Entrevista a Luis Fernández González, presidente del Comité de Asturias
- La producción en Asturias ha mejorado mucho desde 2020, ¿cuáles cree que son los principales motivos?
Para poder contestar a esta pregunta, hay que tener en cuenta la evolución del consumo de hormigón en los últimos años. En Asturias, desde el 2007 hasta el 2015 se produjo un fuerte retroceso año tras año. En número de empresas vinculadas al convenio de construcción hemos pasado de 3.600 en el año 2007, a tener unas 1.700 en el año 2020. En el año 2021 hemos alcanzado las 1.800, y este repunte repercute en todos los subsectores de la construcción, tanto en empleo como en consumo de materiales.
En concreto, durante el pasado ejercicio, el motivo de la mejora de producción de hormigón en Asturias se encuentra en el aumento de la cifra de construcción de vivienda nueva, y en el incremento de oferta de obra, tanto privada como pública, que hace que la producción de hormigón en este último año haya crecido del orden de un 13% respecto al año anterior.
- El pasado año se produjeron dos importantes hitos en el sector: el RD 163/2019 y el Código Estructural. ¿Cómo han reaccionados las plantas asturianas? ¿Es la competencia desleal una preocupación en la región?
Asturias es la única región de España donde todas las empresas del sector están asociadas a ANEFHOP. Una de las exigencias para ser socio es que se cumpla con los requisitos del Sello Expert, y aunque no sea oficialmente reconocido, las auditorías realizadas por ANEFHOP hacen que cumplamos con la Ley respecto a la Calidad, Seguridad y Medio Ambiente.
El control de producción de hormigón ya estaba sujeto a la Orden Ministerial del año 2001, pero es el 1 de abril del 2021 cuando entra en vigor del RD163/2019, que exige obtener un Certificado de Control de Producción a las centrales de hormigón. Con lo cual, el fabricante que no cumpla con este RD, no obtendrá el certificado y no estará autorizado para la venta de hormigón.
Respecto al RD 163/2019, todas las centrales de hormigón de Asturias están Certificadas, con lo cual no supone diferencia alguna entre unas y otras, y ello no supone competencia desleal.
Asimismo, la Administración Regional es garante de este cumplimiento, y en reuniones que hemos tenido con la Dirección Regional de Industria y Dirección Regional de Vivienda, lo pudimos constatar.
Respecto al Nuevo Código Estructural, de reciente aprobación, se está divulgando desde el Ministerio, ANEFHOP, y otras organizaciones, a través de formación y jornadas de presentación. La novedad fundamental es la inclusión de la Sostenibilidad, aunque también se catalogan criterios de Calidad, requisitos Económicos, Medioambientales, requisitos Sociales, Salud Laboral e índices Complementarios. Con todo esto tenemos que conseguir que el hormigón sea sostenible y que la huella de Carbono sea la menor posible.
En este punto, también me gustaría destacar, que los controles del hormigón que nos hacen en obra por parte de los Laboratorios carecen de exigencias mínimas exigibles por parte de la Administración, algo que resulta enormemente dañino para el sector.
- El pasado verano ANEFHOP premió a plantas productoras del Principado por su apuesta por el medio ambiente y una adecuada gestión de los riesgos laborales. En este sentido, ¿cree que Asturias se encuentra en una situación privilegiada a nivel nacional?
En Asturias la Administración siempre se ha caracterizado por ser muy exigente con la normativa Medio Ambiental. Prueba de ello, es nuestro eslogan “Asturias Paraíso Natural”. Además, las empresas de Asturias lo valoran, son participativas y colaboran activamente en el cuidado del medioambiente.
En mi opinión, los esfuerzos para cumplir aquí con la normativa son superiores a los que se exigen en otras Autonomías. Para los empresarios asturianos, fruto de la situación geográficamente privilegiada, la convierte también en una situación más rigurosa.
El tema de residuos nos preocupa de forma importante. Es un asunto que esta encima de la mesa permanentemente, y en el que se está trabajando para incluir, en nuevas obras y proyectos, áridos reciclados y otros subproductos. Esta cuestión debería tener reconocimiento económico por el coste que supone, y en Asturias hasta ahora no está siendo así.
La descarbonización tanto urbana como de infraestructuras es otro tema muy importante que se está afrontando en Asturias, de hecho, están programadas jornadas de trabajo y proyectos reales.
En cuanto a la gestión de los Riesgos Laborales, destacaría que la siniestralidad en nuestra industria es muy baja, lo cual demuestra el grado de rigor que tienen las empresas en este tema.
- Recientemente ANEFHOP ha publicado un informe en el que se destaca que la digitalización de algunos procesos podría suponer una importante reducción de costes de gestión. En su opinión, ¿qué cree necesario para impulsar la adopción de tecnología en el sector?
Sin duda alguna el futuro de las empresas pasa por apostar por una mejora en los procesos de producción, la digitalización y la sostenibilidad. Es algo de lo que estoy absolutamente convencido.
En este sentido las empresas asturianas, al mismo tiempo que se adaptaron para certificarse en el cumplimiento del RD 163/2019, siempre han estado comprometidas con la mejora de instalaciones y la modernización de los procesos, lo que ahora nos mantiene en una buena situación para poder afrontar otros retos de modernización.
Tanto la digitalización como la economía circular son hechos reales. La digitalización, sin duda va a repercutir en el ahorro de costes a través de una mayor productividad, y además va a producir una mayor cantidad de información para gestionar nuestras empresas. La información que está apareciendo sobre subvenciones es abrumadora en este momento, cuestión que esperemos se traduzca en realidad y nos permita dar un salto de calidad significativo.
- ¿Cuáles cree que son los mayores beneficios de la tecnología en el sector? ¿Cree que el sector puede adaptar sus procesos para parecerse a sus homólogos europeos?
Las nuevas tecnologías, hoy en día, son imprescindibles en cualquier ámbito de los distintos sectores de los que se hable. El sector del hormigón no se puede quedar atrás. La digitalización debe dar paso a la transformación digital de nuestro negocio. Además, la formación específica para cada puesto de trabajo es básica, cuestión que resulta especialmente complicada por la media de edad de las plantillas de trabajadores. Es importante que la gente que vayamos incorporando al sector, nos ayude a la transformación. Esto pasa por hacer del hormigón un sector interesante para la gente joven.
- ¿Qué otros retos mencionaría?
Sin duda que los retos del sector del hormigón en España vienen condicionados por las normas europeas, los compromisos adoptados en sostenibilidad, el cuidado del Medio Ambiente, y nuestra obligación es estar atentos a todos ellos y adaptarnos.
Una de las dificultades que yo veo es que las empresas españolas en su mayoría son pymes, con lo cual el cumplir con toda la normativa y ser competitivo es más difícil de alcanzar. En mi opinión deberíamos de ser más objetivos, y ver la forma de hacernos más grandes y, por lo tanto, más competitivos.