plantas que se han agrupado; todas mantienen el mínimo de empleados imprescindible.

Muchas de las empresas pequeñas han sobrevivido porque las multinacionales cerraron sus filiales durante la crisis (últimamente están volviendo, aunque aún no al nivel de la pre-crisis). En la propia junta directiva de Anefhop antes tenían presencia las compañías grandes, pero ahora han pasado a tener protagonismo las medianas.

La innovación de este sector se desarrolla a través de la actividad. Ya sea por la necesidad de materiales especiales, aligerados, autonivelantes o de ultraresistencia, “cada proyecto es un reto”, sostiene Peraita.

El negocio tiene su propia certificación de calidad: el sello Hormigon Expert. Controla los criterios de calidad, seguridad y medio ambiente. “Se han hecho esfuerzos, pero nos falta un punto de desarrollo tecnológico. En este aspecto estamos a la cola”, admite Peraita.

La clave en el uso del hormigón son los aditivos. Añaden características especiales de durabilidad, fraguado o manejabilidad que antes no se tenían.

La construcción 3D es un terreno de innovación que planea alrededor del hormigón, pero “todavía estamos muy verdes”, afirma Peraita.

En cuanto a los autonivelantes, han avanzado hacia cambiar la forma de pavimento de las naves industriales. “Antes había fisuras; ahora las naves son sin cortes gracias a la aplicación del hormigón. Inditex tiene algunos edificios paradigmáticos en este sentido”, indica Peralta.

El Covid no ha impedido que la actividad hormigonera siguiera adelante: “Se daban las condiciones en todo momento. Las plantas tienen poco personal y no hay contacto entre ellas”, señala Carlos Peraita.

En las obras hay contacto y se usaban las mascarillas, como es lógico. Los contagios ha podido subir como consecuencia del aumento en el país, pero no parece que haya sido por la relación entre los trabajadores.

En cuanto a la producción, las expectativas iniciales eran muy negativas, pero, “tras el confinamiento, las obras arrancaron con mucha fuerza; en algunos casos, con más fuerza de lo normal”, asegura Peraita. La previsión de caída del negocio era de un 30%, y al final se ha quedado en un 15%. En algunas regiones, como Andalucía, Asturias o Castilla La Mancha, ha costado más arrancar.

Ahora, sin embargo, ha surgido otro problema: “Las obras que rearrancaron ya se están acabando, y nosotros vivimos de las obras. Las expectativas están muy difuminadas. No se sabe si la edificación va a arrancar. Las comunidades autónomas han contratado muy poco en este tiempo. Noviembre y diciembre están siendo duros”, afirma Peraita.

La llegada de la vacuna puede ayudar a que vuelvan los proyectos. En este punto, Peraita pide al Gobierno que apoye al sector de la construcción: “Ahora el turismo no puede empujar, pero nosotros sí. Podemos contribuir más a la subida del producto interior bruto”.

Peraita lamenta que la construcción esté mal vista, pero resalta que hay trabajo que hacer en el mantenimiento de infraestructuras, que hay infraestructuras que no se han ejecutado en diez años, que las amortizaciones están ya siendo superiores a la inversión y que están perdiendo valor, y que se puede evolucionar mucho en el terreno medioambiental.

Peraita solicita varias acciones que tienen bastante sentido común: que se aumente la colaboración público-privada y el aumento de la inversión privada en las obras; que se ejecute la licitación que se ha aprobado; que se empleen bien los fondos europeos en uno de sus fines, que es la construcción verde, que es buena para todos, y se impulse la sostenibilidad a todos los niveles; que se cumpla la Ley de Morosidad: “El régimen de sanciones se aprobó y esperamos que se ponga a funcionar pronto: que se cobre pronto para que se pueda pagar pronto”, dice Peraita.

Peraita es optimista. Cree que los Presupuestos van a recoger la inversión en construcción y que los fondos europeos van a reforzar la inversión verde. Al mismo tiempo advierte de los riesgos de los créditos ICO: “En marzo había una expectativa de impagados que no se ha cumplido”. Quizá el panorama cambie cuando haya que devolver los créditos, y entonces puede haber problemas de impagos.

Las obras se están recuperando en España a distinto ritmo. “En Madrid, Cataluña o Levante va a haber inversión privada. En Castilla La Mancha no”, reconoce Peraita. Por eso pide inversión de obra pública.

Mientras todo esto ocurre, el hormigón está viviendo su propia transformación. Como ocurre en otros negocios, también tenía sus corruptelas. El real decreto 163/2019 pretende acabar con ellas y establecer una instrucción técnica de producción: “Cada planta de hormigón deberá tener un certificado que acredite el cumplimiento del real decreto. Antes un inspector tenía que visitar las plantas para comprobar si cumplían o no. Surgieron muchas plantas piratas que hacían mucho daño al sector. A partir de abril de 2021 deberán tener un certificado”, explica Peraita. Es un triunfo para los que trabajan legalmente, y también una garantía de calidad para todos. Los ensayos hasta ahora permitían que las plantas pudieran fabricar de un modo más barato primando la resistencia del material sobre la durabilidad, de modo que bajaba la calidad. A partir de ahora la calidad exigida será la misma para todos.

 

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Entrevista a Jaime Wolgeschaffen, presidente del Comité de Gestión de ANEFHOP en Canarias

 

¿Cuál es su visión de la evolución del sector en los últimos años?

Respecto a la evolución de las cifras de mercado, en las islas, después del batacazo de 2008, hemos pasado a una producción anual un 25% inferior de lo que se producía anteriormente. En este punto, desde 2016 el mercado se ha estabilizado y las industrias hemos aprendido a reajustar nuestras empresas a esta cifra de mercado.

Los industriales canarios del hormigón hemos basado nuestras ventas en obras destinadas principalmente a satisfacer al sector servicios y a la iniciativa privada más en concreto al ámbito de la vivienda y de los establecimientos turísticos. La obra pública durante los últimos años ha sido escasa y la licitada y ejecutada se ha realizado en plazos de ejecución muy por encima de los inicialmente planteados, por lo que su incidencia ha tenido poco peso.

Pero, dentro de este panorama, el sector ha evolucionado a mejor, la larga crisis ha ayudado a que determinados actores, que no han tenido interés en fundamentar su negocio como una empresa a largo plazo, sino como una oportunidad de los años de bonanza, hayan desaparecido, lo que ha permitido que año tras año el sector esté cada vez más profesionalizado y valorado por nuestros clientes.

 

¿Cómo está viviendo el sector la crisis actual provocada por la Covid-19?

La Covid-19 nos ha muy influido negativamente, como en el resto del territorio, y sobre todo teniendo en cuenta que más del 35% del PIB canario se fundamenta en el sector turístico, que está ahora mismo en situación crítica, perdiéndose toda la temporada alta de 2020. Tenemos un desplome de nuestro PIB de más del 22%, una tasa de paro en torno al 25% y hemos llegado a tener casi 200.000 empleos en situación de ERTE. La dependencia de nuestra economía a la buena marcha del sector turístico es más que notoria. Esto plantea un escenario bastante incierto para el negocio de la construcción para el año 2021.

2020 para el sector del hormigón ha sido un año de inercia, las obras que estaban en marcha, casi todas de iniciativa privada, han continuado, pero se van acabando.

El año próximo 2021 y venideros tendrían un cariz positivo si lo condicionamos a que se hagan efectivas las partidas anunciadas a bombo y platillo destinadas a obra pública, que realmente existan proyectos públicos en cartera para poder ser incluidos en el plan de inversiones y, principalmente, que el turismo vuelva, que resolvamos la situación de pandemia con la vacuna y se retomen los niveles macroeconómicos en las islas.

 

Uno de los problemas que afecta al sector del hormigón en Canarias es la dificultad para el acceso a los áridos. ¿Cuál es la situación en estos momentos y qué soluciones se están contemplando para sortear esta carencia?

En la comunidad canaria, cada territorio tiene sus propias necesidades y no se puede afirmar que Canarias sufre una escasez de áridos de manera generalizada.

Realmente, la isla que está viendo las orejas al lobo actualmente es Tenerife, pues el resto tienen solucionada la papeleta en el autoabastecimiento.

El problema principal no resuelto es que no ha habido en el tiempo una planificación de los recursos necesarios, de las necesidades para el desarrollo económico y social de cada isla para las próximas décadas. Se han desarrollado planes insulares de ordenación del territorio sin tener en cuenta la necesidad estratégica de estos recursos. Pero, hay mucho que trabajar.

Somos islas volcánicas, el desabastecimiento no debería ser una carencia en sí. Canarias tiene cerca del 40% de su territorio protegido y cierto es que nuestro principal sector depende de cómo defendamos y conservemos nuestro territorio, pero esto no está reñido con la protección de nuestro entorno. Es más, lo favorecería, porque se evitaría el “picoteo” del suelo de forma alegal, aprovechándose de esta sensación de incertidumbre.

La importación de áridos desde otros lugares del país, o desde África, incrementaría los precios de esta materia prima en casi el doble, con las repercusiones en los precios finales de obra y al consumidor final. Por no hablar de los daños colaterales no medidos al medio ambiente, generados por la maquinaria necesaria para la distribución de estos áridos.

La solución tiene que estar dentro de casa y se han de promover los planes estratégicos necesarios para esta materia prima de primera necesidad en el tiempo.

 

ANEFHOP implantó hace unos años el Hormigón Expert de Sostenibilidad como medida para salir reforzados de la crisis financiera de 2008. ¿Qué balance hace de esta medida y cómo ha contribuido al desarrollo del sector en Canarias?

Como comenté antes, la crisis del 2008 ayudó a convencer a aquellos empresarios del hormigón no profesionales de que éste no era su negocio. Desde entonces, de forma mayoritaria, el sector cuenta con profesionales que creen en el negocio dentro de una normativa aplicable y exigible. El hormigón Expert ha ayudado a motivar y afianzar todavía más este propósito de los asociados, no solo desde el punto de vista de la calidad del producto para nuestros clientes, sino desde el punto de vista de la seguridad de nuestras instalaciones y maquinarias, vigilancia de nuestro contexto medioambiental, formación de nuestros equipos, etc. Es un esfuerzo que merece la pena y que nos diferencia positivamente.

 

Queda ya muy poco para que se cumpla el plazo límite que se ha establecido para obtener el certificado de cumplimiento del Real Decreto 163/2019. ¿Cómo están afrontando las empresas de las Islas esta nueva legislación?

Me atrevería a decir que el 100% de los asociados canarios están trabajando para certificarse y cumplir con las fechas y, paralelamente, vemos que otras empresas del sector que no pertenecen a Anefhop están solicitando adherirse a la asociación como apoyo a este nuevo reto.

 

Precisamente, este Real Decreto 163/2019 debería dejar fuera del sector a aquellos fabricantes que no cumplan con la ley. En este sentido, ¿existe un problema de intrusismo y competencia desleal en Canarias?

El intrusismo es una constante del negocio y lo hemos sufrido incluso desde nuestros propios colaboradores, desde el sector del transporte hasta nuestros propios clientes que han montado sus plantas en obra.

Desde mi punto de vista, toda norma que permita aumentar la credibilidad de la calidad de nuestro producto, es positiva para el sector, nos diferencia de los que no cumplen, y da valor añadido a nuestro producto.

Genera costes adicionales, pero a la vez ayuda a eliminar la mala praxis que opera en el sector y que daña la imagen del resto de fabricantes.

Poner y, sobre todo controlar, las reglas para todos los actores del sector, hará que por fin nuestro producto, el hormigón, tenga la importancia y la valoración que se merece.

 

Las dificultades que viene atravesando el sector por la crisis económica de la Covid-19 son enormes. Desde ANEFHOP se han solicitado medidas rotundas al Gobierno para reactivar la construcción y, por ende, la industria del hormigón. ¿Cree que los fondos europeos que recibirá nuestro país ayudarán a este objetivo?

Son fundamentales y debería aprovecharse hasta el último euro que nos llegue. Canarias, en referencia a nuestro sector, tiene un montón de necesidades de inversión pendientes y muy necesarias. Desde las energéticas, buscando sustituir las tradicionales por las limpias, pasando por las inversiones para la renovación de nuestra oferta turística, centros comerciales, paseos, instalaciones, para dar mayor calidad a nuestra oferta. Nuestros transportes y conectividad interna y externa. Nuevos puertos deportivos, depuración de aguas, gestión adecuada de vertederos, etc.

Ideas necesarias hay infinitas, pero lo verdaderamente importante es que nuestras instituciones públicas trabajen para tener el máximo de proyectos finalistas que puedan acogerse a estos fondos y podamos realmente aprovecharnos de esta oportunidad única.

 

¿Qué retos de los que ha de hacer frente el sector en los próximos años considera más importantes?

El primero que tenemos ya encima es la gestión medio ambiental y la economía circular. Esto ya es presente y empieza a tener un valor importante en nuestras cuentas de explotación.

La normalización y control total de nuestros productos y servicios. Se nos debería exigir ser una industria auto responsable, con altos niveles de calidad.

La adaptación a las nuevas tendencias de construcción y la protección del medio ambiente nos exigirán el uso de materias primas novedosas para la fabricación de hormigones, así como la búsqueda de hormigones, no tanto de mayor resistencia, sino con prestaciones físico-químicas más específicas.

El sector del hormigón está en mejora continua siempre y es un actor principal en todas las obras que ha llevado a cabo el ser humano en su historia.

Carreteras más sostenibles con firmes de hormigón

El uso del hormigón en los firmes de carreteras comporta enormes beneficios para la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, dos objetivos en los que ANEFHOP (Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado) viene trabajando en los últimos tiempos y que consideramos fundamentales para el sector.

En primer lugar, un beneficio importante de los firmes de hormigón es que contribuyen a un menor calentamiento global, reduciendo enormemente las emisiones de CO2 causadas por el transporte en carretera. La segunda razón tiene que ver con la mayor resiliencia al cambio climático. Las carreteras de hormigón muestran una mejor resistencia al cambio climático y a las condiciones meteorológicas extremas, por ejemplo, frente a las altas temperaturas. El tercer factor tiene que ver con que el hormigón es un material cien por cien circular, es decir, cien por cien reciclable. Finalmente, la cuarta ventaja se basa en la gestión sostenible del agua. El hormigón contribuye a una gestión más ecológica del ciclo del agua.

Sin embargo, no son solo las razones medioambientales y relacionadas con el desarrollo sostenible las que justifican el uso del hormigón en la construcción de carreteras y de grandes proyectos de infraestructuras. Hay que sumar otras ventajas fundamentales como son la mayor durabilidad, el menor mantenimiento y la mejora en la seguridad vial frente a otros materiales empleados en firmes.

La vida útil de un firme de hormigón supera los 40 años sin apenas mantenimiento, lo que supone un ahorro muy importante en los costes de conservación. Al haber menos obras, mejora la capacidad de la vía y disminuyen los atascos y por tanto el consumo de combustible. La utilización del hormigón en carreteras y autovías evita problemas habituales que presentan otro tipo de firmes, como son las grietas en el asfalto, la escasa iluminación o los baches y desniveles. Esta disminución redunda en una mayor seguridad y menores daños en los vehículos por esta clase de desperfectos. Circular por carreteras con buena regularidad, mejora el confort de conducción y reduce el consumo de combustible. Además, el color claro del hormigón refleja mejor la luz, lo que contrarresta el calentamiento global.

El empleo de hormigón en la capa de base y en la de rodadura mejora la capacidad resistente de la vía, reduciendo el desgaste y la deformación. Esto supone grandes beneficios en términos de seguridad vial y disminución de la siniestralidad, ya que reduce el riesgo de ‘aquaplaning’, al no producirse acumulaciones de agua en la vía. La rugosidad del hormigón favorece el rozamiento transversal, mejorando la adherencia de las ruedas al firme.

Aunque sabemos que el coste de construcción de este tipo de pavimentos es más elevado que si se emplean mezclas bituminosas, el coste a largo plazo del proyecto es menor. Los pavimentos de hormigón tienen una vida útil mucho mayor que los de asfalto, que no va más allá de los 15 años. Además, el desarrollo local se ve favorecido, dado que la producción del hormigón se realiza en las proximidades de cada obra con materias primas locales.

En este sentido, ANEFHOP hemos elaborado una infografía informativa junto con la Asociación Europea de Pavimentos de Hormigón (Eupave), con la que queremos transmitir las ventajas que tiene la utilización del hormigón en la construcción de grandes infraestructuras.

 

Pablo Gómez Escribano, delegado de la zona centro de ANEFHOP

 

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La calidad y la competitividad en el sector del hormigón, claves para ANEFHOP en la zona sur

La delegación sur de ANEFHOP, que integra a las comunidades de Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla y representa a 79 empresas fabricantes de hormigón con 179 centros de producción, se enfrenta en estos momentos a dos importantes cambios para nuestro sector. Por un lado, el inminente nuevo Código Estructural, que hace que dispongamos de una nueva norma de referencia que nos aplica en nuestra industria. Por otro lado, el Real Decreto 163/2019, que nos obliga a certificar nuestro control de producción si queremos seguir con nuestra actividad a partir del 1 de abril de 2021. Esta legislación es, sin duda, el cambio más importante al que se han tenido que enfrentar nuestras empresas en las últimas décadas, y supondrá un salto cualitativo en aseguramiento de calidad para nuestros clientes y mayor competitividad.

Y todo esto debemos afrontarlo en un momento complicado, que nos afecta a todos, como es la crisis económica derivada de la pandemia mundial que estamos sufriendo, con producciones relativamente bajas y que nos hacen ver un futuro poco halagüeño. Es en este entorno de dificultades cuando se hace más necesaria la labor y actividad que viene desplegando Anefhop con todo su potencial.

Los agentes involucrados en estos cambios legislativos de gran valor para nuestro sector como las Administraciones Regionales, certificadoras, laboratorios y demás organismos hacen que tengamos que trabajar con ellos coordinando la implantación y control de estas nuevas obligaciones.

Así por ejemplo, ayudados por nuestros comités técnicos y de gestión, y aprovechando el acercamiento con la Administración, hemos sido pioneros en la redacción del primer documento técnico para laborantes llamado “Manual de Control de Calidad de los Ensayos de Hormigón”, editado en colaboración con la Asociación de Laboratorios de la Construcción de Andalucía y con la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía. Este informe servirá de referencia al personal laborante y técnico a la hora de controlar los distintos hormigones fabricados.

Este trabajo desarrollado por vez primera en Andalucía se va a poner ahora en marcha en Extremadura a través de la Dirección General de Arquitectura y Vivienda y entendemos que en breve plazo dispondremos de él en esa comunidad.

Además, nuestro distintivo Hormigón Expert basado en los tres pilares fundamentales como son la calidad, la prevención de riesgos laborales y el medio ambiente es el alma de nuestra asociación a día de hoy. Es requisito indispensable que la empresa asociada alcance los objetivos de sostenibilidad que nos hemos auto-impuesto en este proceso de excelencia que pretendemos alcanzar. Este distintivo nos diferencia del resto de plantas del sector y apuesta directamente por una fabricación más sostenible, mejorando la producción y reduciendo los costes. Estamos muy orgullosos de la labor desarrollada por los asociados en este campo en los últimos años y que está dando sus frutos en la actualidad.

Esperamos que las diferentes administraciones españolas se hagan eco de estas transformaciones que estamos liderando y que se impulse la inversión pública en este ámbito para, de esta manera, dejar nuestras posiciones a la cola en proyectos de sostenibilidad industrial en Europa.

Asimismo, y con todos los condicionantes que nos marca el estado de alarma, estamos trabajando para conseguir que la Administración extremeña normalice la situación de las ITV en dicha región. En este sentido, vamos a presentar en los próximos días ante la Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda de esa comunidad un escrito para su aclaración.

Pero, además de todas las acciones que se están llevando a cabo con las administraciones públicas, debemos resaltar aquí otras actividades que nos hacen estar siempre al lado de nuestros asociados, haciendo crecer la organización y a sus integrantes como son la firma de convenios, la resolución de incidentes de calidad, las reuniones de nuestros comités o los cursos de formación e informes técnicos. Todo ello da sentido a la labor de Anefhop en la delegación sur, especialmente ahora en un escenario de crisis, con producciones bajas y con una situación económica tan preocupante.

Fernando José Gómez Pajuelo, responsable de la delegación sur de ANEFHOP

 

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Entrevista a Javier Mota, presidente del Comité de Prevención de Riesgos Laborales de ANEFHOP

  1. Para empezar, háblenos sobre la labor que realiza el Comité de Prevención de Riesgos Laborales en una asociación como ANEFHOP.

En el comité estamos orientados a apoyar a nuestros asociados en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Damos asesoramiento acerca de cómo la normativa de PRL debe de implantarse en nuestra actividad, buscamos extender las mejores prácticas del sector en materia de Seguridad y Salud, analizamos los datos de siniestralidad para orientar la actividad preventiva de nuestros asociados a las principales áreas de mejora que detectamos. Y por supuesto, buscamos reforzar la Cultura de Seguridad de nuestra industria, como un valor que pueda ser apreciado por todos los protagonistas de nuestro sector.

 

  1. ¿En qué consiste la guía PRL para las plantas de hormigón que se ha actualizado recientemente?

Es una recopilación actualizada de requisitos en materia de PRL junto con una serie de prácticas que facilitan y explican cómo implantar estos requerimientos de forma práctica. En el comité entendemos que es una recopilación muy útil debido a la complejidad que supone esta materia en muchas ocasiones.

 

  1. Los datos vinculados a la siniestralidad laboral en el sector en 2019 no han mejorado con respecto al año anterior. Incluso, se ha percibido un empeoramiento de la gravedad de los accidentes registrados. ¿A qué cree que se debe?

A la vista de las estadísticas, los años 2018 y 2019 han sido muy similares, con un Índice de Frecuencia en torno a 20 accidentes con baja por millón de horas trabajadas. El índice de gravedad es cierto que presenta una peor evolución, aunque tampoco un crecimiento muy grande, y si miramos en los tipos de accidentes podemos encontrar una posible explicación ya que hemos crecido en los tipos más graves como pueden ser las caídas a distinto nivel (un 16% en 2019 vs un 5% en 2018). En resumen, vemos un comportamiento bastante plano y con un amplio margen de mejora, ya que este nivel de Índice de Frecuencia, 20, está muy por encima de otros sectores muy próximos a nosotros como el de áridos y el cementero aunque con evidentes diferencias estructurales.

 

  1. ¿Cuál es la radiografía tipo de los accidentes más frecuentes?

Como he comentado anteriormente, las caídas a distinto nivel han presentado un incremento importante, aunque los sobreesfuerzos continúan siendo la forma más habitual de accidentarse. En cuanto a las lesiones más habituales son torceduras, esguinces y distensiones (37%), que están muy en relación con la parte del cuerpo lesionada, con un 64% en miembros superiores e inferiores. En cuanto a la persona lesionada obtenemos el siguiente perfil: Conductor de más de 3 años de experiencia y el accidente se produce en la planta. Hay que señalar que el puesto de conductor, que ya destacaba en 2018, aumenta en siniestralidad, pasando de un 55% de los accidentes registrados a un 73% en 2019. Sin duda, este colectivo debe de ser nuestra prioridad en las actuaciones en prevención.

 

  1. ¿Cuáles son los principales retos en materia de prevención de riesgos laborales a los que se enfrentan los fabricantes de hormigón?

En el contexto de la actual pandemia, hablar de retos es complicado.

El principal reto de hoy es continuar con la actividad de construcción, a pesar de este entorno económico tan complicado y en este sentido, tener implantadas todas las medidas de seguridad para prevenir los contagios es fundamental: distancias de seguridad, EPIs adecuados, protecciones colectivas, medidas higiénicas, concienciación de nuestros empleados y sus familias, etc.

Además de este asunto que es imperativo, también debemos estar muy pendientes del desarrollo de la normativa en relación con la Sílice Cristalina y cómo afecta a nuestra industria.

Por otro lado, y a la vista de los datos de siniestralidad, debemos estar especialmente preocupados por la seguridad de nuestros conductores, ya sean empleados o colaboradores externos, y tanto en accidentes de tráfico como accidentes en las plantas o en los puntos de descarga.

 

  1. En estos momentos de crisis económica que vivimos por la COVID-19, ¿cuál es tu percepción sobre el sector?

Nuestro sector forma parte de uno elementos esenciales de la actividad económica de un país como es la construcción, por lo que tenemos que hacer todo lo posible para seguir operando. Para ello es indispensable que tengamos implantados los mejores procedimientos de seguridad en relación con COVID, para poder asegurar que nuestra industria es segura. Hoy por hoy, la seguridad es una condición necesaria para poder continuar nuestra actividad.

 

  1. ¿Hay muchos deberes por hacer en el ámbito de la prevención de riesgos laborales para los próximos años?

En PRL siempre hay que hacer mucho para poder evitar los accidentes. Solemos decir que la Seguridad no tiene memoria, y por mucho que te esfuerces un año, si no continúas con la actividad preventiva, los accidentes volverán. La Seguridad es “muy celosa” y si no le prestamos atención, inevitablemente empeoraremos nuestros resultados. Por esta razón, nunca se acaba el trabajo en PRL.

Debemos seguir con la planificación de actividades preventivas, estar pendientes de los nuevos requerimientos, analizando los datos de accidentalidad e inspeccionando y auditando nuestros procesos para establecer ciclos de mejora continua.

 

  1. Si nos comparamos con otros países europeos, ¿en qué situación se encuentra nuestro sector en relación con ellos?

No tengo datos a nivel sector en Europa, pero basándome en mi experiencia dentro de CEMEX, la empresa en la que trabajo, no tenemos grandes diferencias, sobre todo cuando hablamos de accidentalidad.

Los accidentes de conductores, especialmente los vuelcos de camiones hormigoneras, tanto en carretera como en obra, son una de las principales preocupaciones. Por ejemplo, la industria del hormigón en Francia está buscando soluciones para este problema ya que ha habido un gran aumento de vuelcos el año pasado. Además de insistir en la formación de conductores, también se están probando tecnologías aplicables a los camiones para evitar estos accidentes.

Por otro lado, también las lesiones en las manos, así como las caídas al mismo nivel (tropiezos, resbalones, caídas) son tipos de accidentes frecuentes.

 

  1. Aunque siempre es complicado hablar de futuro, ¿qué retos más significativos tienen el sector y la asociación por delante?

Creo que el principal reto que tiene el sector, en términos de Salud y Seguridad, hoy en día es alcanzar un nivel de excelencia en las medidas de protección contra el COVID, de forma que podamos mostrarnos como una actividad segura y necesaria para la economía, que sirva de palanca para superar la crisis económica asociada a la pandemia.

Por otro lado, el reto es bajar sustancialmente estos 20 accidentes por millón de horas trabajadas y esto requiere un gran compromiso de todos los asociados, reforzando la Cultura de Seguridad y destacando el valor de la salud y la seguridad de todos los que trabajamos en el sector, más allá del mero cumplimiento de los requisitos legales.

 

Carlos Peraita: «Las normas son esenciales para el hormigón»

¿Qué aporta la normalización a su sector de actividad?

La normalización resulta esencial en la fabricación del hormigón. Nuestra actividad está fuertemente legislada y estas leyes se apoyan en normas que velan por la seguridad y calidad del producto final; es esencial para que los proyectos y obras se ejecuten con las máximas garantías de seguridad.

Además, contribuye a la unificación de los criterios de evaluación de la calidad, seguridad y sostenibilidad de los materiales utilizados en la producción de hormigón. Es clave para que todos los operadores sigan los mismos requerimientos y especificaciones a la hora de fabricar el producto.

¿Qué normas considera más destacadas?

Es complicado destacar algunas normas que afectan a la actividad de la producción de hormigón, pues son muchas las que influyen en este proceso y en el CTN 83 –cuya presidencia gestionamos– tenemos más de 300 normas vigentes.

Otro ejemplo es la lista de 62 normas UNE-EN que se recogen en la Instrucción Técnica para la realización del control de producción de los hormigones fabricados en central.

Algunas normas adquieren mayor relevancia, pues son las que sirven de base para juzgar la calidad de nuestro producto. Por ejemplo, las 17 de la serie UNE-EN 12390 sobre ensayos de hormigón endurecido y las 12 de la serie UNE-EN 12350 de ensayos de hormigón fresco).

Otras dos normas destacadas son la UNE-EN 206:2013+A1 Hormigón. Especificaciones, prestaciones, producción y conformidad y la UNE-EN 13670 Ejecución de estructuras de hormigón.

A estas se suman otras normas UNE en la legislación de Ministerios vinculados a nuestra actividad. Instrucciones, reglamentos, especificaciones técnicas, códigos técnicos y de calidad, o planes estratégicos recogen este tipo de normativas.

¿Qué balance hace de la actividad de UNE?

La uniformidad de la normativa por la que viene trabajando UNE es esencial para la actividad de las empresas de hormigón.

Desde ANEFHOP valoramos, además, su apuesta constante para adaptarse a la actividad que desarrollan nuestros asociados y promover la mejora de la competitividad en todos los mercados.

Además, destaca la creación de la Comisión Consultiva de Construcción, formada por un total de 36 entidades del sector y representantes de los Ministerios de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana e IndustriaComercio y Turismo con el objetivo de coordinar la posición española en cuestiones técnicas, estratégicas y de gobierno de la normalización.

Ser parte de UNE nos ha permitido igualmente trasladar al mercado un claro mensaje sobre los beneficios de los estándares para las empresas como legalidad, internacionalización, innovación y, por supuesto, confianza.

¿Cuáles son los campos de progreso más destacados de la normalización en el futuro?

Hay varios ámbitos donde la normalización debería jugar un papel relevante para garantizar una transformación del sector homogénea. Entre estos, figura la incorporación de tecnologías como la inteligencia artificial o el big data en el proceso de producción del hormigón.

Hay otros asuntos como los vinculados a la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente, la optimización y reutilización de residuos o la responsabilidad social corporativa.

 

Carlos Peraita, director general de ANEFHOP

 

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La inyección necesaria para reactivar la construcción

Hace unos meses Europa respondía a unos de los mayores retos de su historia con la aprobación de una inyección monetaria de 140.000 millones de euros para paliar las necesidades económicas de los Estados Miembros ante la crisis provocada por la covid-19.

De esta manera, la UE ponía a disposición de los Gobiernos europeos unos fondos que permitirán retomar la actividad y la senda de crecimiento, pero sobre todo impulsar la transformación de muchas industrias y sectores, entre los que la construcción es uno de los más importantes.

Desde hace décadas, el sector de la construcción es uno de los principales motores de la economía española, representando en la actualidad un 5,2% del PIB español y generando 1,3 millones de puestos de trabajo.

La inyección de fondos europeos es el mejor acicate para la reactivación del sector de la construcción, siempre y cuando las ayudas que se asignen desde el Gobierno español al sector sirvan para relanzarlo y para fomentar la colaboración entre el sector público y privado, además de para asegurar la inversión a largo plazo, especialmente en obra pública.

La situación actual es de máxima urgencia, dado que se están cumpliendo los vaticinios que hicimos antes del verano. Mientras se trataban de continuar y finalizar las obras en marcha, la contratación de obra nueva ha sido prácticamente nula, lo que se anticipa un parón radical de actividad para la última parte del año y al menos durante el primer semestre de 2021.

La contratación de obra nueva ha sido prácticamente nula, lo que anticipa un parón radical de actividad para la última parte del año

El sector de la construcción necesita que el Gobierno de España defina planes concretos para las actuaciones que seguro va a realizar. Recientemente, el secretario general de Infraestructuras, Sergio Vázquez, afirmó durante un encuentro organizado por la CEOE que, aunque no se volvería al nivel de inversiones previos a 2008, los fondos europeos que espera España multiplican por diez el volumen de los fondos de cohesión que sirvieron, en los años noventa, para impulsar las redes de infraestructuras en este país.

Creemos que estamos ante una oportunidad única para impulsar la inversión pública que venimos reclamando desde hace años desde ANEFHOP, pues hay que subrayar que España está a la cola de los países europeos en cumplimiento de objetivos de convergencia de criterios de sostenibilidad.

Si se promueven estas inversiones, vamos a conseguir igualmente otra pieza hoy esencial para el Estado: los ingresos tributarios. Un plan de inversiones por parte del Gobierno ayudaría a generar la confianza necesaria para la inversión privada, nacional y extranjera, y, por ende, permitiría retomar los proyectos que se encuentran pendientes. Como defendemos desde ANEFHOP, la construcción ha de ser un pilar importante de salida de la crisis y de una manera dirigida hacia mejoras que hagan forjar un país mejor.

La construcción ha de ser un pilar importante de salida de la crisis y de una manera dirigida hacia mejoras que hagan forjar un país mejor

Los fondos europeos que se asignen a la construcción han de servir para afrontar los retos que éste tiene y que pasa por la transformación del modelo empresarial e industrial, tornándolo más sostenible y acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a la Agenda 2030, tarea en la que desde nuestra asociación venimos trabajando en los últimos tiempos con mucho ahínco.

Consideramos, además, que es fundamental que las ayudas desde Europa permitan dar continuidad a la flexibilización de los ERTE en el sector y, de este modo, las empresas puedan ir incorporando al personal poco a poco, según va evolucionando la situación y se van ejecutando los fondos.

En estos momentos, el sector se está viendo muy perjudicado por la  falta de nuevos proyectos de obra pública, por lo que si la ejecución de las ayudas por parte del Ejecutivo español no es la adecuada, podremos asistir a la estrepitosa caída de la actividad, la confianza de consumidores y de las empresas, lo que vendrá a lastrar aún más el sector y a toda la industria dependiente de nuestro sector. Esta situación podría derivar en graves daños para el mercado laboral e, incluso, para el propio sistema público.

España y el sector de la construcción cuentan con todos los elementos necesarios y una sólida estructura para lograr un cambio como nunca se había visto, pero si no se actúa con rigor y acierto, todo habrá sido en vano, puesto que nuestro país no dispone del pulso financiero con el que muchos otros de nuestros socios europeos cuentan. La vida de nuestras empresas está en juego, pero tenemos la mayor oportunidad de cambio, transformación y especialización que se nos haya presentado.

Carlos Peraita, director general de ANEFHOP

Esta tribuna ha sido publicada en El Español. Puede acceder haciendo click aquí.

Avances hacia la sostenibilidad del hormigón

Es innegable que el hormigón es el principal material empleado en la construcción por su versatilidad, durabilidad, facilidad de empleo, bajo coste y altas prestaciones. Todas estas características permiten su colocación en multitud de formas y elementos en su estado fresco y, una vez fraguado y endurecido, proporciona altas resistencias a compresión. Sin embargo, presenta un importante desafío: el proceso anterior de fabricación del cemento que se emplea en la elaboración del hormigón supone una importante emisión de CO2.

Es por ello por lo que la creciente preocupación sobre el impacto ambiental está llevando a los productores de hormigón a reevaluar los métodos y los materiales para producir un producto sostenible y acorde a los nuevos estándares que se están implantando en la industria.

Las innovaciones en la fabricación de hormigón están encaminadas a contribuir a reducir las emisiones de CO2 que se producen tanto en el proceso de fabricación del cemento, como reduciendo el propio impacto causado de forma indirecta por el hormigón al emplearlo como materia prima.

Para lograr este doble objetivo se están incorporando nuevas fórmulas y mezclas más eficientes que permitan optimizar el empleo del cemento, al mismo tiempo que mejoren las prestaciones del hormigón.

Pongamos por caso la utilización de una serie de aditivos que potencian las cualidades y capacidades del hormigón, consiguiendo mejorar la eficiencia energética y el transporte, así como la utilización de materias primas recicladas y el desarrollo de tecnologías que reducen la contaminación y capturan las emisiones de CO2 que se liberan a lo largo del proceso de fabricación del cemento.

Otro factor vital en la reducción del CO2 emitido es la reconversión de este gas en forma de CaCO³, un proceso de absorción conocido como carbonatación, reduciéndose en gran cantidad las emisiones totales de CO2 asociadas a la producción de hormigón.

El inconveniente en este caso es que se reduce la capa protectora alcalina que protege las armaduras de hormigón de la corrosión, lo cual debe ser tenido en cuenta de cara a la durabilidad y la vida útil de la estructura.

Muy vinculado con lo anterior, está la fabricación de hormigón con ingredientes descontaminantes como son los aditivos con actividad fotocatalítica, que contribuyen activamente a la eliminación de contaminantes atmosféricos, principalmente óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles.

El uso de estos productos hace que el hormigón pase de ser un emisor de gases de efecto invernadero a ser un material con impacto medioambiental neutro.

En este sentido, también son fundamentales los sistemas de producción que se emplean para minimizar la generación de polvo y la correcta gestión de los residuos originados en el proceso, la instalación de filtros, las balsas de decantación y los sistemas de riego, entre otros, que hacen que la eficiencia y el respeto por el medio ambiente sean dos aspectos clave entre los fabricantes.

La digitalización tanto del proceso de fabricación del hormigón como de su transporte, puesta en obra y control de calidades es cada vez más importante en la actividad de reducción de impactos medioambientales.

La puesta en marcha de estos nuevos procesos no solo permite mejorar la producción y uso, sino que optimiza y reduce los costes.

Es por ello que existe la tecnología y que en algunas plantas productoras ya se están empleando diferentes sensores embebidos en el hormigón, tanto en las estructuras como en las probetas de ensayo, que son capaces de emitir una señal que aporte al usuario información en tiempo real sobre su tipología, procedencia y prestaciones.

La incorporación de las tecnologías está ofreciendo una mejor monitorización de los materiales empleados, del agua y de los residuos, lo que se traduce también en una gestión de éstos últimos más adecuada para su uso posterior en nuevas mezclas.

La introducción de estas mejoras está causando avances significativos en aspectos que son esenciales en el sector como la modernización de las plantas productoras, la eficiencia operativa y el reciclaje de subproductos industriales. En Canadá, todo ello ha servido para reducir el consumo de energía entre un 15 y un 20% y, con ello, se ha minimizado al máximo la emisión de gases de efecto invernadero.

Para la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (ANEFHOP), lo realmente importante es generar un producto que tenga un impacto medioambiental neutro, a la vez que permita mejorar la vida útil, la durabilidad y el reciclaje del hormigón, incrementando además su rendimiento.

En este sentido, emprendió en el año 2011 el Plan “Compromiso por la Sostenibilidad” Distintivo Hormigón Expert, consistente en establecer una serie de requisitos a seguir por todos los asociados con el propósito de obtener la excelencia en la fabricación de hormigón preparado. El plan se basa en tres pilares: máxima seguridad, máxima calidad y protección del medio ambiente. Este último punto pasa por la protección activa del entorno, la gestión ambiental por encima de las exigencias legales, la preservación del suelo con instalaciones vertido cero, la optimización de la gestión de residuos y la minimización de las emisiones de ruidos y polvo en todo el proceso. El objetivo final de toda esta actividad es controlar todos los procesos medioambientales para conseguir la excelencia en la fabricación de uno de los elementos más importantes en el desarrollo de la humanidad: el hormigón.

Javier Martínez de Zuazo
Delegado de ANEFHOP en el País Vasco

Esta tribuna ha sido publicado en la revista Agua y Medioambiente de El Economista.

El lobby del hormigón

En los años 2006 y 2007 se rompió el bipartidismo en España con la aparición de nuevos partidos nacionales, y se rompe aún más en 2013 y 14 con la formación de dos partidos más en cada extremo. El espectro político, por tanto, se ha abierto, y así lo ha evidenciado la división de voto de los ciudadanos. En esta situación, la variedad de posibilidades de gobiernos a nivel nacional, autonómico e incluso local se hace casi infinita. Pero ¿cuántos de ellos se preocupan realmente por los problemas de los fabricantes de hormigón?

Es más, no nos fijemos solamente en España; las relaciones comerciales entre países hacen que la mayoría de la normativa que nos afecta, incluida la que refiere al transporte, venga definida de Europa. Estamos viviendo un entorno muy cambiante, que algunos denominan “VUCA” (Volatility, Uncertainty, Complexity y Ambiguity), donde las personas que asumen las responsabilidades de gobernar conocen de forma muy superficial y somera las particularidades y los detalles de los diferentes sectores.

Ante esta situación, actúan los denominados “grupos de presión”; también conocidos como profesionales que se dedican a asuntos públicos, asuntos corporativos, representación de intereses, relaciones gubernamentales, advocacy o, en resumidas cuentas, “lobbys”. Su cometido no es más -ni menos- que llevar a cabo una labor de información dirigida a aquellos que tienen el poder de decisión; para que las decisiones que tengan que tomar, se tomen con el máximo rigor e información relativa al asunto tratado. No se trata tanto de condicionar, como de asegurarse que disponen de la información suficiente.

Para garantizar esta función, en aras de la transparencia, cada vez tienen más presencia en nuestra Sociedad los registros de lobbys y las reuniones en espacios abiertos. ¿Quién no desearía tener a un conjunto de expertos en una determinada materia a la hora de tomar una decisión? Pues bien, el papel de las asociaciones puede llegar a ser clave en este cometido.

 

Toda esta explicación viene a colación del trabajo que estamos construyendo desde ANEFHOP. El reconocimiento de nuestra Asociación es clave a la hora de poder actuar y acceder a las distintas Administraciones, e incluso a otros grupos de presión que nos pueden ayudar a desplegar nuestra estrategia. Se trata de tejer la red necesaria para poder llegar a los contactos adecuados y tener la persistencia de mantenerlos y renovarlos cuando estos sean sustituidos. En este sentido venimos trazando una estrategia de comunicación, que abarca diversas líneas, y que pretende llevar los mensajes clave a la máxima audiencia posible. Estos mensajes se resumen en la sostenibilidad y el Hormigón Expert, la calidad y la Instrucción Técnica de Control de Producción, el medioambiente y la Declaración Ambiental de Producto, y la prevención de riesgos laborales. Hay muchos más mensajes y objetivos de gran importancia, que se van introduciendo según las posibilidades, como son la lucha contra la competencia desleal o contra los altos periodos de pagos, la falta de inversión pública, la promoción de nuevos usos del hormigón… etc.

Para conseguir el objetivo perseguido, estamos trabajando en dos líneas. Por un lado, estamos desplegando la información a través de redes sociales e internet, empezando por una web más dinámica e informativa. En redes sociales estamos activos a través de LinkedIn, donde ya superamos los mil seguidores que reciben nuestras publicaciones y mensajes. Todo esto se acompaña de una continua presencia en prensa escrita y digital; procurando que siempre haya noticias que permitan situar a ANEFHOP como un referente y dinamizador del sector. El compendio de todo este trabajo, aparece resumido en el newsletter, con una alta difusión no sólo en la Asociación, sino también en muchos otros grupos de interés, cuya participación aumenta día a día. Digamos que esta es la vía indirecta de trabajo.

Por otro lado, también hay una vía directa de trabajo, en la cual es necesaria la implicación directa de las personas. En este caso, tenemos presencia en Europa a través de ERMCO, en la normalización a través de la presidencia del CTN 83, en la Junta Directiva de CEPCO, así como en otros foros. Además, estamos renovando los contactos con la Administración, a nivel Central, fundamentalmente con los Ministerios de Industria y Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (el antiguo Mº de Fomento), con ENAC, así como con las distintas Consejerías de las CCAA. Este trabajo necesita de mucha dedicación por parte de ANEFHOP, pero no cabe duda de que son puertas que hay que mantener abiertas para dar a conocer nuestra situación y nuestras demandas.

Hoy, más que nunca, nos interesa convertirnos en un lobby fuerte, y posicionar en los próximos años a ANEFHOP y el sector al que representamos en los “puestos de cabeza”. Ese es nuestro objetivo.

Carlos Peraita, director general de ANEFHOP

El frenazo en el sector del hormigón anticipa el desplome de la construcción

Al desplome histórico del sector servicios le puede seguir el de la construcción. Así lo advierte la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (ANEFHOP). La patronal del hormigón, uno de los indicadores que dan una idea de la evolución de la construcción y, por ende, de la economía, lanza un mensaje claro y poco alentador si no se articulan medidas de calado: la previsión de los empresarios es que el año acabe con una bajada de la producción superior al 20% en relación a 2019 . «No esperamos una recuperación, sino todo lo contrario». Tras la paralización en el primer semestre del año como consecuencia del coronavirus, el sector no prevé, ni mucho menos, una remontada en el último trimestre. «Las empresas promotoras están expectantes. Necesitan certezas y que se despejen dudas antes de embarcarse en nuevos proyectos. Si esta situación no se revierte, no se iniciará obra nueva, por lo que, en cuanto acabe la que se está ejecutando, no habrá a quién suministrar, lo que supondrá un parón importante y la imposibilidad de que parte del empleo destruido por los servicios, especialmente por el turismo, sea reabsorbido por otros sectores como la construcción», asegura Carlos Peraita, presidente de ANEFHOP.

A esta incertidumbre por parte de los promotores se une también la cada vez menor inversión pública. En este sentido, Peraita recuerda que el papel de la construcción en la generación de renta es muy importante, mensaje que, desde la asociación, han hecho llegar a los diferentes grupos políticos. «Ya hace años que venimos denunciando la falta de inversión pública, que nos hace estar a la cola de los países europeos en cumplimiento de objetivos de convergencia de criterios de sostenibilidad. Estamos muy por detrás de otros países en materias como eficiencia energética o aprovechamiento del agua. Además, nuestras infraestructuras necesitan mantenimiento y renovación y lo estamos descuidando», destaca.

Estas inversiones en construcción son también una importante fuente de ingresos tributarios. «Tienen un retorno muy importante al Estado vía impuestos, por lo que un plan de inversiones por parte del Gobierno ayudaría a levantar la economía, así como a generar la confianza necesaria para la inversión privada, nacional y extranjera, de forma y manera que arrancara con los proyectos que ahora mismo se encuentran detenidos. La construcción tiene que ser un pilar importante de salida de la crisis, y de una manera dirigida hacia mejoras que nos hagan forjar un país mejor. También hacen falta planes de desarrollo de vivienda social, continuos en el tiempo, que permitan a los jóvenes tener un acceso adecuado a las mismas. Estas deben cumplir también con las nuevas normativas relacionadas con el ahorro energético y la sostenibilidad», añade.

Aunque las empresas han llegado mejor preparadas a esta crisis, lo cierto es que el sector no se había recuperado aún de la recesión anterior. «El impacto fue tan fuerte que nos quedamos muy por debajo de la media de ratios europeos. Después de cinco años de crecimiento desde el suelo de 2014 aún quedaba mucho camino para considerar que en producción estábamos a nivel europeo. En la crisis anterior no parecía posible una acción inversora en el sector. Creo que no es el caso actual. La palanca de la construcción puede ser un remedio rápido y eficiente para paliar el efecto que por desgracia vamos a sufrir en nuestro turismo», añade Peraita.

Desde ANEFHOP creen que es momento de tomar medidas que incentiven la participación del sector empresarial en la recuperación. «El Estado se encuentra endeudado y hemos escuchado, al contrario que en el pasado, que sí contemplan la colaboración público-privada. Creemos que esta vía bien trabajada puede ser fundamental y animamos a seguir avanzando en esta dirección. También hará falta continuar con la flexibilización de los ERTE. Hay que acabar de completar el esfuerzo para que no sea en vano y las empresas puedan ir incorporando al personal, poco a poco, en función de como vaya evolucionando la situación real. Como sector, estamos esperando con cierta ansiedad a ver cómo y cuándo se ponen a funcionar los fondos europeos».

Ocho medidas

ANEFHOP ha redactado un documento en el que detalla ocho medidas clave para relanzar la economía basadas principalmente en la construcción. Entre ellas, destaca el incremento de las medidas de seguridad a través del acceso a EPIS; la reactivación de la obra pública, sin recortes de presupuesto ni ampliación de plazos; un plan de inversiones a corto, medio y largo plazo, de forma que las empresas puedan invertir y dimensionarse, en función de esos planes, y el acceso a financiación a través de créditos ICO o instrumentos similares. Asimismo, reclama la aplicación de la ley de lucha contra la morosidad. «No podemos seguir haciendo la vista gorda a los pagos a 120, 180 e incluso 240 días», concluye.

 

Esta tribuna ha sido publicada en La Razón. Puedes acceder haciendo click aquí