“Calidad y compromiso, claves para el reconocimiento del hormigón”

Entrevista a José María Carrau, delegado territorial de ANEFHOP, desde 1987, y en estos momentos el técnico más antiguo de la Asociación. Hace 32 años empezó a trabajar como Delegado de la Asociación para Baleares, Comunidad Valenciana y Región de Murcia. Posteriormente, hubo una reorganización de la Asociación, en la que Baleares se incorporó a la Delegación de Barcelona, y se responsabilizó de Castilla La Mancha.

Como técnico más antiguo de la estructura de Anefhop, ¿Qué destacaría de su trabajo para la Asociación a lo largo de los años?

 Durante estos años de trabajo, los Comités de Gestión han ido marcando los objetivos a perseguir. En paralelo, he participado en las actividades que los sucesivos Directores Generales, por indicación de la Junta Directiva, me han confiado en el ámbito nacional de la actividad de la Asociación.

Entre ellas, cabe destacar la participación en los grupos de trabajo para la redacción de la Instrucción EHE-08 y del Código Estructural, de la Comisión Permanente del Hormigón. De igual manera, la redacción final del Decreto de Control de Producción; constitución y Secretaría del Comité de Medio Ambiente de ANEFHOP, y colaboración en las actividades del Comité Técnico Nacional de ANEFHOP.

Desde hace varios meses, también estoy prestando apoyo en las actividades de las Delegaciones de Andalucía y Extremadura, la secretaría del Comité Técnico Nacional, y otros temas de carácter técnico de ámbito nacional.

Desde su fundación en 1968, el número de empresas asociadas ha crecido y con ello la actividad de la Asociación. ¿Cómo ha evolucionado el trabajo para la Asociación?

 Como mencionaba anteriormente, mi labor consiste en desarrollar las líneas de interés que marcan, por un lado, los Comités de Gestión a nivel autonómico y, por otro, la Junta Directiva a nivel nacional, junto con el Director General. Todo ello, atendiendo a los asociados, con especial atención a las consultas técnicas y reclamaciones de calidad de los suministros. Ocasionalmente, estas últimas se llegan a dirimir en los tribunales, con la consiguiente dedicación que ello nos requiere.

En el ámbito autonómico, en un inicio, empezamos gestionando las denuncias a instalaciones ilegales, junto con la Asesoría Jurídica de ANEFHOP. Más tarde, empujamos el desarrollo y aplicación de las diferentes normativas del sector de la mano de las administraciones autonómicas para el desarrollo o aplicación de las diferentes normativas que afectan al sector.

Actualmente, si bien se mantienen las actividades anteriores, los diferentes Comités de Gestión coinciden en el objetivo común de conseguir el reconocimiento como sector profesional altamente cualificado. Con la certificación Hormigón Expert, las empresas asociadas han sentado las bases para poder intensificar su actividad de forma que todos los subsectores del ámbito de la construcción aprendan a valorar y reconocer el servicio de los fabricantes de hormigón.  Este reto solo se podrá conseguir si logramos una concienciación previa de todos los que trabajamos en este sector y nos involucramos desde todos los ámbitos.

El número de empresas asociadas ha ido variando a lo largo de los años, según el estado de la construcción. Sin embargo, la intensidad de la Asociación se ha mantenido, ya que los requerimientos de los asociados no han disminuido en las épocas de crisis.

Con respecto al proceso de descentralización. ¿Con qué objetivo se llevó a cabo? ¿Cómo fue percibido?

 Considero que el éxito de la Asociación responde al acierto de los representantes de las empresas que han participado en cada Junta Directiva y Comité de Gestión, dando respuesta a las inquietudes e intereses del sector.

Creo que la estructura territorial, que se adoptó a finales de los años 80, fue un acierto clave, pues ha dado cauce para atender los intereses de todos los asociados con una mayor sensibilidad y conocimiento de las circunstancias concretas de cada CCAA.

Entre los momentos más difíciles que ha atravesado ANEFHOP destaca la crisis en 2007. ¿Cómo se vivió internamente?

La crisis en el sector ha sido durísima. Ha afectado a todas las empresas del sector y, en consecuencia, también a la propia estructura de ANEFHOP. Sin embargo, la Asociación pese a las dificultades y a la merma de empresas asociadas, no sólo ha conseguido sobrevivir, sino que ha sabido aprovechar estos años para sentar las bases para un futuro mucho más sólido que el pasado.

Una de las grandes apuestas fue la creación del Sello Hormigón Expert como signo de excelencia y calidad de producto. ¿Qué nos puede contar al respecto?

Como señalaba antes, considero trascendental el impulso de HORMIGÓN EXPERT. Ha sido una iniciativa que fue recibida con cierto recelo por parte de algunas empresas asociadas. Sin embargo, con el tiempo, se ha demostrado como un acierto en la política empresarial del sector.

A día de hoy seguimos trabajando para mejorar aspectos del Sello que aún tienen recorrido, como aumentar la valoración de algunos puntos para que distingan más la actitud empresarial que los fallos o errores puntuales. Independientemente de esto, lo cierto es que la certificación Hormigón Expert es la respuesta adecuada para el reconocimiento sectorial que la industria está reclamando.

En primer lugar, es una inmejorable carta de presentación ante las distintas administraciones y, en segundo lugar, ha servido para que las empresas asociadas estén ya preparadas para la aplicación del Real Decreto 163/2019, que entrará en vigor el próximo 1 de julio.

Si conseguimos concienciar a todos los equipos de las empresas (gerentes, técnicos, comerciales, transportistas, etc..) de la trascendencia y significado del Sello Hormigón Expert, seremos capaces de que nuestro sector alcance el reconocimiento de los demás agentes que intervienen en la construcción. Para este objetivo contamos también con la implantación del Real Decreto 163/2019, por el que se aprueba la Instrucción Técnica para la realización del control de producción de los hormigones fabricados en central. Éste puede suponer un paso trascendente que aísle definitivamente algunas actitudes empresariales negativas que afectan al prestigio profesional de nuestro sector.

La Asociación cumplió el año pasado su 50 aniversario. ¿Cuántos años ha dedicado usted a Anefhop?

Este año he cumplido 32 años ininterrumpidos trabajando para ANEFHOP. Considero que el hecho de que una Asociación, con una composición tan heterogénea en lo que se refiere a intereses empresariales, haya cumplido 50 años indica el acierto de las sucesivas Juntas Directivas en aunar objetivos comunes y renunciar a algunos intereses particulares.

Desde esa sólida experiencia, ¿cómo imagina usted el futuro del hormigón? ¿y de la Asociación?

El hormigón es un material que, en esencia, ya se utilizaba en la época del imperio romano. Actualmente, además del desarrollo técnico y tecnológico como producto más comúnmente utilizado en las estructuras, está en permanente investigación el desarrollo de propiedades que le dotan de una mayor versatilidad y adaptación a las nuevas exigencias prestacionales y medioambientales; por tanto, entiendo que al hormigón todavía le queda mucho camino por recorrer.

Con respecto a ANEFHOP, creo que se ha sabido dotar de una estructura de personal totalmente implicada con los objetivos sectoriales y cuenta con un grupo de profesionales capaces que ya están tomando el relevo de los que les hemos precedido. Por todo ello, mientras existan empresarios inquietos con ganas de evolucionar profesionalmente, pienso que sabrán organizarse para que la Asociación les preste los servicios que requieran en cada momento.

Desde una perspectiva más personal, ¿podría contarnos algún asunto de su trabajo del que esté especialmente orgulloso?

El concepto de ‘orgullo’ siempre parece llevar aparejado cierto factor pretencioso del que intento huir siempre que puedo. Prefiero hablar de satisfacción del trabajo realizado y en este sentido, al igual que el resto de los compañeros que trabajamos para la Asociación, estoy convencido de que legítimamente nos sentimos satisfechos cuando comprobamos que nuestra dedicación profesional ha servido para mejorar o facilitar algún aspecto concreto de la vida empresarial de los asociados.